Ideas suicidas -8-

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Narrador omnisciente:

Sara y su padre iban rumbo a casa.

Otra vez la horrible sensación de caer en un vacío en el que todo se volvía enceguecedor y a la vez la oscuridad se apropiaba de sus ojos, para aparecer dentro de la chimenea que se encontraba dentro de su casa. "Esta vez fue mejor que la anterior" pensó. Quizás porque había conocido a alguien, alguien que le causó diversos moretones y ella, por no lastimarlo, le dijo que no le había causado daño alguno.

- ¡LLEGAMOS! - gritó ella para hacer notar su presencia, sin darse cuenta de que por el momento sólo ella había aparecido entre las brasas.

Su madre no tardó en asomarse por la ventana de la cocina e ir hacia su hija para abrazarla y llenarla de preguntas.

- ¿Y esos raspones? ¿Te has caído? ¿Tropesaste? - Amelia la inundaba de preguntas cuando aún seguía mareada, producto de la "genial" idea de su padre de viajar con polvos flu.

- Me tropecé - dijo ella mientras se sonrojaba y es más, mentía.

- Bueno, déjame que te lo cure - agregó su madre mientras iba a buscar un "remedio mágico". A Sara no le agradaban EN ABSOLUTO esos "remedios mágicos". Pura suerte que cuando la madre de Sara volvía con el "botiquín mágico", Damien apareció en la chimenea, yendo a saludar a su esposa y viendo los raspones de su hija.

- Se los hizo cuando chocó con un chico - le aclaró Damien a su esposa, a la vez que el espacio se notaba más tenso.

- Uuuuu... - Amelia miró a su hija con una mirada por la que muggles y magos pasan.

- Mamá, era sólo un chico con el que trope... - peró Sara no pudo terminar de hablar.

- ¿Desde cuándo están juntos? - dijo Amelia esta vez dirigiéndose hacia su esposo.

- No lo sé - le respondió Damien -. Sara, ¿hace cuánto son pareja? - el ambiente era aún más tenso que antes. Por parte de Sara, suicidio seguro.

- Que NO somos pareja - Sara remarcó el "no" ante cualquier otra pregunta.

Hiperoportuno, Theo bajaba las escaleras cuando la madre de Sara decía"¿Desde cuándo están juntos?", lo que era una oportunidad excelente que no debía desperdiciar.

- ¡¿MI HERMANITA TIENE NOVIO?! - Theo se hizo el sorprendido.

- ¡QUE NO TENGO NOVIO! - Sara estaba roja, pero no de vergüenza, sino de ira.

- Eso es lo que escuché... - Theo empeoraba las cosas, sus padres la miraban fijamente y ella, ella se moría de vergüenza.

- ¡NADIE ESCUCHÓ NADA, NADIE RECORDÓ NADA, BASTAAAAA! - Esta vez todos decidieron hacerle caso, incluso Theo, porque Sara enojada de verdad... Mejor ni hablar de las cosas que era capaz de hacer. Sus padres y su hermano se habían puesto de acuerdo en no hacerla enojar hasta el límite desde que puso cemento de contacto en las sillas de cada uno, sin agregar que le había bañado el pelo en dentífrico a Theo.

Sara subió los escalones de tres en tres hasta su cuarto, el que cerró dando un portazo provocando que se caiga la puerta. Al principio no le importó, pero luego empezó a pensar... Con puerta, toda la privacidad que ella quisiera. Sin puerta...

- ¡AAAGGGGGHHHHHH! ¡NO AGUANTO MÁÁÁÁÁS! - Sara se había alterado. Alterado con todas las letras.

Y cuando pensó que el momento no podía empeorar, sirenas de autos de policías repotaban dentro de sus oídos. Luego, el timbre. El timbre nuevamente. Y el timbre por última vez, antes de que se abra la puerta y entren policías a esposar a sus padres.

Con todo el amor hacia sus padres que una hija puede tener en ese momento, no le importó un gusarapo (N/A: es una expresión que acabo de inventar mientras escribía, ya que los gusarapos son... dígamosle inútiles, es la palabra adecuada) y dejó que los arrestaran.

Momento. No. No podía dejar que sus padres fueran a la comisaría por algo tan absurdo.

Sara bajó corriendo las escaleras hasta donde se hallaban sus padres esposados, y gritó con todas sus fuerzas:

- ¡SON INOCENTES! ¡SON MIS PADRES Y NO HAN HECHO NADA MALO! - Sara misma se asustó del volumen en el que había hablado.

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Luego de haber dejado todo en claro, Amelia y Damien fueron liberados. Sara se moría de vergüenza y Theo no se había enterado de nada porque estaba en su cuarto escuchando música con sus auriculares.

Cenaron y Sara subió a su cuarto, sin puerta y despidiendo con un pañuelo a su amada privacidad. Se puso el piyama y se acostó mirando el techo, en el que todas las noches descubría una figura nueva. Esta vez, se tuvo que frotar fuertemente los ojos al ver la cara de James. No, era imposible. Ni 24 horas de haberlo conocido. "Mejor dormir, mañana será otro día" dijo Sara para sí misma, dejando caer sus párpados que en esos momentos y con todo lo sucedido, se encontraban extremadamente pesados.

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¡Holi!

Este es un capítulo de duración "media", ni largo ni corto.

En cuanto al título, me imagino que no era lo que se esperaban, no, nadie muere, es que como cualquier chico preadolescente o adolescente, los papás y sus "charlitas" son de las peores cosas que pueden pasar... De ahí las ideas suicidas de Sara (?

Gracias por todo el apoyo, y este capítulo está dedicado a RoseWeasleydeMalfoy que aunque haya puesto un solo comentario, la quiero igual (?

¡Chau!

PD.: Perdón por tardarme 2 días en subir, en verdad, estuve ocupada.

-Lunática♥



Sara Blake (Harry Potter) [PAUSADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora