Conociendo el Terreno

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Eran las 00:00 de la noche cuando una de las azafatas del avión me despertaba para avisarme que ya habíamos aterrizado, no pude evitar sentirme más avergonzado, como pude haberme quedado dormido y no sentir nada, en definitiva los viajes no eran lo mío...
Y aquí estoy yo Hinata Hyuga, un chico de 16 años pequeño para alguien de mi edad escuálido de piel pálida, y cara de niña, recuerdo que así me decían los chicos de mi clase en primaria, por eso cuando ingrese a la secundaria me había dejado crecer un poco el cabello para que me cubriera un poco el rostro y así no se notara tanto, funciono por unos días pero luego comenzaron a molestarme, era victima de constantes acosos por parte los chicos, e incluso había tenido malas experiencias con un profesor y varios socios de su padre, de los cuales desconocia si aún tenían tratos juntos. Pero no queria pensar en eso ahora.

Saliendo del aeropuerto vi a lo lejos un auto negro supe de inmediato que era para mí, por una insignia que solían tener todos los autos de mi familia, llegue hasta ahí y un señor muy amable me ayudo a cargar las maletas, se veía agradable, y me pareció haberlo visto antes, pero sería imposible yo jamás había estado en Konoha
-Hinata-sama, bienvenido a Konoha- me había dicho con una sonrisa y una leve inclinación, le respondí de la misma manera
-A-Arigato-gozaimasu, ehm ... -
-Ha sí, me presento soy... Kou Hyuga-
-etto, es un placer Kou-san-

Luego de la presentación subimos al auto, íbamos por unas calles no tan transitadas, era agradable ver a las orillas del camino esos árboles que estaban culminando la etapa del invierno para recibir la primavera, ya podía verlos llenos de flores eran espectaculares, iba tan metido en mi ensoñación viendo a la gente caminar divertidos, riéndose y jugando, cuando Kou logro despertarme de la ilución
-La mansión está siendo remodelada, por lo cual estará un par de semanas en un departamento, cuando este todo listo, le avisaré y vendré por usted para instalarlo allá si está de acuerdo-
-H-hai, no hay p-problema-
Que vergonzoso, estaba tan nervioso que no podía dejar de tartamudear, y el hecho de que Kou solo sonriera me daba más nervios no sabía lo que pudiera estar pensando, talvez en como podría ser posible que siendo un hyuga fuera tan inversosimil, quien sabe cualquiera hubiera dicho que no soy un hyuga si no fueran por mis ojos, ya que todos en el clan hyuga los teníamos del mismo color, blanco/perlado, lo sé es algo extraño, me habían explicado una vez que era por genética, que esto era de generaciones atrás, de ancestros poderosos y no sé cuántas cosas más...
Cuando me di cuenta ya estábamos entrando en un lujoso estacionamiento, en uno de los más finos edificios departamentales, no me extrañaba, así era mi padre, no lo hacía por consentirme como lo hacían los demás padres con sus hijos, sus razones eran diferentes, un hyuga siendo tan conocido, no podría jamás estar en un lugar plagado de escoria y gente indecente como decían los ancianos del clan, esos que eran parte de un consejo en la familia.
Estábamos en la recepción, esperamos unos segundos y rápidamente nos atendió una señorita, bastante simpática, aunque de alguna forma me ponía nervioso, era extraña, solo sonreía no había dicho una sola palabra, tenía el cabello corto por el cuello, de color negro igual que sus ojos y unos lentes.
Nos dio una tarjeta y fuimos por el ascensor, note que íbamos bastante alto, casi hasta el último piso, faltaba solamente uno para llegar.
-Hinata-sama esta tarjeta, es la llave de su departamento, cuídela mucho ya que sin ella no puede entrar-
-H-hai, la cuidaré... la pondré en un lugar seguro- tome la tarjeta estaba por abrir per el hablo de nuevo
-Yo debo retirarme, pero si necesita algo manténgame al tanto, en este teléfono están los contactos de los empleados de la mansión así como el mío, usted solo debe marcar Hinata-sama-

Me ofreció un celular y lo tome, a decir verdad era uno bastante ostentoso, no entendía porque la gente quería tanto esas cosas,.

-D-de acuerdo, yo hablare si n-necesito algo-
-Bien... con todo el respeto Hinata-sama cuídese mucho, me retiro-
Lo vi retirarse y entre al departamento, no creí que pasara pero al cruzar la puerta pude sentir la soledad que me esperaba ahí dentro, era terrible sentirse de esa manera, sin una madre que te recibiera con fuerte y cálido abrazo, una hermanita que corriera para recibirte y poder jugar contigo, y... un padre que aunque no te dijera con palabras lo que sintiese poder ver en sus ojos un orgullo digno...
No pude evitar pensar que desde ese momento, así sería mi vida, solitaria, mi cabello cubrió mis ojos y unas lágrimas se derramaron sin mi permiso.... Estuve ahí por unos 15 minutos, talvez 20... tocaron la puerta y respingue, me seque las lágrimas con las mangas de mi chaqueta, abrí rápidamente
-Disculpe, ¿es hyuga Hinata verdad?-
-H-hai, soy yo-
-Que bien, solamente le he traído las maletas-
-Arigatō-Gozaimasu, A-adelante por favor-
Dejo las maletas cerca del sofá, y se fue... tome las que estaban menos pesadas y las lleve al cuarto, ya era tarde así que solamente tome unas pijamas, y fui a bañarme, mientras lo hacía pensaba en que mañana seria mi primer día en esa escuela, Konoha Mikkusu Gakkō, una escuela que no era solo para chicos, al salir me recosté, y no tarde mucho en caer a los brazos de Morfeo.... Me dormí con el pensamiento de que mañana sería un largo día

La Primera Rosa de PrimaveraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora