16 & Embarazada 《Libro 01 》

» TREINTA Y OCHO

Quedan exactamente dos días para el cumpleaños de Harry, hoy me veré con Sarah ya que tenemos que ir al local a terminar de arreglar todo. Zayn, Justin y yo estamos en mi auto, Justin lleva a Emma en sus brazos en la parte trasera mientras Zayn va a mi lado derecho en el asiento del copiloto. Le he dicho a Harry que iría a ver a Sarah y que saldríamos a hacer algunas compras parece habérselo creído o al menos eso espero.

Estaciono el auto frente al local "Celebrity" luego de media hora de camino, los tres nos bajamos del auto y yo abro la cajuela para sacar primeramente la carriola de Emma, las demás cosas están metidas ahí también pero los chicos se encargan de sacarlas. Armo la carriola y meto a mi pequeña dentro cubriendo con una pañoleta de bebé el frente. Sarah parece escucharnos ya que sale del lugar y se acerca a mí.

—¡Amiga!—Sus brazos me rodean y los míos hacen lo mismo

—Hola nena, ¿Cómo estás?

—Bien gracias—Se agacha para poder ver a Emma sin destaparla mucho—Esta tan hermosa.

—Lo sé, cada día se parece más a Harry.

—Bastante parecida a su padre—Justin llega a nuestro lado y toma a mi amiga de la cintura con su brazo libre—Hola mi amor—Sarah le da un rápido beso a Justin y luego saluda a Zayn—Entremos así podemos comenzar a ordenar todo de una buena vez.

—Será lo mejor.

Dejamos a Emma cerca de nosotros pero aun así alejada de las cosas peligrosas, mi nena duerme en su coche así que no es problema para nosotros. Comenzamos a ordenar el lugar, nos preocupamos directamente de la decoración y de los espacios, frente a nosotros hay un escenario que es donde estará el DJ que contraté esta semana. Las mesas estarán frente a este y la pista de baile quedará desocupada para todos. 

Cuando son cerca de las siete de la tarde me siento lo suficientemente cansada como para dejar las cosas hasta ahí. Entre todos decidimos que terminaremos mañana temprano por la mañana ya que parece que no era la única cansada. Me subo al auto dejando a Emma bien acomodada en su silla y llevo a mis amigos hasta sus casas. Cuando voy camino al departamento en lo único que puedo pensar es en una buena taza de té y una larga ducha. 

Aparco el auto en un espacio desocupado en el estacionamiento del lugar y bajo sacando a Emma y las dos bolsas con algunas cosas que compré en el supermercado. Me pongo el bolso en mi hombro y cierro el auto antes de subir al elevador. Cuando llego al piso correspondiente bajo de manera rápida y avanzo hacia la puerta, dejo a Emma—Quien está en su silla—En el suelo y busco las llaves, abro la puerta y vuelvo a tomar a mi pequeña para entrar.

—Amor ¿Eres tú?—La voz de Harry se escucha desde la cocina, como tengo el llavero en la boca me es imposible contestarle, pero lo veo salir de donde está y venir a ayudarme. Toma las bolsas y deja a Emma en la sala. Me quito los zapatos y dejo mis llaves en donde siempre. Me quito el bolso, la chaqueta y el pollerón. Harry viene a donde estoy y me da un suave beso en los labios.

—¿Cómo te fue con Sarah?

—Nos fue bastante bien, pero estoy muerta. Solo quiero darme una ducha e ir a dormir.

—Puedes ir a darte una ducha, tengo la cena lista—Lo miro totalmente agradecida—Cambiaré a Emma y le prepararé un biberón.

—Gracias. No tardaré.

Tras buscar mi pijama y algunas toallas me meto dentro del cuarto de baño, me desnudo rápidamente y me sumerjo bajo el chorro de agua templada. Gimo por la sensación que me provoca el agua caliente cayendo por mi espalda. No me había dado cuenta cuanto habíamos sudado ordenando todo el lugar. 

Unos veinte o treinta minutos después, cuando estoy lo suficientemente limpia y relajada salgo de la ducha y comienzo a secarme, me coloco la pijama y me calzo las zapatillas de descanso de una vez. Seco mi cabello con la toalla y luego lo amarro en un extraño moño. Salgo del baño y voy hacia la cocina donde Harry tiene todo listo, le sonrío adormecida y me siento a la mesa para comenzar a comer junto con él.

Al acabar de comer me dice que él se encargará de limpiar, así que solo me despido de él dándole un gran beso, me voy directo a cepillar mis dientes y cuando acabo me meto dentro de las mantas, mis ojos comienzan a cerrarse por sí solos y no me importa el no haberme secado el cabello. El sueño me gana y todo es oscuridad para mí.

Al día siguiente me siento más animada, hemos terminado de arreglar todo para mañana y las cosas que tenía que confirmar están listas. Me preocupo de confirmar la asistencia de las personas y cuando acabo es demasiado temprano para ir a casa, hoy hemos comenzado a eso de las diez de la mañana a trabajar, creemos que mientras más rápido hagamos todo, más pronto terminaremos y podremos relajarnos un poco.

Me despido de los chicos y me monto en el auto, salgo del estacionamiento y comienzo a conducir directamente a casa de mis padres. Cuando llego soy recibida por mamá, quien no deja de decirme lo mucho que nos extraña, al menos es lo que le entiendo ya que me tiene abrazada o más bien amordazada entre sus brazos. Almuerzo con ella y con papá y los dejo jugar con Emma un rato. Cuando la tarde llega me voy directo a casa.

—¡Llegué!

—Hola mi amor—Me acerco a él para darle un beso en los labios, dejo a Emma en la cama al lado de su papá mientras me cambio la ropa por el pijama—¿Cómo les fue?

—Bien, fui a almorzar con mis padres. Te envían saludos.

—Gracias—Veo a través del espejo a Harry jugar con nuestra pequeña. Sonrío y me quito los aretes antes de ir a tenderme junto a ellos—Siento que cada día crece más.

—Es porque es así—Acaricio la mejilla de Emma—Está tan grande y hermosa.

—Tal como su mamá.

—Estoy cansada—Suelto un bostezo y alcanzo a tapar mi boca—¿Cenaste?—Le pregunto a Harry, él asiente lentamente.

—Sí mi amor no te preocupes. ¿Por qué no duermes?

—Tengo que dormir a Emma.

—Yo lo hago—Se levanta de la cama con nuestra nena entre los brazos, me da un beso en la frente antes de caminar hacia la puerta—Buenas noches mi amor.

—Buenas noches Hazza.

Cierra la puerta tras de sí y yo ni siquiera me molesto en meterme bajo las sabanas, cierro los ojos y ya está.