Labios Compartidos. || L.T

11. FINAL

Cuando despierto me encuentro en el hospital, hay una venda alrededor de mi cabeza y algo está sobre y debajo de mi nariz, pues, según me dijo mi médico cuando entró a verme, mi nariz se rompió. Mi madre entra a mi habitación llorando y comienza a decir cosas sobre demandar y sobre que el hecho de que ella siempre me dijo que Louis no le inspiraba confianza. Le hago saber que no pienso levantar una demanda sobre Louis, a lo que ella me dice que estoy loca y muchas cosas más, pero al final la que decide soy yo.

Mi padre me hizo saber que ellos no le han permitido la entrada a Louis a mi habitación, lo cual agradezco. Johanna vino a verme también, lloró desconsoladamente pidiendo disculpas por lo que su hijo me hizo pero en realidad, ella no tenía la culpa de nada. Simplemente la abrace y le hice saber lo importante que ella era para mí.

El alta me la dan hoy, y lo primero que haré será ir a mi casa. Llámenme loca pero necesito hablar con Louis, no lo he visto en todo el tiempo que llevo inconsciente, que han sido tres días, y los siguientes dos que he estado en observación. Al salir del hospital, mi padre se ofrece a llevarme a mi casa junto con mi hermano, el cual tuvimos que hacer jurar que no le haría nada a Louis de nuevo, ya que mi madre me contó que lo había golpeado cuando llegó al hospital pero los médicos lo calmaron amenazándolo con sacarlo. Acepte el hecho de que me esperaran fuera de mi casa en lo que hablaba con él, pues aún hay riesgos de que pueda volver a lastimarme.

Mi padre se estaciona frente a mi casa y yo tomo un gran respiro, bien, aquí vamos. Bajo del carro y me dirijo dentro, cuando entro noto que la casa está vacía. Cierro la puerta y escucho algo detrás de mí, al voltear Louis se encuentra en las escaleras parado frente a mí, me observa de pies a cabeza; comienza a bajar lentamente los escalones sin dejar de observar todo mi cuerpo. Trago saliva y no me muevo, solo observándolo igual que él a mí. Cuando por fin sale de su trance decide hablar.

-Ailey...-pronuncia cuando queda frente a mi e intenta tocarme, rápidamente coloco mis manos frente a él y doy dos pasos hacia atrás, lejos de él

-No- niego con la cabeza y lo observo con los ojos achicados-No te atrevas a acercarte a mi.-él me observa con dolor en la mirada y sin embargo, no quiero que se me acerque, que me toque. Me duele verlo así pero el miedo que ha crecido en mí es más grande.

-Ailey, princesa, perdóname. Perdón por...-

-¿Por qué, Louis, por engañarme con otra mujer? ¿O acaso por romperme la nariz a golpes? Explícame Louis, ¿Por qué? - lo observo decepcionada; todo lo que yo hice por él, di absolutamente todo de mi, me entregué a él completamente y para nada, para recibir eso a cambio.

-Ailey no sabes cuánto lo siento mi amor, te prometo...- intenta hablar pero no quiero escucharlo

-Basta, no pidas perdón. No lo hagas si sabes que voy a caer, deja de inventar mentiras que voy a terminar creyendo, deja de mirarme como si de verdad estuvieras arrepentido.- mis ojos se llenan de lágrimas inmediatamente pero las palabras han salido de mi boca involuntariamente- No lo hagas, pues ahora tengo miedo que me hagas volver a ti.

-Ailey, te amo como jamás creí amar y esa no es una mentira. Yo quiero que seas mi mujer, que seas la madre de mis hijos y poder presumir al mundo que tengo de esposa a la mejor- niego con la cabeza mientras las lágrimas siguen cayendo descontroladamente de mis ojos

-Eso no es verdad. Tú me apartaste de tu vida, cuando la mía eras tú. Y te amo, más de lo que te puedes imaginar incluso más de lo que cualquiera puede imaginar, pero no puedo, no. No quiero seguir contigo. – me sigo de largo y subo a la habitación, donde tomo mis maletas y comienzo a lanzar mi ropa dentro de ellas. Louis sube detrás de mi y se queda parado observando lo que hago

-No Ailey no me hagas esto. Hermosa, no por favor.- paro un segundo y volteo a verlo

-¿Para qué, has terminado ya lo que sea que tienes con esa mujer?- traga saliva y se queda callado a lo que sonrío carente de humor-Eso imaginé

-Pero puedo hacerlo, por ti yo...-

-Louis- cierro mis maletas y las bajo de la cama, las arrastro y me coloco frente a el- déjalo ya. Se acabó.- bajo las escaleras y me dirijo a la puerta

-No, no te puedes ir. No.- escucho a Louis decir tras de mí y volteo mirando a sus ojos, me acerco a él y tomo su rostro con mi mano, lentamente deposito mis labios sobre los suyos, y comienzo a besarlo lentamente, sin prisas, no las hay pues en verdad no quiero que acabe. Nuestro último beso. Me separo de él y lo miro a los ojos, extiendo mi mano y tomo la suya con la otra colocando sobre esta la cajita azul con el moño plateado.

-Te amo, feliz aniversario-  frunce el ceño unos segundos y después su expresión cambia, pareciese como si acabara de darse cuenta de algo y niega con la cabeza frenéticamente. Le sonrío una última vez antes de alejarme de él; abro la puerta y salgo dirigiéndome al carro donde mi familia espera.

Y entonces lo entiendo, hace mucho tiempo que Louis dejó de amarme e incluso puede que yo igual lo haya hecho y simplemente se haya vuelto una necesidad. Subo al carro y volteo a ver la casa de nuevo observando al hombre que se robó todo mi amor en la puerta, sonrío y me despido con la mano, y entonces el carro arranca y me voy; dejando a Louis y a mi corazón dentro. Alejándome de ellos para siempre.

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GRACIAS, y espero de todo corazón haberlas entretenido un poco con mi historia y haya sido de su agrado <3