Alma.
Observaba a Trevor lavar los platos como si no tuviera nada más que hacer, cosa que era cierta. Mis pies estaban pegados al piso prácticamente manteniendo mi mirada en su espalda y observando como la camiseta blanca se pegaba ligeramente a ella. Cuando hacia cualquier movimiento con sus brazos se marcaba aún más y yo parecía embobada con aquel común movimiento que él hacía parecer tan sexy.
-Muñeca, no es por nada, pero siento que vas a matarme si sigues viéndome.- Dijo él mientras veía como se expandía una sonrisa y se daba la vuelta secando sus manos.
-L-lo s-iento.- Mi voz temblaba y estaba más que segura que mis mejillas estaban apunto de explotar.
-Te ves linda cuando te pones roja, muñeca.- Dijo clavando su mirada en mi.Ok, mis mejillas están apunto de hacer bom, adiós mejillas.
Él soltó un gran carcajada. Cuando estaba apunto de salir, tomó de mi cintura y planto un beso en mi cuello.
-¿Cuál será mi cuarto? ¿O pretendes que duerma contigo? No tengo problema con eso.- Dijo levantando una ceja seductora mente.
Parecía que su apariencia de "inocente" de hace unas horas había desaparecido. Maldición, dije en mi mente. Él solo quería aprovecharse de la situación, de eso estaba segura y como respuesta, yo lo había besado. Idiota, idiota, idiota.
-Hey, tierra llamando a Alma.- Dijo moviendo una mano delante de mi.
-Ah, sí, no, no vas a dormir conmigo. Dormiras en la primera habitación que ves ahí.- Dije señalando la habitación de la madre de Alec.
Yo me quedaría la de Alec sea como sea. Era lo último que tenía de él.
-¿Es de tu madre? Hay un montón de cosas de mujer por aquí.- Gritó cuando entro a la habitación.
Caminé hacia la habitación para que no tuviera que gritar de nuevo.
-Esta no es mi casa.-Dije con frialdad. Estaba molesta, molesta conmigo misma por haberlo besado, por haberlo dejado entrar a la casa primero que todo.
-Oh, ¿es de tu amigo ese?- Dijo poniendo su bolso tirado en el suelo.
-Se llama Alec, y sí, es de él.
-Supongo que tu duermes en su cama. Que romántico.- Dijo riendo.
-Sí, duermo en su cama, y si me disculpas...- Dije dando media vuelta para irme pero rápidamente sus manos tibias tomaron mi muñeca.
-Oye, esta bien, esta claro que que lo extrañas, todo esta bien, no estoy pretendiendo nada. Aún.- Dijo sonriendo abiertamente.
-Esta bien. Iré a leer.
-Oh, ¿lees? Maravilloso. Me gusta leer, es como tener un televisor en tu cabeza. Y no, no estoy haciendo esto para conquistarte, de verdad me gusta. Se que no tengo pinta de nerd pero, no necesito unos lentes de pasta y cuadrados para ser lo ¿no?- Dijo sonriendo una vez más.
No pude evitar reír por eso y por el pensamiento de ver lo leer. A él, a alguien como él. Algo épico sin dudas.
-Pues... He estado leyendo unos Diarios.- Dije algo avergonzada por la idea. Ya no estaba sola como creía así que leer unos diarios parecía algo bastante malo.
-Dios, ¿en serio? Eso es genial, joder.- Dijo saltando.- Siempre quise hacer eso pero, ya sabes, gente, pero ahora es lo mejor que se puede hacer.
-¿En serio?- Me reí al verlo tan emocionado.
-Si, claro, saber que tan despreciable fue la vida de los demás debe ser fabuloso.
ESTÁS LEYENDO
Atrapa Sueño.
Teen Fiction"Vaya- Me dije a mi misma, ya que no había nadie a la cual dirigir palabra". Alma Jackson es solo una adolescente de 17 años con un mejor amigo, Alec Bleckthor, y una vida que cualquiera podría determinar como "difícil". Una vida llena de maltratos...