La carretera. El calor. La lluvia. La ballena borracha. El silencio. Toda la carretera estaba llena de poemas de Marciana escritos con lápiz labial rojo, violento. Roto. El silencio. Lo último que supimos de Marciana y Highway 34 fue que se robaron un camión tanque de gasolina y por donde pasaban provocaban un incendio. El silencio. El incendio del silencio. La lluvia. El silencio. La lluvia. El incendio del silencio. La lluvia. El silencio. La lluvia. La carretera. Por donde pasaban dejaban la huella de los labiales en el reflejo de la mañana, en la lluvia, en los billares, en los wc, en la hierba, en las nubes, en el olor de los días y al final, como siempre, se quedaban con las manos vacías. Se quedaban al borde de la carretera pensando, puta vida, que la mañana, la hierba, el humo, el olor de los días pasaban por entre sus dedos como agüita invisible, un agüita que iba borrando el color de sus cuerpos para siempre de la página absurda y abierta del calor. Mierda. Un poco de whisky. Un cigarrillo. Un labial. Highway mi amor. Marciana mi amor. No hables.
Kilómetro 10
Hoy soy una aspirina, tal vez una anfetamina
Highway mi amor
Tengo el culo frío
Una máquina negra destila un millón de tigres sangrientos en la mitad de mi cuerpo
Hoy soy una aspirina, tal vez una anfetamina y parece que hoy nada camina
No camina el camión
Tengo ganas de saltar al vacío
ganas de cortarme las venas con el filo de tu aliento
con el filo de tus silencios
para que la mañana y el cielo y las nubes
se llenen con tu sangre
Hoy soy una aspirina, tal vez una anfetamina
Me falta un tornillo
y seguramente se me ha perdido en tu caja de herramientas
Highway mi amor, tengo el culo frío
Kilómetro 13
La carretera no conduce a ningún lado
Estamos en la mitad de la niebla
y el día se desangra en el asfalto
Es domingo, son las tres de la tarde
y me dices que mis teticas son como dos naranjas invisibles
en la mitad de la pradera de los días
Highway mi amor
Houston vuela alto
Escuchas a Mozart
y esta carretera no conduce a ningún lado
Pásame la botella y mojamos los días
y la luz y el silencio con un poco
de whisky
con un poco de Mozart
Highway, ballena borracha
regálame un poco de tu desolación
Highway, ballena borracha
regálame un poco de tu Mozart
regálame un poco de tu lluvia
para provocar una pequeña tempestad
en los pequeños cielos restringidos
que llevo en la mitad de mis oos
Highway, ballena borracha
matémonos y hacemos dos pequeñas cruces
con las líneas blancas de la carretara.
Kilómetro 20
Highway, mi amor
encendiste la máquina de hacer los días
y no sé cómo pararla
He intentado con los silencios, con los ruidos
con las palabras, con la lluvia
con la llave número 13
Highway, mi amor
encendiste la máquina de hacer los días
y no sé cómo pararla
Highway, mi amor
Prefiero las máquinas de hacer pájaros
Kilómetro 29
Hoy tengo ganas de ser el espejo
sucio de un bar de carretera
para atrapar un millón de gestos
Hoy tengo ganas de ser un camionero solitario
que huele a gasolina y cerveza
Hoy tengo ganas de ser la risa de un boxeador ebrio
que perdió su mujer, la pelea y la apuesta
Hoy tengo ganas de ser el espejo
sucio de un bar de carretera
para escribir con el aliento invisible
el nombre de Dios en medio de una borrachera,
Hoy tengo ganas de ser el espejo
sucio de un bar de carretera
para apostar a Dios
con dos dados, una cerveza y tres bolas de billar