No me dejes ir. [Don't Let Me Go] EDITANDO.

Capítulo 2

Harry's P.O.V:

–Adiós, Harry.

Es lo último que escucho para después oír el sonido de estática, dando a entender que ha cortado la llamada. Separo el móvil de mi oreja y lo dejo caer débilmente al piso a la vez que me encamino al baño de mi habitación, azotando la puerta detrás mío y cerrándola con seguro después. Me recargo en el trozo de madera y dejo deslizar mi espalda en éste, mientras que lágrimas salen de mis ojos sin que yo pueda impedirlo. Muerdo mi labio inferior y dejo salir sollozos de mi boca con dolor profundo. Miro al techo y trago saliva cuando mis manos empiezan a temblar. ¿Por qué lo hizo?, me pregunto internamente. Me cuesta mucho trabajo asimilar lo que recientemente pasó, ya que no me lo habría esperado de él.

Bajo mi mirada y la centro en el estante que se encuentra escondido en un rincón de la sala color azul cielo. Me levanto del piso y camino hacia dicho rincón, para después sacar la caja color plata que está debajo de un montón de ropa. La abro encontrándome con mi cutter y un montón de papeles useados cubiertos con sangre. Unos de ellos, secos, y otros recientes. Saco uno de los trozos de metal más afilados y cierro la caja cuidadosamente, dejándola encima del tocador. Separo mis pulseras de plástico, hilo y de más y paso el objeto por mi muñeca un par de veces. El ardor que causa la herida hace que muerda mi labio inferior sin que deje de llorar. Hago la misma acción con mi otro brazo hasta que tengo suficiente y creo haberme auto-satisfacido a mí mismo. Abro nuevamente la cajita a la vez que tomo una generosa cantidad de papel y seco la sangre en las heridas hasta que dejan de soltar el líquido rojo. Meto los papeles en el contenedor y vuelvo a guardarlo. Acomodo mis pulseras de manera que no se vean las abominaciones que me he hecho y salgo del cuarto de baño apagando la luz.

Frunzo el ceño cuando me encuentro a mi madre mirando un par de fotos que están en mi tocador, por lo cual decido cerrar la puerta con un sonido notablemente fuerte haciendo que ella se sobre salte y me mire. Simplemente aprieto la mandíbula y, segundos después, llevo los dedos índice, pulgar y anular al puente de mi nariz, mientras que suelto un suspiro con los ojos cerrados.

–¿Qué te he dicho sobre entrar a mi cuarto, Anne? -Digo una vez que abro los ojos. Decido matarla con la mirada para intimidarla.-

Y funciona.

–L-lo siento, Harry. -Dice a la vez que traga saliva y muerde su labio inferior, cosa que me frustra, ya que esa manía la tenemos todos los Styles.- Solo quería saber si estabas bien; escuché sollozos y me preocupé.

–¿Desde cuándo te importa lo que a mi me pasa? -Pregunto incrédulo.-

Deja de morder su labio y se acerca temerosamente a mí, lo cual me hace retroceder groseramemte. Ella comprende mi incomodidad, así que se para en seco y baja la cabeza.

–Harold, por favor no digas eso. Sabes que te amo y demasiado, por que soy tu mad...

–Tú, no eres mi madre. -Respondo seco. Ella traga saliva y levanta su cabeza lentamente- Tú, eres sólo una desconocida que me jodió la puta vida. ¿Te atreves a decir que eres mi madre? -Pregunto con naturalidad, haciendo que sus ojos se cristalizen y vuelva a morder su labio.- No te mereces ser llamada de ese modo. Y te diré una cosa. -Me acerco a ella y la miro con frialdad.-  Tú, para mí, estás muerta. -Digo haciendo énfasis en la palabra 'muerta'. Ella hace de su boca una gran "o" a la vez que su labio inferior empieza a temblar.- Ahora lárgate de aquí.

–Que te quede claro, Harold, yo nunca dejaré de ser tu madre. Y tampoco dejaré de amarte más que a mi propia vida. Sólo quiero tu bien. -Sus ojos brillan por las lágrimas que constantemente caen de sus ojos. Suspiro y aprieto la mandíbula a la vez que miro a un punto fijo en la pared. Segundos después, escucho como la puerta se cierra.-