- ¿Estás bien?-Dijo acomodándose los lentes.
- No, no lo estoy. Me siento enferma y éste lugar me enferma más, déjeme ir a casa. - Dije mirándolo a los ojos,
- Ágatha, todo es parte de un proceso, tienes que ser paciente. - Pronunció aquellas palabras en un acto por calmarme.
Me levanté del sillón en el que me encontraba, lo miré a los ojos, y musité.
- Me siento muerta.Salí de la habitación, podía respirar tranquilamente afuera. Caminé un poco, hasta que me encontré con una enfermera. No me agrada. Pude verla, su cabello blanco hacía juego con su uniforme, su rostro con el peso de los años reflejaba una rigidez única.
- ¿Qué haces?- Preguntó algo exaltada, tiene razón no debería estar aquí. Mucho menos caminando sola, después de todo soy una niña « loca» .
- Nada, Srta. Enfermera.- Dije, tratando de mantener un tono de voz creíble.
- Bueno, te acompañaré a tu habitación, Ágatha. - Dijo tomándome de la muñeca con fuerza y arrastrándome en dirección a mi alcoba, o mejor dicho, mi celda.
No pude resistirme, si lo hiciera sabe Dios que cosas me harían. Llegamos a mi habitación, me empujó hacia ella, y después cerró la puerta con una llave plateada algo antigua. - Buenas noches, Ágatha. - Dijo fríamente, mientras se escuchaban sus pasos alejándose.
« Si tan sólo estuviera tía Dan aquí. »Repetía esto una y otra vez en mi mente, hasta caer en los brazos de Morfeo.
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Mi amiga la Luna #FesBooksAwards
FantasyÁgatha, una niña de ocho años, se encuentra en un manicomio. Ésta pequeña es huérfana de padre y madre. Sólo tiene un pariente y es su tía Dan, hermana gemela de su madre, con la que desea estar. Al no soportar el trato en dicho establecimiento, b...