Capítulo V

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Me había levantado con el humor metido hasta el fondo del culo. Oh si, peor que nunca. Tenía el cuello tensado y adolorido por haberme caído de la cama a media noche y no haberme dado cuenta hasta despertar por la puta alarma que seguía tirada en alguna parte de mi habitación. Esa mierda chillona era dios o ¿qué? Me levanté como pude, con las sabanas enredadas en el cuerpo, el pantalón casi llegándome a las rodillas y el culo al aire. Me sentía violado. Me deshice de la puta sabana y la tiré por la ventana mientras caminaba hacia el baño. Si, la ventana, pero me vale una hectárea de mierda. Ni siquiera me bañé, la puta agua estaba fría y los huevos míos se iban a bañar. Me cepillé los dientes y cambié de ropa a algo mas limpio. Como siempre, jeans negros, esta vez desgastados y algo rasgados. Vans negras y viejas, una camisilla algo ajustada, blanca y con las palabras "skate" escritas en negro. Encima me puse uno de los tantos suéteres oscuros que tenía en mi armario, y salí hacia la cocina. Había silencio, las gemelas comían tranquilamente y nuestra madre cocinaba que se yo que. Lo mas seguro las pendejas de Fizzy y Lottie seguían con la cabeza metida en la vagina por el regaño de ayer. Sólo me encogí de hombros y seguí caminando hacia la nevera.

-Estoy terminando el desayuno, te sentarás, te mantendrás callado, quieto y comerás- Dijo la vieja amargadas mientras me daba la espalda. Me agarré los huevos en forma de "estos se van a sentar a comer" y seguí rebuscando en la nevera. Agarré unas galletitas de animales de mis hermanas menores, una botella de gatorade de fruit-punch y algo que parecía la mitad de un sándwich de Subway. Cerré la nevera con la pierna y seguí hacia mi habitación. De fondo pude escuchar los gritos de menopausica de mi madre mientras metía la comida en mi mochila junto a la caja aún con cereal de chocolate. Agarré mis cosas y volví hacia la cocina. Ya todos estaban abajo, menos mis dos hermanas pendejas. Volví hacia la nevera y saqué otra botella de gatorade sabor uva, la abrí, tiré la tapa a la mierda, tomé como hasta la mitad y la volví a guardar. Cuando me volteé vi a mi madre furiosa, y mi padrastro mirándome un poco mal, pero siempre callado como el lame bolas que era. Les sonreí de la manera mas falsa que podía hacer y me dirigí hacia la puerta. El gruñido horrible de mi madre me detuvo junto a dos tics ladeando el cuello.

-Louis- Dijo fuerte y precisa, pero por el orto me resbalaba. Seguí caminando y salí. Iba a estar sin celular por un buen tiempo, así que ni me preocupé en pedirlo o buscarlo y seguí caminando hacia casa de Zayn. Al llegar, lo vi salir de su casa mientras se despedía de sus apestosos perros.

-Boris, compórtate bien, ayer dejaste un hermoso regalo en la habitación de Safaa, todo bien haces pero lo tuve que limpiar yo- Le dijo mientras reía al perro mas grande y negro, ese que parecía una enorme ciruela agria. El más pequeño y chillón que parecía una rata con pelo, ladraba y daba saltitos para llamar su atención. Zayn se agachó, lo agarró y le dio un beso en su pequeña y apestosa cabeza.

-Por dios, un día de estos te encontraré teniendo sexo con uno de tus amantes con garrapatas- Le dije mientras me le acercaba, causando que diera un pequeño salto por mi inesperada llegada.

-Louis- Dijo rodando los ojos y dejando al perro de nuevo en el suelo. -Nunca cambias- Y con eso caminó hasta el portón que daba hacia el patio trasero de su casa, allí los dejó y fue de nuevo hacia mi. -¿Que haces acá? Pensé que me llamarías o llegarías a la escuela caminando-

-Pelea con las putas- Y con un simple "ohh" de su parte seguimos caminando hacia su auto. Zayn ya sabía el procedimiento. Nos peleábamos mis hermanas y yo, nuestra madre nos regañaba, aquellas se "arrepentían" y yo me lo pasaba por los huevos. Así de sencillo, pero sin celular por un mes o hasta que me diera la regalada gana de ir a buscarlo en la habitación de mi madre y padrastro, y llevármelo sin permiso. Ni siquiera lo notaban. Ya adentro del auto y con el motor andando, Zayn río. Yo lo miré como si de cabeza tuviese un pene de siete ojos.

-¿Y a ti que pendejada te dio?- Él seguía riendo.

-Hoy será un buen día- Seguía riendo a carcajadas leves y silenciosas, pero aún así, carcajadas burlonas.

-¿Un buen día? Un buen día de mierda, todo va a ser una mierda como todos los días de mierda de nuestra vida de mierda- Dije repitiendo la misma palabra y sin siquiera saber que decía. Éste seguía riendo.

-Tu cara lo dice todo, tienes el humor hasta los huevos y destruirás la escuela con apenas un roce. Ha llegado el Apocalipsis, Dios sálvanos antes que sea tarde- Seguía riendo mientras yo refunfuñaba.

Aún sentía el cuello y hombros tensos, y repetía el mismo tic que esta mañana. Zapateaba con mi pierna izquierda la pequeña alfombra vieja del auto de Zayn hasta que empecé a involuntariamente hacer un sonido fuerte y molestoso con el zapateo. Zayn paró de reír y puso su mano en mi pierna, causando que parara.

-Lo siento, sólo me da algo de risa verte furioso, es cómico y adorable- Y con eso se carcajeo. -Es como... Es como...- Pero su risa lo hacia interrumpirse a sí mismo.

-Dilo y te saco la lengua por el culo-

-Es como ver un pequeño chihuahua furioso- El auto paró de repente, causando que el auto de atrás tocara la bocina de manera exagerada y nos pasará por el lado mientras nos gritaba groserías. A mi no me importaba, no, me importaba seguir dandole al hijo de puta que se reía en el asiento del conductor. -Luuuiiieeeeehhh- Seguía riendo fuerte, a puro pulmón mientras le pegaba por todas partes con las manos abiertas. Parecía niñita pegándole, pero si le pagaba con ganas enserio lo mataba. -¡Ya, ya, perdoname!- Intentaba detener sus carcajeos pero seguía riendo. Yo salí del maldito auto que estaba parado en plena calle y seguí caminando por esta hacia la escuela.

Escuché como Zayn me llamaba mientras encendía el motor del auto y me seguía.

-Louis, Lou, perdoname- Pero yo le hacia caso omiso. -Vamos Lou, no te hagas de rogar, enserio, lo siento- Él seguía diciéndo mientras conducía su auto de manera lenta y a mi lado. Así fue hasta que llegamos a la escuela, me paré justo al lado donde se estacionaría y esperé a que terminará. Cuando por fin estaba parado a mi lado, bufé.

-Seh, te "perdono", vamos- A los tres o cuatro pasos escuché un pequeño y silencioso carcajeo. Le di un zape en la cabeza y seguimos caminando. Sinceramente al próximo que viniese a hincharme los huevos no lo trataría de la manera que hacia con Zayn, no, literalmente sería peor.

Tourette {Larry Stylinson}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora