Capítulo IV

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-Así que Louis, ¿qué tal la escuela?- Preguntó mi padrastro como si realmente le importase. Yo sólo me encogí de hombros y seguí comiendo de la cosa rara que mi madre había preparado para cenar. Si, estábamos todos en la mesa, luego de que lograran tranquilizar la pelea estúpida de las gemelas y quitado el celular a Fizzy por algo indebido que había hecho en la escuela o que se yo. Realmente no me importaba, solo quería terminar de comer y salir de ese circulo macabro que era estar rodeado de esa familia.

-Louis William, te han preguntado algo- Odiaba que usara mi nombre completo, era estúpido y ni siquiera se escuchaba bien.

-Seh, me fue bien. Vi, escuché y conviví con profesores y estudiantes pendejos que sólo saben rascarse los huevos, nada fuera de lo normal- Eructé como cerdo para terminar mi hermosas palabras con buenos modales. Para ti mamá.

-¡Louis!- Gritó en forma de regaño mientras golpeaba la mesa. -Respeta a tu padre, y a tus hermanos que están aquí escuchando tu vocabulario de callejero.

-No salí de sus huevos, ni siquiera el "donador" defectuoso de esperma que te engendró ésto...- Me señalé con énfasis. -...es mi padre. Sólo Mark-

-Mami, ¿Louis es un pollo?- Mi madre miró a Phoebe cuando estaba apunto de gritarme no se que. Lottie y Fizzy rieron, pero algo tensas por la "discusión" que había.

-No cariño, es solo una fea expresión que Louis no volverá a decir más en esta casa- Vi como a Lottie esta vez se le escapaba una carcajada casi exagerada cuando nuestra madre volteo la mirada a verme y yo solo la recibía con una mirada sarcástica y ceja alzada.

-Louis, respeta a tu madre. Lottie, tu también- Dijo Dan serio, pero sereno. De golpe hubo silencio y me percaté que estaba haciendo un ruido extraño en la garganta, como un chirrido raro. Fizzy y Lottie se empezaron a reír de forma burlona. Agarré rápido mi vaso y tomé algo de agua, intentando aclarar mi garganta.

-Ya cállense- Les dije a ambas.

-Uy si, que miedo, que harás ¿chirriarnos como una chicharra?- Abrí la boca para contestarle a la mayor de ambas, pero la cerré tan rápido que sabia que empezaría a insultarlas y decir palabras horribles frente a los bebés y las gemelas. Aunque ni me importaba.

-Uy si, el grillo Pepé nos va a insultar- Miré a mi madre, pero esta sólo rodó los ojos y siguió comiendo. Maldita sea, sabía más que nadie que me lo merecía por cabron, pero las muy putas se estaban burlando de algo que no era capaz de controlar, algo enfermizo que odiaba pero que no podía detener.

-Basta- Les dije, pero seguían con sus burlas estupidas.

-¿Escuchaste algo hermanita?- Le preguntó Lottie a Fizzy.

-No, ¿qué es?- La muy puta le contestó.

-Creo que escucho las chicharras chillar- Y con eso colmo mi corta paciencia.

-¡Les dije que basta!- Se callaron, siendo sustituidas por ambos llantos de Dora y Ernest. No, no fue por mi grito. No, tampoco porque me había levantado bruscamente y golpeado la mesa con mi plato, causando que lo que quedara de comida y pedazos del plato volaran por todas partes. Fue el sonido horrible que hizo esta vez mi cuello. Al levantarme lo había inclinado de manera brusca, causando que se escuchara como si lo rompieran como el pescuezo de un pollo.

-Mami, ya no tengo hambre- Dijo Daisy, alejando su plato, levantándose y caminando fuera del comedor. Phoebe la imitó, sin antes mirar a todos, en especial a mi.

-Felicidades, han dañado la cena- Dijo esta vez mi madre, levantándose furiosa. Dan también se levantó, pero no dijo nada. Él de marica siempre se callaba y dejaba que mi madre fuera la que llevase los pantalones en la casa. -¿Que día es hoy?- Le preguntó a su esposo, quien intentaba callar a los gemelos.

-Jueves-

-Perfecto. Lottie, no saldrás este fin de semana-

-Pero mamá, mi novio...- Pero la interrumpió.

-No me interrumpas, si tanto querías ir a la playa con él pues debiste pensarlo antes de armar esta pendejada junto a tus hermanos- Dan se había llevado a los otros dos así que solo quedamos Fizzy, Lottie, ella y yo. Ahora si nos tocaban los insultos de mierda.

-No es justo, no hice nada. Deberías castigar a este, no a mi- Se hizo la víctima, de manera dramática y estúpida.

-¿Yo?- Grité de manera sarcástica y exagerada. -Yo no fui la pendeja que no callaba su boca de zorra- Ahí si que me iba a llevar la chucha.

-¡Louis William Tomlinson! Que sea la primera y ultima vez que le llamas zorra a tu hermana. Ahora largo a todos, a sus habitaciones y si los veo salir a media noche o antes de la hora de levantarse para la escuela, se las verán- Exclamó mi madre roja de furia. Mis hermanas se miraron y bajaron la cabeza, yo solo rodé los ojos y caminé pasando entre ellas, chocando los hombros de ambas con los míos.

Para haber sido una discusión fea, nuestra madre se había comportado de manera "tranquila" a comparación de otras veces. Aunque realmente, me valía tres hectáreas de verga que tan "tranquila" o no estuviese a la hora de regañarnos. Me encerré en mi habitación con un horrible y fuerte portazo, para luego tirarme a la cama. Busqué mi teléfono para llamar a Zayn y desahogarme, pero luego me acordé que lo había dejado justamente en la mesa que acababa de discutir con mi asquerosa familia. Perfecto. Todo perfecto. Sólo me quedaba mirar el techo como un pendejo, y eso hice. Estaba allí tirado sobre la cama, boca arriba y con el cuerpo extendido mientras veía cada detalle del puto techo blanco. Aunque realmente no me aburría, me acordaba de la película que habíamos visto hace unos días Zayn y yo en el cine, y me puse a pensar en los detalles, en lo qué hubiese pasado si el protagonista no hubiese hecho tal cosa. Mierdas así, hasta que caí rendido del sueño apenas a las nueve y media de la noche, esto era un récord o me estaba muriendo. Nunca en mi puta vida me iba a dormir tan temprano, bueno, esta vez si.

Tourette {Larry Stylinson}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora