Capítulo 32

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Christopher POV'S

Arya suelta un gran suspiro y sonríe mientras sus manos tocan sus rodillas.

— Gracias — susurra tomando aire e incorporándose.

— Me debes una — rueda los ojos y asiente —. ¿Tus amigos te están esperando? — ella asiente.

— Los veré a unas cuantas calles de aquí — acomoda su cabello y al darse cuenta de que la observo se detiene —. Bien, gracias... Tengo que irme — da un paso al frente y la detengo tomándola del brazo.

— ¿Fiesta del colegio? — asiente zafándose de mi agarre —  Arya — suspiro —. ¿Adónde vas realmente? — ella se sorprende pero su reacción es reemplazada por una de confusión.

— Ya te lo dije... Además, no tengo por qué darte explicaciones — niego con la cabeza.

¿Cancelaste una reunión con los chicos sólo para ir corriendo ha ayudarla sabiendo que te estaba mintiendo? Eres tan estúpido, Christopher.

— No hay ninguna fiesta de tu colegio y dudo que asistas a las fiestas de los colegios rivales — ella abre su boca sorprendida —. Dime a dónde vas y no le informaré a tus padres que te escapaste — ella aprieta su mandíbula y se cruza de brazos.

— Sabía que era pésima idea hablarte a ti — asientó con una sonrisa.

— Sí, me debes un favor que me cobraré después — ella rueda los ojos —. ¿Adónde vas?

— A las carreras del centro — todo mi cuerpo se tensa.

— ¿Estás loca? Ese no es un lugar para ti, Arya — ella entrecierra sus ojos en mi dirección.

— ¿Por qué sigues subestimándome? — niego con la cabeza.

— ¿Travis está de acuerdo? — maldición, lo mataré si él la apoya.

— En realidad... Ellos no saben que me escape — señalo las bardas detrás de ella.

— Regresa — bufa.

— ¡No! Tú no eres nadie para decirme lo que tengo que hacer — me acerco a ella.

— Bien, me cobraré mi favor ahora así que regresa — ¿acaso quiere matarse?

— No me estés jodiendo, Christopher — comienza a caminar. Maldición, no...

— Vale, pero yo iré contigo — se detiene.

¿Tú también quieres que te maten, imbécil? Si te ven serás al primero  que asesinen.

— No necesito niñera — dice con dureza.

— Pues estás actuando como si lo necesitarás. ¿Las carreras del centro? ¿Quieres matarte? Ese no es un lugar para ti, Arya — me observa.

— ¿Para ti sí? He esperado esas carreras por años y no dejaré que nadie me impida ir — si me hubiera dicho que quería escapar por eso no la ayudo.

— ¿Sabes que no hay nadie que te proteja ahí? No importa que tan buena seas corriendo, si entras una vez no te dejarán salir. Te hará competir hasta que alguien logre vencerte y si no lo logran te fichan. ¿Sabes lo que eso significa, cierto? — su sorpresa es reemplazada por entusiasmo — Dime que no eres tan estúpida, Arya — digo con dureza.

— Las he esperado por tanto... — susurra.

— Sube — señalo el auto y ella niega con la cabeza —. Yo iré contigo y no te alejarás de mí en ningún momento. Si llamas la atención nos meteremos en problemas — yo más que tú.

AdrenalinaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora