Christopher POV'S
- No quiero cuestiónarte...
- No lo hagas entonces - respondo a Nathan.
- Fue una estupidez lo que hiciste. Desde el primer momento. La llevaste hasta la cueva del lobo - lo observo.
- ¿Qué hay de Bradley? - cambio de tema. Nathan aprieta la mandíbula y antes de que pueda hablar Marco lo detiene.
- Está tranquilo por ahora - responde Marco. Nathan no deja de lanzarme dagas con la mirada.
- Déjalo que se desahogue. Anda, habla la mierda que quieras - provoco.
- Si la proteges a ella nos jodes a todos nosotros - asientó -. Deja de jugar y haz lo que realmente tienes que hacer. ¿Ya la tuviste en la cama como para querer repetir? ¿Tan buena es?
- Cuida lo que dices - susurro.
- Hay demasiadas mujeres, deja de jodernos a los demás sólo por una niña - y mi irritación está a punto de llegar a su límite -. Tus malditas estupideces nos van a llevar a la cárcel - y sin controlarme me lanzo contra él. Lo tomo del cuello y lo pego a la pared.
- No se te olvide quién es tu maldito jefe - digo cerca de su cara -. No se te olvide quién te saco de la basura y te dio todo lo que tienes - aprieto más fuerte su cuello -. Ustedes están aquí para joderse por mí, ¿lo olvidaste? - él niega con la cabeza con dificultad -. Eres mi hermano, Nath, pero no cruces esa maldita línea conmigo. Si doy una orden, la siguen sin cuestionar - asiente -. Sigo siendo tu jefe - lo suelto -. ¿Alguien más quiere dar su opinión? - todos se quedan en silencio. Así tiene que ser.
- Pueden quedarse está noche -digo mientras subo las escaleras.
Ella no salió de mi cabeza toda la maldita noche.
Eres increíble Christopher. Te estás comportando como un maldito imbécil enamorado.
- ¿A dónde vas? - interrumpe Nathan mi regaño interno.
- No tienen que saberlo - respondo con indiferencia.
- No puedes andar por ahí solo. Estamos a un par de días de hacer una entrega y sabes que te están buscando - habla Marco poniéndose de pie.
- No quiero que me sigan - suelto un suspiro y salgo de la casa directo a mi auto.
Sin pensarlo dos veces piso el acelerador y dejo que mi mente se despeje. Sin darme cuenta he llegado a la Universidad Shaw.
¡Eres un imbécil, Christopher!
Bajo del auto y suelto un pesado suspiro. Observo la hora en mi reloj de mano y quiero golpearme. ¿Qué mierda hago aquí?
Después de unos minutos una escandalosa campana comienza a sonar y los estudiantes comienzan a salir.
Lárgate ahora mismo de aquí. Ordena mi subconsciente.
Nuevamente chicas fáciles pasar enfrente mío y me sonríen. Recorro rápidamente con la mirada a los estudiantes y ahí está. Arya Crawford.
Va con sus amigos inseparables y va riéndose. Cuando nuestras miradas se encuentran su rostro cambia a asombro. Sus amigos me observan y le susurran algo. Caminan hasta mí y ella se cruza de brazos.
- ¿Qué haces aquí? - habla Travis. Joder, hombres, esto no es contigo.
- ¿Puedo hablar contigo? - lo ignoro y sólo me enfoco en Arya. Ella observa el auto negro de la otra vez que estuve aquí y suspira.
- Tienes que irte - ¿Se preocupa por mí o por ella?
- Sólo quiero hablar contigo -- ella frunce el ceño y observa de reojo a sus amigos. Ellos niegan con la cabeza y se alejan -. Te tienen mucho respeto - ella rueda los ojos.
- ¿De qué quieres hablar? - y ese es el problema. No tengo la menor idea.
- Quiero correr - respondo restándole importancia.
- Ya - vuelve a observar el carro negro --. ¿ te estás arriesgando a venir hasta aquí sólo para decirme que quieres correr? - asientó.
- ¿Vienes? - muerde el interior de su mejilla y niega con la cabeza.
- Me meterás en problemas. Lárgate - observo el carro negro.
- Puedes burlarlos - la observo -. Si ganas te llevaré a ver mi colección de autos y podrás escoger el que más te guste - ella sonríe pero su mirada se muestra nerviosa.
Sólo quiero pasar tiempo con ella.
Aléjate de ella, Chris... Arya no pertenece a tu mundo.
Gracias por votar y comentar :)
Un besó a tod@s ❤
ESTÁS LEYENDO
Adrenalina
ActionElla, ocultandole a sus padres lo que más ama hacer en la vida obligada a comportarse como una "princesa " en la presencia de ellos. Él, un chico apuesto y poderoso no le faltaba nada su mayor adicción lo llevó a conocer a lo que más teme. Dicen qu...