Solo Una Cita.

No puede ser!

Narra Paige*

Ya van dos semanas desde que Deán me propuso matrimonio, últimamente estuvimos muy ajetreados entre los preparativos, las invitaciones, la iglesia, ya por suerte tenemos a los padrinos. Obvio son Aj y Roman.

-Paige. Me llama allá abajo mi futuro esposo.
-Ya voy. Le grito, baje las escaleras todavía en mi pijama, un pequeño short de licra negro y un top con el DA estilo Deán Ambrose.
-Dime amor. Digo dándole un beso.
-Ya encontré la iglesia en que podemos hacer la boda.
-En serio?
-Si mira.
Me paso unas fotos, era bellísima era estilo bizantina pero algo contemporánea, de colores blanco y beige.
-Es hermosa!
-Verdad que si.
-Bien ahora tan sólo nos falta el vestido. El me miró incómodo- Que?
-No puedo acompañarte en eso, es de mala suerte.
Iba a refutar eso pero de pronto sentí un gran mareo y unas náuseas.
Fui corriendo al baño y descarge la pizza de ayer en la noche.
Cuando salí del baño, Deán me miraba preocupado.
-Estas bien? Me preguntó.
-Si, sólo fue un mareo leve.
-Que hizo que dejarás un nuevo aroma en el baño.
-Oye, eso no fue muy amable.
-Lo se, perdón, vistete rápido.
-Para que?
-Para que te revise.
-Lo dices como si estuviera dañada.
-No es eso... Sólo que no quiero perderte. Me abrazan y luego continúa.-Eres muy importante para mi y no me lo perdonaría.
-No lo haras, siempre estaré contigo, voy a ser tu esposa se te olvida. Dije.mostrándole mi dedo anular de la mano izquierda.
-Lo se, pero vistete que aún así iremos.
-Mandón.

*30 minutos después*

Íbamos en la autopista camino al hospital, el viaje fue muy cómodo, que bueno que obligue a Deán a mudarse a mi casa y no sólo eso, con el dinero de su casa compró un nuevo auto, es muy cool, como el lo llama.
-Cuanto falta, los asientos me están dando sueño.
-No mucho, si quieres duerme un poco, últimamente duermes muy tarde.
-Esta bien, me despiertas.
-Duermete!
-Últimamente estas un poco Mandón.
Después de eso tome un relajante descanso para mis ojos, tan sólo tome 15 minutos ya que me despertó en el estacionamiento del hospital.

Entramos al hospital, y vi que la recepcionista flaca no dejaba de ojear a Deán, así que simplemente llegue allá, lo tome la cabeza con ambas manos y le di un largo beso que lo dejó aturdido, pobrecito.
-Amor, quisieras darte prisa, recuerda que después iremos a casa de mis padres, nuestra hija nos debe extrañar. Vi como la secretaria flacucha esa se ponía a rabiar.
-Bueno amor, lo que pasa es que la señorita necesitaba mi número de teléfono, lo cual aún no me responde para que.
-Políticas del hospital.
-Bueno, podrías decirnos donde nos atenderán! Estamos algo atareados, estamos planeando renovar nuestros votos.
-Seguro... Consultorio 8 segundo piso.
-Gracias!! Y tu camina.
-Y ahora que hicé?
-Luego te digo.
Llegamos al consultorio y nos sentamos a esperar que nos llamaran, lo cual fue muy rápido de hecho.
-Saraya Bevis.
Entramos y luego observé que era un doctor de avanzada edad.
Me hizo sentarme en una camilla, me hizo algunos examenes y luego me sentó enfrente de su escritorio con Deán.
-Les haré unas preguntas y quiero que me respondan con la mayor sinceridad.
-Esta bien. Dijimos dubitativos.
-Tienen relaciones sexuales frecuentemente?. Hizo que se me subieran los colores a la cara.
-Si.
-Usan protección? Observé a Deán y estaba mirando a la ventana.
-Entre veces. Dije apenada.
-Señorita Bevis, he visto esto y la mayoría de las veces acierto, presenta náuseas y mareos, bueno me alegra informarle que va a ser madre! Me dijo sonriendo.
-Voy a ser padre?
-Así es Joven.
-VOY A SER PADRE! Gritó y me abrazo alzándome en el aire y haciéndome girar.
-Dean, muy rápido, detente... Viy a vomitar!
-En el cesto. Dijo el doctor dándome el cesto.
Luego de que agachara la cabeza sentí como mi pobre emparedado que comí antes de venir volvió al mundo, pero no de la misma forma.
-Idiota.
-Lo siento. Dijo Deán.
-Señorita, podría salir un momento necesitó hablar con su novio.
-Seguro. Salí y escuche como el doctor le daba una advertencia de algo.

*Narra Deán*
-Quieres unos consejos para paternidad?
-Claro.
-Pasa el mayor tiempo posible con ella, a solas, los demás sólo la pondrán en tu contra.
-Ok.
-Nunca, y por nada del mundo nunca, busques tener sexo si ella no quiere, sufrirás las torturas del sofá.
-Gracias, esa si importa bastante. Dije serio.
-Ni hables con otras mujeres, si que ella lo conscienta, y esta es la más importante de todas, nunca le digas que esta gorda.
-Usted es un Ángel.
-Ah, verdad, terminara comprando una almohada especial para embarazadas, no acostumbres mucho a que te abraze y tu a ella, la almohada se vuelve tu peor enemigo!
-Muchas gracias señor por todo. Le di las gracias y salí del consultorio.
-Que te dijo?
-Nada, algunas cosad sobre como sobrevivir al embarazo de tu esposa.
-Que!?
-Nada, nada.
Después de eso volvimos a casa y me fui a tomar un baño, estaba enjabonandome cuando sentí unas manos, una sujetando mi cintura y la otra pellizcando mi glúteo derecho(nalga derecha para ser exactos)
-Sabes, el ser madre me pone algo traviesa.
Me di la vuelta, y le di un beso sujetando su trasero.
-Adoro la paternidad. Porque algo me dice que cambiare de parecer.

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Y bien que les pareció? si talvez un poco soso, pero estaba falto de inspiración, no podía hacer más, una vez más lo siento.
Att: Punk1202
Mi recomendación sigue siendo mi escritora favorita y única amiga de otro país lamentablemente, PaigeDeAmbrose15 y un amigo de Venezuela y gran escritor aunque su mamá diga lo contrario Rookie25FirstStriker.
Deuces, Punk1202 fuera.