Capitulo 3

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  Está sentado delante de mí, la isla de la cocina nos separa y, mientras me perfora con la mirada yo me muevo incomoda en mi lugar. Sus ojos tienen un toque tan acosador que me dan miedo. Siento que estoy a punto de recibir una de las peores reprimendas que alguna vez en mi vida había recibido.

—Cuando quieras, esta charla puede comenzar. —dice empujando levemente la botella de agua para quitarla de enfrente de él.

Bien, estamos a punto de comenzar.
Tomo una gran respiración y digo —: No sé sobre qué es lo que quieras hablar.
Mi tono es medio burlesco y sé que lo hare enfadar fácilmente. Mi postura es desinteresada pero estoy más consternada que Justin en este momento. «No te enojes conmigo, bebe. » Pido mentalmente.

— ¿Estas completamente segura que tú no sabes nada de lo que tenemos que hablar? —dice el, moviendo los 43 músculos que se necesitan para fruncir el ceño. Mejor que mueva los 17 que se necesitan para crear una sonrisa.

—Mhm... con esto queremos llegar ¿a? —le digo esperando una respuesta concisa. Aunque en mi mente ya ronda la idea de sobre qué es lo de lo que me está hablando.

—_______ —dice en tono severo. Suspiro pesadamente — Ya sé que todas las noches te escapas a un bar, a jugar poquer o billar. Eso no es el problema, al menos para mí no lo es. Solo quiero saber porque lo haces

— ¿Para quién es el problema, entonces?

—Tus hermanos ya están enterados —me contesta mientras lleva la botella de agua a sus labios mientras sus ojos buscan los míos.

Toso, escandalosamente para evitar ahogarme con el jugo que estaba tomando.

— ¿T-tu les dijiste? —pregunto

El niega con la cabeza —No, fueron ellos quienes me dijeron a mí.

—Justin yo...—comienzo a decir pero el corta mi frase

—No. Solo quiero saber porque lo haces.

—Justin, yo, no sé porque lo hago

—No, _______, a mí no me vengas con esas estupideces de que no sabes porque lo haces.
Se pone de pie y camina hasta estar a mi lado, mueve el taburete en el que estoy sentada para que lo vea de frente.

— ¿Estas intentando hacer una misión o algo parecido? —me pregunta. Niego — ¿Entonces?

Bajo mi vista hacia el piso y me quedo allí sin decir nada.

— ¿No me vas a decir nada? —Justin toma mi mentón, haciendo que lo mire a los ojos.

—No puedo.

—Si puedes, solo que no quieres. —hay cierta burla en su mirada.

Le sonrió —Algo me dice que ya lo sabes...

Asiente —Pero quiero que tú me lo digas.

Paso mi lengua sobre mis labios para humedecerlos. Él está ahí, esperando por mi respuesta.

Exhalo exageradamente antes de dar mi respuesta.
—Tyler me invito a estafar gente con el... y no se es divertido.

Justin me sonríe y se acerca para besarme.
—No quiero que hagas eso _______, no tienes porque.

—Es que no lo entiendes...—digo con la mitad de un nudo apoderándose de mi garganta.

El cierra los ojos por un momento. Irritado.
—Lo voy a entender si tratas de explicármelo.

—No es tan fácil como crees que lo es, Justin. Esto está más allá de mí.

— ¿Cómo es eso posible, ____? —dice Justin. Su voz suena completamente frustrada, al paso que va la conversación, no me sorprendería que terminemos gritándonos.
—Y no me vengas con la tontería de que solo estas recibiendo órdenes, porque, te conozco muy bien para que a este tiempo, tú vengas a hacer lo de alguien más.

—Por una vez en tu vida, Justin ¡créeme!

—Joder ______ ¡lo hago! —Con desesperación pasa una mano por su cabello dando unos cuantos pasos hacia atrás, alejándose levemente de mí — ¡Siempre lo he hecho!

—Justin —hablo con mis ojos ardiendo por las lágrimas que quieren salir.
No quiero pelearme con Justin por una tontería, que es totalmente ajeno a nuestra relación.
Con un leve salto, bajo del taburete y camino hacia él. Como está dándome la espalda, paso mis brazos alrededor de su cintura entrelazando mis dedos sobre su abdomen. Doy un beso en su espalda. Lo siento tensarse. Más de lo que ya lo está.
—Sé que debo de cuidar lo que hago. Entiendo perfectamente que no soy solo yo ahora. Estas tú conmigo, y estas tus hermanos. Perdón. Yo no pensé que esto fuese a causar tantos problemas. Justin, lo hice pensando solo en mí, lo admito. Planeaba hacerlo solo por un tiempo, y te juro que quiero dejarlo. Y lo hare. Mejor ahora que solo llevo un poco de tiempo en esto que más adelante cuando este verdaderamente enviciada. ¡Joder Justin! Perdón, lo lamento, yo...

Pero me callo. Ya no sé qué más decir. Justin se gira sobre sí mismo, aun, envuelto en mis brazos.

—Solo no quiero que te metas en más problemas, shawty.

Asiento. Con sus pulgares, Justin limpia las lágrimas que comenzaban a bajar por mis mejillas. Lentamente, Justin guía mi rostro al suyo para encontrarnos en medio de un beso.

—Creo que va a ser mejor que nos mudemos a Roma antes de lo pensado... —digo lentamente, después del beso

— ¿Por qué?

—No a todos los hombres de por aquí, les gusta que una chica les gane en los juegos donde ellos son expertos.

—Explícate, ________. —pide Justin.

—Que, tal vez ya me he ganado algunos nuevos enemigos...con amigos mafiosos...  


Je ne regrette rienDonde viven las historias. Descúbrelo ahora