__________ tiene la cabeza recargada en el cristal de la ventana de su puerta. Escucho como solloza pero no me dice nada. Subes sus pies al asiento, de manera que abraza a sus piernas. Desconozco el motivo por el cual está llorando. No sé si es porque está en algún tipo de shock después de lo que ha pasado. Y del hecho que ella ha tenido que matar a su novio. Ahora ex-novio, o novio. En realidad no entiendo esa conjetura.
—Lo siento — me dice de pronto
— ¿Qué? — le pregunto
—Siento, eh, todo lo que te he hecho pasar. Todo lo que te hice sufrir. Tú no lo merecías, tú no lo mereces Justin. Tú eres un buen chico que lamentablemente tuvo la mala suerte de toparse conmigo. Probablemente hiciste algo malo en tu vida pasada y lo estas pagando en esta al haberte enamorado de mí.
— ¿De que estas hablando, ______? —le pregunto. No le encuentro sentido del todo a lo que está diciendo.
—Estoy tratando de disculparme y lo estas arruinando por completo —dice mientras sorbe un poco su nariz. Se coloca recta en su asiento y voltea a verme. Giro mi cabeza rápidamente para verla rápidamente y después de reojo solo un poco.
—No tienes que hacerlo —le digo, soy honesto. No tiene que preocuparse de nada.
—No tienes que preocuparte de nada.
—No tengo que preocuparme de nada —repite —. Joder. Tu respuesta solo me hace sentir más culpable.
—No debería.
Nadie dice nada por los próximos diez minutos. ______ sacude su pierna a un ritmo rápido. Como si estuviera nerviosa o ansiosa por algo. Se inclina un poco y de la guantera saca un paquete de cigarrillos. Toma uno y lo enciende. Después baja la ventanilla para que el aire circule y el humo no se quede encerrado. Hago lo mismo con mi ventanilla y apago el aire acondicionado de la camioneta.
— ¿Quieres uno? —me ofrece y acepto. Me da el que ya tenía encendido, ella toma otro y lo enciende.
Pero sigue sacudiendo su pie.
— ¿Estas bien? —le pregunto.
Niega. —No.
— ¿Quieres hablar de ello? —pregunto y tomo una gran bocanada del cigarro, que pende de mi dedo medio e índice.
________ aspira de su cigarrillo. No me dice nada. En cambio se le queda viendo a este. Frunce el ceño —No —al momento que me responde el humo sale de entre sus labios.
—Se supone que debes de odiarme a muerte. No tratar de ser comprensivo conmigo mientras te he tratado como la misma mierda y te hecho sufrir demasiado. Joder Justin, no hagas esto. —dice de repente en un todo desesperado.
— ¿Hacer que ______? Diablos, estas actuando de una manera muy extraña.
—Lo siento... es la cocaína. La necesito —habla lentamente y después suelta una risa histérica.
— ¿Cuan jodida estoy, eh? —tiene los ojos rojos, llenos de lágrimas.
— ¿Has vuelto a usar drogas? —le pregunto con voz severa
Ríe —Nunca deje de hacerlo.
Da una bocanada al cigarrillo y recuesta su cabeza en el reposacabezas del asiento.
—________.
—Justin —deja que el humo se escape de sus labios cuando habla.
— ¿Quieres saber la verdad de toda es mier*da Justin? —me pregunta. Asiento. —Eres tú, siempre has sido tú. Sabía que si volvía a drogarme de alguna manera te sentiría cerca de mí, así siempre podría contar conmigo aunque fuese en mi drogada imaginación.
Suspira y quita las lágrimas de sus mejillas. —Te amaba, te amo ahora y lo seguiré haciendo por el resto de mi jodida vida. Pero esa la verdad. Nunca lo voy a negar. Porque la realidad es que te amo.