Capítulo 12

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—¿Pedirás a Tamaki que se case contigo? —preguntó Kyoya, lo miré con desgano negando con la cabeza—. ¿Harás que se case con tu hermana? —preguntó después y resoplando con la nariz volví a negar.

—No soy una maldita estafadora —dije Cansada de sus reproches—, solo soy alguien curiosa que intenta descubrir el significado de ser una familia —y él me miró con curiosidad.

—¿Por qué tienes curiosidad sobres eso? —preguntó—, tú tuviste una familia.

—Si la tuve —acepté—, pero en mi caso ser familia significaba ese lazo de sangre que sucederá los negocios familiares. Quiero algo diferente, quiero aprender a amar de verdad, como Sophie ama a Tamaki —dije.

—¿Por qué quieres aprender algo como eso? —preguntó.

—Porque eso es amor verdadero —dije comenzando a llorar—, algo que no tuve y algo que necesito saber para que mi hijo no crezca como yo, desconfiando del mundo entero y sin ser capaz de amar a nadie.

—¿Tu hijo? —preguntó sorprendido.

—Nuestro hijo en realidad —informé—. Debimos ser mucho más cuidadosos en el verano —intenté sonreír pero no pude, solo pude agachar la mirada y seguir llorando.

—¿Nuestro hijo? —preguntó y entonces si sonreí. No sé si eran mis nervios o que su reacción era algo divertida, pero pude relajarme un poco después de sonreír.

—Solo si quieres —dije—, en realidad no estoy esperando que lo aceptes, mucho menos que quieras casarte conmigo y reconocerlo, esto es mi responsabilidad y no vine a sacudir tu vida, vine a aprender de lo que se trata ser mamá —sonreí a Anne Sophie que tomaba mi mano.

»Aunque voy a confesar que no me molestaría que mi bebé tuviera un padre que lo amara, pero para ello ya se ofreció Tamaki, así que realmente no estoy pidiendo nada de ti —concluí.

—¡Qué no viniste a sacudir mi vida dices! —exclamó Kyoya—. ¿Me pregunto qué habrás hecho de mí entonces?

—¿Qué diablos significa eso? —cuestioné casi furiosa.

—Desde que llegaste no has hecho más que sacudir mi vida —dijo él—. Cuando apareciste me llenaste de un sentimiento incontrolable que no sabía descifrar, luego desapareciste dejándome envuelto en rabia, impotencia y frustración; reapareciste volviéndome loco de ira y celos; y ahora me inundas en felicidad... definitivamente viniste a sacudir mi vida, eres mi tormenta... eres MON TONNERRE

Sonreí apenada, pues lo que eso significaba era que podría hacer esa familia que tanto anhelaba, con ese chico que me amaba y al que amaba también.

FIN 

MON TONNERREDonde viven las historias. Descúbrelo ahora