Ollivander's -7-

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  Al salir por la puerta, Sara y su padre se comenzaron a reír, mientras se encaminaban hacia Ollivander's a conseguirle una varita a Sara.

- Papá, ¿a dónde estamos yendo? - preguntó Sara aún riéndose mientras veía de reojo cada una de las vidrieras.

- Hacia Ollivander's - le contestó Damien a su hija, pero al ver la expresión de Sara, decidió continuar - allí elegirás tu varita, o mejor dicho la varita te elegirá a tí.

- Wow. Esto de ser una bruja es extremadamente increíble - volvió a decir por cuarta vez Sara (N/A: no conté las veces, pero aproximadamente son 4).

  Estaban caminando cuando Damien le hizo una seña a Sara para que se acercara a un local que a simple vista parecía abandonado. Damien abrió la puerta, dándole el paso a su hija, que entró buscando con la mirada a alguien, pero seguía sin ver a nadie.

- Señor Ollivander, ¿se encuentra aquí? - preguntó el padre de Sara imitando a su hija, empezando a buscar con la mirada.

  Detrás del escritorio, se asomó una espalda, luego una cabeza, y apareció el señor Ollivander detrás del escritorio, mirando con una mirada soñadora de abajo hacia arriba a Damien.

- Roble, pelo de unicornio, 24 centímetros, ligeramente flexible - dijo con una voz apenas audible el dueño del local.

- Así es - dijo el padre de Sara viendo fascinado al señor Ollivander -. Vengo con mi hija buscando una varita para ella - djio Damien viendo orgulloso a su hija.

- Muy bien - dijo el señor Ollivander.

Narra Sara:

El señor Ollivander se dio vuelta y comenzó a buscar entre las cajas una varita, o eso supongo. Luego giró para hablarme a mí esta vez.

- Querida, prueba con ésta - me dijo el señor Ollivander enseñándome una varita, que tomé con cuidado.

  Me quedé mirándola por un rato que para mí fue media hora (aunque habrán sido unos 2 minutos) sin saber qué hacer, hasta que Ollivander habló.

- Agítala - y movió la mano repentinamente.

  Lo imité y rompí un espejo bastante antiguo. Sentí que me moría de vergüenza.

- No pasa nada, querida, prueba con ésta - y me enseñó otra varita, la cual yo agarré y la agité con un movimiento sutil, pero hice que exploten al rededor de 50 cajas.

- Ehh... - el señor Ollivander ya se veía nervioso -. Mejor ésta - dijo enseñándome una varita que lucía una gruesa capa de polvo. 

  Siendo yo la que tenía que probar la varita, no me molestó agarrarla, ya que me encanta enchastrarme.

  Con un movimiento ligero de mi mano, reparé todo lo que había roto.

- Álamo, 27 centímetros, fibra de corazón de dragón - me dijo firmemente el señor Ollivander.

- ¿Cuánto es? - pregunté revolviendo en mi bolso.

- 2 galeones y 6 sickles - dijo Ollivander extendiendo su mano. 

  Saqué 2 monedas doradas y 6 monedas plateadas y las deposité en sus largos dedos.

Narrador omnisciente:

  Sara y su padre salieron por la puerta y siguieron caminando. Sara examinaba su varita con mucho detalle. De repente, chocó contra alguien y cayó al suelo.

- Lo siento - se disculpó un chico de pelo azabache, mientras ayudaba a Sara a levantarse del suelo.

- No pasa nada, no me hice daño - le contestó Sara, dejando más aliviado al chico que la miraba con sus ojos marrones. Le sonaba haberlo visto. - Yo soy Sara, ¿y tú?

- Soy James - dijo el azabache. Sara se quedó boquiabierta.

- ¿Tú eres el hijo de los Potter, ¿verdad? - preguntó Sara para confirmar, aunque ya estaba segura.

- Sí - contestó James a la pregunta de Sara, mientras hacía una seña con la mano -. Lo siento, me tengo que ir.

- Oh, ya veo. Supongo que nos veremos en Hogwarts, ¿verdad?

- Supongo - respondió James mientras corría junto a su madre, la cual se notaba que estaba bastante enfadada.

  Sara se dio cuenta de que tenía bastantes miradas clavadas en ella. Se sonrojó y caminó a zancadas hacia su padre, quien le tendió la mano para que entren juntos a una tienda que, luego de haberla visto de reojo, Sara sabía que se llamaba Flourish & Blotts y que era una librería.

  Damien se acercó al mostrador y pidió unos cuantos libros mientras iba tachando algunos en una lista. Luego de haber comprado todos los libros y de haber pagado, salieron por la puerta hacia el Callejón Diagon nuevamente y siguieron caminando.

  Sara todavía pensaba en James, había algo en él que la atraía...

Narra Sara:

  NO, ¡LO ACABO DE CONOCER! Aunque a decir verdad es bastante lind... ¡NO, SARA, NO! ¡LO ACABAS DE CONOCER, NI SIQUIERA SABES SU EDAD! Aunque parecía de 11, al igual que yo... ¡BASTA! - Sara decidió ponerle un límite a su imaginación y caminar con la mente en blanco, aunque sin que Sara supiera, dentro de su mente en blanco también se hayaban unos ojos marrones, que observaban cada uno de sus pasos.

Narrador omnisciente:

  A decir verdad, Sara le había resultado una chica bonita. Seguramente tendría su misma edad, aunque eso lo confirmaría dentro de poco. Faltaban 2 semanas para que sea 1 de septiembre, y James tendría que comprobar si tendría su misma edad. Le atraía, nada más. O eso pensaba él. Quizás sentía algo más que atracción por ella, pero ya lo averiguaría.

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Holiwitas! 

Me trato de esmerar para que mis capítulos sean largos, y éste me levó una hora escribirlo, bastante bien...

Se acerca el concursooooo... *redoblantes*

Bueno, por ahora nada más. Ah, sí, me olvidaba.

Quería agradecerles de corazón a FERthePOTTERHEAD, a CreepyPotterTuber y a  por todo el apoyo que me dan!

Mil gracias!

-Lunática♥



Sara Blake (Harry Potter) [PAUSADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora