A regañadientes me llevaron al host club, donde fui recibida por cuatro galanes y la chica/chico de antes.
Sonreí intentando se le quitara el nervio que le daba verme, pero no pasó.
Tamaki se acercó a mí con galante sonrisa y besó mi mano. Pero cuando Kyoya, que ya no me miraba con sorpresa sino con hostigamiento, dijo mi nombre, el francesito se puso blanco.
—¿Tonnerre? —preguntó el rubio balbuceando.
Cuatro chicos me vieron con odio, y la chica/chico con temor. Kyoya también estaba muy molesto, pero su enojo era por algo que yo sabía perfecto, yo lo había causado.
—Eclair es mi hermana mayor —expliqué y morí acribillada con miradas.
No era para menos, la tonta de mi hermana lo había echado a perder.
Pero yo lo arreglaría. A mí se me daban las cosas mejor pues, a diferencia de ella que pensaba con el corazón, mis pensamientos nacían en mi cabecita loca.
—Necesito hablar contigo, Tamaki... a solas —pedí, pero ellos no se fueron—. A solas —repetí un poco más fuerte y nadie se movió, al contrario, se plantaron dispuestos a no largarse.
Ni siquiera Tamaki se movió, él parecía bastante asustado.
Yo no creía que Eclair diera tanto miedo. Sospeché que tal vez había algo más que yo desconocía, pero que no preguntaría, pues no era algo que pudiéramos tratar justo en ese momento. Era otra cosa la que me competía.
—Sophie est moi (Sophie está conmigo) —susurré al oído de Tamaki y salió del shock para mirarme entre incrédulo y expectante. Yo asentí—. Es importante, Tamaki... por favor.
Tamaki me pidió acompañarlo afuera pidiendo al resto del grupo que no se aproximaran a nosotros y, aunque eso les molestó demasiado, no hicieron por moverse como lo esperaba.
Al parecer lo respetaban mucho más de lo que parecía a simple vista.
—¿Vas a exigir que me case con tu hermana? —preguntó el rubio una vez que estuvimos a solas.
Estaba receloso y lo entendía, Eclair era una caprichosa sin remedio.
—No, por supuesto que no —dije.
—Entonces, ¿quieres que me case contigo? —preguntó sorprendiéndome.
Comencé a sospechar que Eclair había creado un trauma mayor al que imaginé.
—No quiero ser ruda, pero no eres mi estilo, así que, lo lamento, pero no te pediré eso.
—¿Qué quieres, entonces? —preguntó confundido.
—Que me escuches —pedí y él me miró perplejo.
Él de verdad estaba esperando lo peor de mí pero, aunque yo era más caprichosa que Eclair, no era una mala persona. Creo.
Continúa...
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MON TONNERRE
FanfictionElla llegó, revolvió todo, hizo de la vida de él un desastre y luego desapareció, dejando todos los rastros que una tórrida tormenta deja en un indefenso campo, pero no estando más. Después de solo desaparecer sin decir nada, ella no puede pretender...