ARIANA
Navidad, sinónimo de familia reunida; sinónimo de caos. Mi madre esta en su momento de ser histérica.
La cena con la familia de papá, a última hora se decidió que sería aquí en la casa, y mi querida mamá corre de un lado a otro buscando lo que probablemente tenga justo en su mano.-Mami ¿qué buscas?- pregunte con una sonrisa burlona.
-Mis... llaves- respondio viendo su mano; Touché. -Voy al súper mercado, por unas cosas que le faltan a Catina, ya vuelvo- tomo su bolso y salió a toda prisa dejando la puerta entre abierta. Me levante para cerrarla, pero cuando iba a tomar la perilla para empujar la puerta, un intentó del súper héroe flash, me dejo en el piso.
-¿¡Qué pasa contigo Joaquin!?- pregunte levantandome del piso con una mirada asesina y cerrando la puerta de un portazo.
-Perdón hermanita querida, tengo que comprar un reglado para Andrea, para esta noche.
-¡Oh, claro y tu novia es más importante que yo!, ¿Ya compraste MI regalo?- volví a preguntar con las ganas de lanzarme encima de él y ahorcarlo, junto con su novia.
-Por eso digo que... tengo que ir de compras, adiós- se despidió dando la media vuelta y desapareciendo instantáneamente por la puerta de la cocina. Me volví hacía el otro lado y mi otro hermano Francisco yacía sobre el sofá mirandonos divertido.
-¡Y TÚ ¿YA COMPRASTE MI REGALO?- me volví a él, como si fuese la mismísima exorcista y le pregunté a la mitad de un ataque de histeria y con mi tic del ojo presente. El me miró y se levanto instantáneamente del sofá para salir corriendo escaleras arriba. -¡Eso creía, COBARDES! ¡MÁS LES VALE QUE SEA ALGO QUE ME GUSTE!
-Señorita...- comenzó a decir Catina, a lo que yo me volteé con ganas de arrancarle la cabeza y respondí:
-¡QUÉ!- ella se sobresalto y me miro un poco asustada, aún que, ya esta acostumbrada a esto.
-Necesito que me ayude en la cocina, su madre me lo ordeno.
Genial.
-¿Acaso mi madre quiere que incendie la casa?- dije mientras caminaba a la cocina.
-Supongo que sí, señorita- respondió graciosa.
-Oh, cierto, quiero que enveneneS a mis abuelos- comente riendo.
Digamos, que mi abuela, es... la típica suegra que no le cae bien a nadie, y a mi madre, ella se odian mutuamente, y no, no es metáfora.
-Tampoco es para tanto Ariana- dijo Joaquin a mis espaldas. Al escuchar su voz, fue como si me hubieran dado una puñalada en la espalda; me voltee con los ojos casi saliendo de mis orbitas y arrugando la nariz.
-¡SIGUES AQUÍ!- y fue lo último que me escucho decir antes de que se escuchara un portazo apurado al otro lado de la casa.- ¿Qué tengo que hacer Catina?- pregunte recuperando la compostura.
-El pavo señorita.
Comprobado.
Mi madre quiere que haya una masacre, pero por infección estomacal.*******
Habian pasado al rededor de tres horas; el pavo, estaba... visiblemente listo (si quedo crudo no es mi culpa), la mesa esta elegantemente decorada, con mucho dorado y rojo de por medio; mis hermanos llegaron de sus compras de último momento y los obligue a envolver todos los regalos, tenian que aportar algo a la causa.
Mi madre llego con las cosas del postre, y Catina lo hizo en no mucho tiempo.
Papá término con todas las luces que según mamá hacían falta y ahora nos estamos terminando de alistar para la cena. Los abuelos se toman muy en serio esto de la elegancia y la perfección, así que... Estoy obligada a usar vestido y tacones, aún que no me molesta; solo que hoy pensaba usar algo mas comodo, ya que hace frío.
Nos despedimos de los empleados deseandoles a todos una feliz navidad y año nuevo. Extrañare a Catina, a Don Pedro, y a David; la cocinera, el jardinero y el chofer, respectivamente.
Mis hermanos tenian smoking negro, igual que papá; mi madre y yo llevabamos vestidos, el mio color blanco y el de ella color dorado.
Estabamos sentado en los sofás esperando que el no tan querido timbre suene; odió ese timbre, se escucha por toda la casa, si estoy en el jardín trasero, hasta allá se escucha que alguien toca, es muy molesto. Se anuncio por toda la casa el llegado de los abuelos y los tíos. En realidad, los quiero, son mi familia... pero, somos tan diferentes; ellos esperan que yo sea una abogada, una doctora, una arquitecta, hasta una política, pero no, yo solo quiero una profesión normal. Obvio mis hermanos son los reyes, yo... soy la cenicienta. Desde que nací ellos han sido los preferidos, no lo se... es complicado, y agregando que mi madre no es la nuera perfecta. La bomba explota.
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¿Apostamos? »s.m
أدب الهواة-Esto sera sencillo. Y después descubrirás por ti misma primita, que un hombre como yo no cambia, hombres como yo no nos fijamos en ese tipo de chicas. -No estés tan seguro. ¿No es lo mismo apostar con la virginidad que con el corazón? ¿Cierto? Po...