Un día normal en el querido Colegio.

3.6K 241 34
                                    

ZOE

Mi despertador emitió un sonido espantoso, lo que me hizo exaltarme y salir de la cama hasta el suelo.



-Tengo que cambiar de todo- me dije. Me levanté del suelo y me sobé el golpe en el brazo derecho.

Fui directo al baño; me lave la cara, cepillé un poco mi cabello, lave mis dientes, me coloque mis gafas y salí en busca de lo que sería mi atuendo del día. No soy de esas chicas que tardan horas en elegirlo, o que se preocupen por combinar colores, accesorios y esas cosas; agradezco infinitamente que los miércoles nos dejen llevar ropa normal, en lugar de ese espantoso uniforme, sobre todo porque ya está entrando el invierno; los primeros jeens de mezclilla que salieron del clóset, una camiseta blanca sencilla, mis zapatillas converse y una sudadera para mantenerme caliente es lo unico que necesito.

Salí de casa con el tiempo medido para llegar al Instituto. Subí a mi bicicleta y comencé a pedalear.

Y justamente cuando creí que todo iba bien, fue cuando me di cuenta de que no llevaba el suficiente peso sobre mis hombros.

Me di un par de bofetadas mentales. Mi mochile se había quedado en casa. Aceleré como nunca antes.

Regresé a mi casa, adentre la llave lo más rápido posible y saque mi mochila, ¿no podría tener un día normal en toda mi vida?

Llegué al Instituto y deje la bicicleta en el lugar exclusivo para éstas al lado de unos grandes árboles. Corrí hasta mi aula, llegaría tarde a la clase de Ciencias, y eso sólo empeora mi mañana. Toque la puerta y de inmediato el profesor me abrió la puerta; me miro con cara de pocos amigos. Yo lo miré en busca de comprensión o algo, pero no obtuve nada; ese profesor es más amargado que alguien soltero a los 50, y se supone que tiene 32 (nadie lo cree).

-¿A visto la hora Señorita Smith?- preguntó mirando su reloj de muñeca, para después posarlo prácticamente sobre mí cara. Entiendo, uso gafas, pero creo que es para eso... ver mejor ¿no?, no era necesaria una indirecta tan directa.

-Lo siento profesor. Le prometo que no volverá a pasar- respondí apenada. Volví a mirarle y le sonreí tímidamente, él suspiró pesadamente.

-Eso espero señorita, tiene suerte, no había dado aún el pase de lista- serio se hizo a un lado para dejarme pasar. Entré y busque mi asiento en la mirada, pero no lo encontré, estaba ocupado; ¿quién además de mí le gustaría sentarse junto enfrente del profesor? A nadie, y mucho menos a Taylor Caniff, del equipo de soccer; pero recuerdo que la última clase de tanto desorden que hubo en la parte de atrás, el Prof. Miggins dijo que los separaría por el resto del curso.

Suspiré y me senté en el único asiento desocupado; junto al más raro de la clase, Matthew Espinosa.

•••••

La clase de Ciencias estuvo de verdad aburrida y realmente desesperante.

1) Porque fueron dos clases seguidas.

2) Porque Matthew estuvo lanzando bolitas de papel con saliva a todo el salón (incluyéndome), además de hablar y hablar de cosas sobre un videojuego que no importaba en lo absoluto.

Y sí, soy " la nerd " del salón, pero aunque no lo crean , a los nerds también nos aburren las clases. Participé y me gané algunos puntos extras para la calificación final, lo único verdaderamente bueno.

Era la hora de la siguiente clase para después salir a almorzar. Entro la profesora de inglés; siendo sincera, sólo de verla me estresa. Me gustaba la materia de inglés, hasta que nos quitaron al intiguo profesor y nos trajeron a ella; Ariana y yo siempre decimos que por lo único que se ganó el título de profesora es por sus largas piernas. Con eso quiero decir que no sabe absolutamente nada de inglés, y sólo viene aquí a coquetearle a los "más guapos". Siento como si la calificación que nos pone es por gusto; claro que a los "los guapos y populares" siempre tienen 10 , los desordenados, feos, raros, 8 o menos y por último, lo que siempre le seguimos la corriente un 9 como mínimo.

Salimos al descanso después de que la profesora tratara de enseñarnos "verbos en pasado, presente y futuro"; y claro que ella no sabía ni pronunciarlos. El Prof. Palacios, ya nos lo había enseñado, pero la profesora insistió.

Caminé hacia la cafetería en busca de Ariana. En su lugar me encontré con las porristas.

-¿Han visto a Ariana?- pregunté amablemente, ellas negaron y se fueron. No me caían bien, ni yo a ella, pero daba igual.

Pase por la mesa del equipo de soccer, y logré distinguir a Shawn.

No me gusta hablarle cuando está con los demás descerebrados de sus amigos. Se convierte en el idiota y arrogante "Shawn el popular". Pase de largo, pero un pie se interpuso en mi camino.

-Cuidado- me dijero en forma de burla y comenzaron a reírse. Como dije, se convierte en un idiota.

-¡Zoe!- Ariana corrió hacia mí. Me levanté lo más rápido que pude y sacudí mis rodillas.

-¡Hey!- la saludé. Ella mantenía la mirada en el equipo de soccer, los cuales se callaron en cuanto la vieron. Digamos que Ariana es un poco impulsiva cuando la hacen enojar. -Ariana... sabes, tengo hambre- no se movía- ¿Me acompañas por un sándwich?

-¿Me repites quién fue el que metió el pie en tu camino "accidentalmente"?- hablaba entre dientes. Ella estaba enojada.

-No tiene importancia, vámonos, por favor.

Caminó directo a Shawn y lo miró. Es uno de esos momentos cuando piensas, que si las miradas fueran pistolas, Shawn ya sería un queso, un queso bien muerto.

- Mira tú, hijo de mi tía, si vuelves a meterte con Zoe vete despidiendo de tu querido y hermoso cabello que tienes ¿entiendes?- amenazó mi amiga.

Todos en el Instituto sabemos, que cuando estos dos se pelean, es mejor alejarse. Pero es mi amiga, y no voy a dejar que la lleven de nuevo a la dirección.

La tomé del brazo.

-Ariana, vámonos, no lo vale.

-Idiota- le dijo a su primo y antes de irnos, le escupió. Ella le escupió, y su cara se salvó por un centímetro.

Los chicos ya están acostumbrados a este tipo de espectáculos, y normalmente, a que Ariana gane.

•••••

A la salida del Instituto, ya no logré ver a Ariana, por lo que decidí irme. Cuando llegué a casa, en la mese había una nota de mamá:

"¡Hola Hija! Espero que te haya ido bien en la escuela, no llegaré hoy hasta tarde, ya sabes, juntas de trabajo... Te he dejado comida en el refrigerador. Te quiere mamá ♥"

Genial. Otra vez sola.

No tengo hermanos, (almenos no de la misma madre) mis padres se separaron hace ya un tiempo, y él vive en otra casa, con su nueva esposa e hijos. Sigo visitándolo, pero ya no es lo mismo.

Saqué la comida del refrigerador y la coloqué en el microondas. Cuando por fin estuvo caliente, la tome y la lleve conmigo a mi habitación para hacer mis tareas de la escuela.

--------

Lo sé, lo sé, creo que fue un poco aburrido, pero, ese es un día normal en la vida de Zoe, no es tan interesante, pero no se preocupen pronto, ¡pronto será interesante! Gracias por leer, comenten para saber si es que les gusta.. ♥



¿Apostamos? »s.mDonde viven las historias. Descúbrelo ahora