05

88 4 0
                                    

Era lunes y era la hora del almuerzo, por lo que me encontraba caminando por el pasillo que llevaba a la cafetería buscando a mis amigos, aunque no se me antojaba estar con ellos porque me preguntarían el porque me junto con ellos y no con mi 'novia'. Me fastidiaba cuando se ponían en ese plan.

"Shawn" escuché que me hablaban por detrás, pero no me di media vuelta

Aquí vamos.

Me di media vuelta encontrándome con la chica que menos quería ver en ese momento, con su tierna y dulce mirada con un poco de arrepentimiento brillando sobre sus ojos; aunque lo único que quería en ese momento era ignorarla por completo e irme a casa, para descansar un poco.

"¿Qué?" pregunté bruscamente a Audrey y pude ver que se encogió un poco al escuchar la rudeza, aún cuando trató de disimularlo lo más que pudo.

"Necesitamos hablar" rodee los ojos y la ignoré, caminando de nuevo hacia la cafetería, pero su pequeño cuerpo se interpuso en mi camino "Tengo que explicarte por que no fui el viernes"

Pueden llamarme estúpido por enojarme por algo de ese grado, pero sentí que me había dejado plantado en mi propia presentación y si ella hubiera estado ahí, todo hubiera sido diferente. Además, ni si quiera me avisó que no podría ir, ni tampoco me habló el sábado o el domingo para excusarse.

"¿Qué necesitas explicar, Audrey? No necesitas decir nada, lo entendí perfectamente" le dije, con la voz un tono más alto de lo normal y volteé a mi alrededor para ver si alguien me había escuchado, pero solo estaban un par de chicos que no les parecía importar.

"Fue algo muy importante... ¡Déjame explicarte, por favor!" rogó con su voz tranquila y no pude negarme al verla con sus brillosos ojos, con completa sinceridad.

Nos fuimos hasta la cancha de fútbol, la cual estaba completamente vacía y nos sentamos en el medio, uno en frente del otro, debajo del brillante sol que después de meses de horrible frío, al fin comenzaba a calentar la pequeña ciudad en la que vivíamos.

"Bien. Antes que nada, te tengo que decir que esto es algo muy serio y que necesito que escuches todo lo que tengo que decirte, después tomas tu decisión y te vas... o te quedas" me explicó, moviendo sus manos como un gesto nervioso característico de ella.

Me dediqué a examinarla unos segundos, mientras ella pensaba en lo que iba a decir, o más bien cómo. Estaba un poco pálida, su rostro parecía un poco cansado y sus manos se movían constantemente, como si me fuera a decir que mató a alguien o que todo lo nuestro fue una apuesta.

"Hace dos años, comencé a tener ciertos síntomas extraños, por lo que me llevaron al doctor en cuanto mis padres vieron que los mareos no se iban..." explicó y tomó aire para decir la siguiente oración "... me diagnosticaron leucemia"

Esas tres palabras me dieron un revoltijo en el estómago y aceleraron mi corazón casi igual que cuando sucedió lo de mi madre.

"Hace unos meses que los medicamentos dejaron de hacer efecto y ahora estoy ante uno nuevo, que no es muy efectivo. El viernes tuve una recaída y mi celular estaba descompuesto, por lo que no pude contactarte" explicó, pero yo estaba más enfocado en aquella frase que puso mi mundo de cabeza.

Aquella chica por la cual estaba teniendo sentimientos iba a morir.

El simple hecho de imaginarse un mundo sin Audrey, me parecía imposible de superar.

"Quise decírtelo antes, pero no pude, no es tan fácil. Lamento haberte metido en esto, debí de haber pensado en ti, pero se sintió muy bien convivir con alguien que no esté pendiente de tu salud cada minuto, me hizo sentir como si todo estuviera bien" cuando la escuché sollozar después de aquellas palabras, pude salir de mi mundo de asombro para verla y la imagen me quebró.

Estaba llorando, su cabello volaba gracias al viento y se abrazaba a si misma. Estuve cerca de abrazarla y consolarla, por que si hay alguien que sufre igual o más que nosotros era ella. Pero mi dolor era mayor, estaba quebrándome ante aquella noticia.

"Entenderé si te quieres ir, nadie merece sufrir así como lo harás si te quedas." sus palabras nunca habían sido tan ciertas, y me asombraba que tan buena podía llegar a ser al permitir que me fuera solo para no verme sufrir.

No era tan egoísta después de todo.

Quería decir algo, pero lo único que pensaba era en como me dolería cuando se fuera y no quería encariñarme mucho con ella en sus últimos días, para al final, terminar perdiendo a alguien más.

Sabía que si decía algo ahora mismo, la lastimaría.

Tal vez solo necesitaba tiempo para pensarlo, pero la desición ya casi estaba tomada: me alejaría de ella.

Así que me fui, con mi pecho adolorido ante el sonido de sus sollozos y las lágrimas que corrían por mi rostro.

what she did «Shawn Mendes»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora