Capítulo 29

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Christopher POV'S

Doy tres pequeños golpes al vidrio y una luz tenue se enciende. Me pego más a la pared y bajo la cabeza. Una sombra se acerca a la ventana y se vuelve a alejar. Vuelvo a golpear suavemente con los nudillos y esa sombra regresa abriendo el ventanal.

Arya.

Lleva consigo una almohada, lleva un short y una blusa de tirantes. Lleva su cabello amarrado en una coleta desordenada.

- ¿Qué mierda... - la tomo del brazo y entro a su habitación. Ella me observa sin entender qué hago aquí hasta que ve mi sudadera manchada de sangre. Gime por la sorpresa, cierra el ventanal y vuelve a observarme.

- ¿Intentabas defenderte con la almohada? - bromeo, ella observa su almohada y la lanza a su cama de nuevo.

- ¿Qué estás haciendo aquí? ¿Cómo lograste entrar? ¿Qué te sucedió? - ruedo los ojos.

- Haces demasiadas preguntas - hago una mueca de dolor.

- ¿Qué te ocurrió? - señala mi herida y suspiro sentándome en su cama.

- Una pelea callejera - miento.

- Necesitas ver a un médico - niego con la cabeza y ella abre los ojos como platos - ¿No? Hay demasiada sangre ahí y tú... Te ves realmente fatal - suspiro y levanto mi sudadera y mi camisa. Sí, hay mucha sangre pero no es la primera vez que tengo que lidiar con una herida. Arya chilla y se tapa la boca.

- Voy a estar bien - ella niega con la cabeza y corre a su baño para después traer consigo un botiquín de primeros auxilios.

- Quítate eso - ordena.

- ¿Qué haces? - ella se acerca a mí y deja el botiquín sobre su cama.

- Tenemos que hacer que deje de sangrar y después ir a un doctor para...

- Oye, tranquila - ella me observa -. No es mi primera vez - rueda los ojos y yo sonrío.

- Quítate eso - señala mi sudadera y mi camisa.

- Dije que estoy bien - mi voz sonó más dura. ¿Qué pretende? ¿Tocarme? ¡Ja! No.

- Si estuvieras bien no habrías venido a mi casa - enarca una ceja y abre el botiquín. Buen punto.

- Quería verte - ella bufa y me empuja sobre su cama -. Oye, tranquila... Sé que soy irresistible pero no tienes que ir tan rápido - me observa con asco y rueda los ojos. Una risa ronca se escapa de mis labios y ella me cubre con su mano.

- Cierra la boca - aparto su mano rápidamente de mí -. Mis padres podrían escucharte.

- No quiero que me toques - hablo con seriedad.

- Estás en mi habitación - responde con seriedad.

- Con esa pijama rosa y esa coleta no te queda hacerte la chica ruda de las carreras, Arya - un asomo de sonrisa aparece en sus labios pero lo reemplaza rápidamente por una mueca. Se deshace la coleta y suspira.

- Por favor, tenemos que detenerla - puedo ver el terror en su mirada observando la sangre y me doy por vencido. Me saco la sudadera y la camisa con dificultad y ella me examina con la mirada. Una sonrisa aparece en mis labios y ella vuelve a rodar los ojos.

Comienza a revisar lo que hay en su botiquín y dejo de prestar atención a lo que hace y observo su habitación.

¿Realmente corre en carreras ilegales? Parece más una niña de hogar.

Un ardor punzante me recorre todo el cuerpo. Arya ha puesto un pedazo de tela suave sobre mi herida.

- ¿Qué clase de pelea callejera? - levanto mis hombros.

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