capitulo 17| una pasion que florece.

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⚠️Advertencia⚠️

Éste capítulo contiene escenas de bl (boy love/amor entre hombres), si el tema no es de tu agrado y consideras que te sentirás incómodo/a leyendo, te recomiendo pasar de capítulo.




Esa mañana había despertado cuando el sol que se colaba a través de las cortinas que alguien se había encargado de correr la noche anterior, se colaba dando directo en mi cara, tomé aire mientras me levantaba estrujado mis ojos sintiéndome un poco aturdida, había descansado tan bien que ya no tenía sueño pero en cambio sentía dolor en mi cuerpo. Específicamente el pecho y mi brazo izquierdo al cual fui a acariciar descubriendo que tenía una venda cubriendo la zona, sin embargo al mirar traía una ropa que no era mía puesta.

Era una camisa blanca de mangas largas que me recordó que no estaba en mi cuarto, ni en mi casa o mi cama, miré a mi alrededor recapitulando un poco la forma en la que llegué y las razones por las que llegué, el día de ayer había tenido que defender mi vida con un arma en manos, recuerdo que seguía latente y vivo dentro de mi cabeza de forma ardiente, lo sucedido fue lo que me trajo hasta aquí.

Deslice las manos por encima del colchón suave que abrazaba mi cuerpo recordando como la noche anterior estuve llorando entre los brazos de Kenny, y como éste después me confesó lo que siente y luego... oh Dios mío.

Sus manos dentro de mi pantalón y yo gimiendo como una puta necesitada.

Mi corazón se aceleró de pronto al recordar como estuve casi expuesta para él, como me miraba y sonreía con satisfacción mientras se disfrutaba la imagen, e imaginarme aquí recostada disfrutándolo de esa manera me dejó aturdida totalmente. No podía creer que después de haber matado a alguien mi cuerpo haya reaccionado de esa forma, es decir, solo me tocó, no hubo sexo, su cuerpo no se hizo dueño del mío cosa que aunque me avergüenza agradecía, perder la virginidad el mismo día donde cometí tal crimen no iba a ser un buen recuerdo, yo no necesitaba eso y él lo comprendió.

Me levanté de la cama buscando de orientarme un poco, los recuerdos del lugar eran vagos debido a la oscuridad por la cual fui recibida. Abrí las cortinas dejando que el sol me diera de lleno en la cara, estaba tan cálido y acogedor que no pude evitar avanzar hasta que me detuve frente al barandal del balcón que da al jardín, era grande, muy verde y colorido, era hermoso, la piscina era enorme y su azul hacia juego con el despejado cielo.

Expandí las manos mientras cerraba los ojos y miraba al cielo respirando con profundidad, le agradecía a Dios en silencio por estar viva, por haber sido valiente y sobre todo agradecía a Kenny por darme algo más en que pensar por qué de no ser por eso, seguro mi cabeza estaría atrapada en el momento en que dispare el arma... el arma, tras pensar en esa cosa mi cabeza volvió de golpe a la tierra, mirando por sobre mi hombro tratando de adivinar donde la había dejado, siendo la mesa de noche frente a la cama el lugar correcto.

Me acerqué a pasos lentos mirando como brillaba el metal mientras reposaba en la mesa, mi mano se extendió cuando lo único que nos separaban eran unos pocos centímetros hasta tomarla, la levanté mirando su diseño. Era increíble como una cosa tan pequeña podría ser tan peligrosa y en mis manos se veía tan imponente, no me imagine a mi sosteniéndola y disparando a pesar de que ahora giraba lentamente en dirección al enorme espejo que estaba frente a la cama y que antes no había notado.

Caminé frente al éste mientras subía la mirada a mi propia silueta, estaba descalza, con la camisa cubriendo mis muslos y el pelo revuelto pero suelto, el arma posaba en mi mano derecha mientras caminaba viéndome de esa forma.

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