2.

782 43 6
                                    

La luz del sol pega sobre mi rostro y me remuevo sobre la almohada con la intención de evitarla y dormir un poco más pero es imposible, me ha despertado del todo.
Unos brazos envuelven mi cintura por detrás y siento a Louis pegar su nariz a mi cuello aspirando mi aroma, ruedo sobre la cama y quedo frente a él que tiene los ojos cerrados pero está sonriendo

-Buenos días hermosa- abre los ojos y amplia aún más su sonrisa mostrando sus dientes, mi corazón se hincha al verlo y sonrío instantáneamente

-Buenos días

-¿Cómo amaneciste?- antes de que conteste frunce el ceño y acaricia mi mejilla con su mano, posando un mechón de mi cabello detrás de mí oreja-Perdóname por lo de ayer, me comporté como un idiota contigo y tú solo estabas preocupada. Perdón mi vida, estaba muy cansado con todo lo del trabajo y...- lo callo besando sus labios dulcemente y lo siento sonreír sobre mis labios, cuando nos separamos lo observo a sus ojos, tan azules como el mismo cielo

-Ya, lo entiendo perfectamente. Tú perdóname, sé que no debía marcar a tu trabajo, pero me preocupaba que algo malo hubiera ocurrido. Louis, si algo te ocurriera...- siento un hueco en el estómago de solo imaginar que él dejara de estar junto a mí y frunzo el ceño tratando de borrar esa imagen de mi cabeza. Louis deposita un beso sobre mi frente y frota su nariz contra la mía

-Shh, tranquila, nada podrá separarme de ti, jamás. Eres lo mejor que me ha pasado Ailey, no te dejaría ir tan fácilmente.- guiña el ojo izquierdo y siento mis mejillas tornarse rojas de inmediato -Bien, bajemos a desayunar y luego saldremos; te voy a compensar por mi estúpido comportamiento de ayer.- muerdo mi labio inferior y asiento, el sonríe y sale de la cama, lo observo caminar para colocarse una playera y admiro su torso delgado y tonificado.

Salgo de la cama y me coloco una bata, bajamos a la cocina y cocino un par de tostadas con mermelada para mí, y para él un plato de avena con mermelada. Entre el desayuno hablamos acerca de su trabajo y me repite que no quiere que trabaje nunca pues, según él, él es el hombre y debe ser quien cuide de mi mientras me ocupo del hogar, me burlo de él por sus anticuadas ideas pero dejo el tema pues al final sé que ganará. Louis sube a bañarse y arreglarse en lo que lavo los platos del desayuno y limpio un poco la mesa. Supongo comeremos fuera, así que no debo preocuparme por qué voy a cocinar hoy.

Subo a la habitación y Louis está secando su cabello con la toalla, tomo las mías y me adentro en el baño que se encuentra dentro de mi armario, tomo una rápida ducha y salgo a vestirme, hoy es un día caluroso así que me pongo unos jeans claros y una blusa de tirantes simple blanca con una chamarra verde militar y mis tenis negros. Aplico poco maquillaje sobre mi rostro y cepillo mi cabello, tomo mi bolsa y giro el pomo de la puerta cuando escucho a Louis hablar por teléfono, está susurrando. Abro ligeramente la puerta, solo un poco, lo suficiente como para no ser vista al escuchar su conversación.

-Te dije que hoy no. Saldré con Ailey- calla unos momentos y yo frunzo el ceño-Si está bien, mañana nos vemos- lo escucho suspirar y tomar algo que supongo son las llaves del auto- Vale, te veo mañana amor- cierro la puerta de inmediato y recargo mi espalda sobre esta, mi respiración se atora en mi garganta y siento mi corazón apretujarse con fuerza, un picor amenaza mis ojos y respiro profundamente para no llorar. Escucho unos toques en la puerta y trato de relajarme antes de abrir, Louis se encuentra frente a mi con una sonrisa

-¿Lista?- muerdo el interior de mi mejilla y sonrío sintiendo un dolor en mi pecho

-Lista- besa mi mejilla y yo sonrío, fingiendo que estoy bien, tratando de ocultar el dolor que me quema por dentro y amenaza con romperme completamente, porque ahora es seguro. Louis me engaña, pero al menos ante sus ojos y ante todos su mujer soy yo y con eso estoy feliz.

Labios Compartidos. || L.TDonde viven las historias. Descúbrelo ahora