Macaria [cth]

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— ¡Macaria! —Seth tomó mi rostro entre ambas manos y apretó mis cachetes haciéndome reír como siempre él lo hacía — ¡Tienes que comer! —volvió a gritar mientras besaba mi frente y luego me abrazaba con fuerza.

—Y luego dice que no está enamorado ¡Nadie te cree Seth! —Blanca grito y el castaño se separó de mi rodando los ojos —Mírenlo, hasta está enojado porque hice que se separen —me senté junto a Seth y él tomó mi mano con fuerza por debajo de la mesa.

Eso sólo significaba una cosa, concentre mi mirada en los ojos de mi amigo mientras intentaba respirar con normalidad.

Calum estaba cerca.

—Los tortolitos, siempre lo supe M —su voz hizo que un escalofrío me recorriera todo el cuerpo.

El apodo.

Ese estúpido y hermoso apodo había salido de sus labios.

—No la llames así —Seth habló con calma y mire en dirección hacia donde Seth y Blanca lo hacían.

—Es cariñosamente, Macaria también es mi amiga ¿No es así? —mire la sonrisa en su rostro y relamí mis labios.

—No —frunció los labios.

—Oh, M, esperó que no sigas resentida por lo del vídeo —apreté con fuerza la mano de Seth —Eso ya es pasado —Blanca dio un paso hacia adelante y Calum retrocedió —Da lo mismo, voy a mi mesa... —mire a mi alrededor y nadie parecía prestarnos atención pero sabía que estaban escuchando todo, siempre lo hacen.

Él idiota número uno que humilló a Macaria.

No tenía las mejores notas, tampoco era la más popular, no hacia ningún deporte y no tenía a todos los chicos atrás de mi como para que él se fije en mi.

Tampoco era una marginada pero ser conocida por mi respeto y amabilidad con todos, eso no era una razón para que él quiera jugar así conmigo.

Nadie había entendido al principio porque Calum y sus amigos me habían elegido, y yo seguía sin hacerlo.