Labios Compartidos. || L.T

8.

No llegó a dormir. Es nuestro aniversario y no llegó a dormir. Es sábado por lo que no tiene que trabajar hoy, y es medio día y sigue sin aparecer. Le he marcado varias veces y me manda a buzón. ¿Lo habrá olvidado? Nunca había olvidado nuestro día. Bien, tal vez llegue en un rato, casi siempre salimos alrededor de las cinco. Decido comenzar a arreglarme pues puede que llegue en cualquier momento y quiero lucir bonita para él, en especial hoy.

Me doy un baño rápido y cuando salgo me coloco lencería pues sé lo que ocurrirá hoy. Después de haber estado con ella. Niego con la cabeza y alejo esos pensamientos que no me sirven para nada, estuvo con ella, sí, pero eso no quita que vaya estar conmigo también y debo mostrarle que soy buena para él, que puede seguir conmigo y con ella también pero no necesita dejarme.

Me coloco un vestido que sé que Louis adora, es color rojo, con la espalda descubierta y pegado hasta un poco por encima de las rodillas. Usaré tacones pues él me ha dicho que le gusta como lucen mis piernas en ellos y dejo mi cabello suelto pero le hago ondas con mis tenazas, hoy me maquillare, no mucho pues no es lo mío pero lo haré sólo por la ocasión.

He terminado hace veinte minutos de arreglarme y son exactamente las cinco diez de la tarde, Louis no ha marcado ni ha venido por nada y comienzo a preocuparme ¿Qué si algo le pasó? No sé si deba marcar a su madre, pues si solo no llega por estar con otra mujer, él se enfadará conmigo por meter a Johanna en esto, pero es que no sé qué hacer. Le marco a su teléfono otras dos veces más pero de nuevo me manda a ocupado y decido esperar.

Son las seis y media y nada, Louis no aparece. Llamaré a su madre, pues prácticamente ya lleva un día desaparecido. Tomo el teléfono y comienzo a marcar cuando escucho la puerta principal abrirse, Louis está ahí, despeinado y usando las mismas ropas de ayer, luce despreocupado y por alguna razón me sonríe

-¿Piensas salir a algún lado?- señala mi cuerpo y se dirige a la cocina donde se sirve un poco de agua y bebe sin dejar de mirarme, yo me dedico a observarlo pues no explica donde ha estado en todo el día, el frunce el ceño y alza la ceja -¿Y bien?

-¿Dónde estabas?- cruzo mis brazos y lo observo seria, el ríe de mí y coloca el vaso en el fregadero y pasa de largo. Mientras comienza a subir las escaleras, llamo por su nombre pero me ignora y se mete al baño. Toco la puerta pero no responde y escucho el agua de la regadera caer. Perfecto, buen momento para bañarte.

Cuando sale se coloca unos pantalones negros y una playera negra junto a sus tenis igualmente negros y seca su cabello. ¿Qué demonios? Paso mis manos por mi cabello y respiro fuerte.

-¿No me dirás donde estuviste?- pregunto incrédula, el me observa algo fastidiado y rueda los ojos

-En algún lugar que no te interesa- se coloca loción y me observa de nuevo-¿Por qué estas vestida así?- señala mi ropa de nuevo. Lo olvidó, mi corazón se estruja ante el hecho de que olvidara nuestro aniversario pero solo niego con la cabeza

-No puedo creerlo Louis, no te apareciste en todo el día y no llamaste, y cuando por fin te apareces, no dices donde estuviste y tú solo ¿te bañas?- coloco una mano en mi cadera y con la otra tomo el tabique de mi nariz entre mis dedos y niego con la cabeza-Eres increíble

-Relájate- simplemente dice y me enfurece ¿Relajarme? El idiota no aparece en todo un día, olvida nuestro aniversario y quiere que me ¿relaje? A la mierda

-Vete a la mierda Louis- tomo mi bolso y salgo sin decir nada de la habitación. Bajo las escaleras y lo escucho detrás de mí, al llegar al comedor me alcanza, toma mi brazo y me voltea de golpe, en sus ojos se nota que está furioso pero igual lo estoy, o más

-¿Cómo me dijiste?

-Que te vayas a la mierda- me suelta bruscamente y me empuja fuertemente, provocando que caiga al suelo y me lastime el tobillo -¿Qué te pasa, estás loco?- el pasa ambas manos por su cabeza y se aleja un poco, jadeo y me pongo de pie moviendo en círculos el tobillo que me lastime y verificando que esté bien. Él no dice nada, no se disculpa pero tampoco me insulta. Decido ignorarlo y camino hacia la puerta, estoy por abrirla cuando lo escucho decir mi nombre, volteo a verlo y tomo una fuerte respiración

-¿A dónde mierda crees que vas?- camina lentamente hacia mi y trago saliva, sinceramente me da miedo, pero no creo que me haga daño, no llega a ese extremo. 

-Fuera, ¿no ves?- repito las palabras que me dijo y sonrío, achica sus ojos y me observa

-¿Qué, ya encontraste quien te logre soportar?- ríe cínicamente, sus palabras duelen pero estoy molesta, muy molesta.

-Tal vez, y si fuera así ¿qué? Tú lo dijiste, estas harto de mí, no te importará que busque a alguien más.- Los ojos de Louis se oscurecen y trago saliva, sonríe y niega con la cabeza

-Pequeña zorra- comienza a caminar hacia mí y trato de retroceder

Y entonces de golpe me doy cuenta que, en realidad, tengo miedo. Miedo de él, pues él no es Louis. No es el chico del que me enamoré y ya no estoy segura de sí puede hacerme daño o no. Y, la verdad, creo que lo hará.

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