Me enamoré de un chico malo, sí, yo también caí ante la figura de un chico travieso de carácter fuerte al cual todos respetaban. Yo también caí al pensar en todo eso que los libros me enseñaban acerca de ellos pues las chicas jóvenes e inmaduras com...
Los siguientes días me la había pasado igual que los días anteriores a la platica fallida con Kenny, desanimada y poco motivada, por que después de saber que a Kenny no le importo yo ni mis emociones empece a sentirme decaída y ridícula. Ridícula por que por mucho tiempo yo fui la que insistió en querer acercarme, en querer darle la mano y ser una amiga para él a pesar de sus advertencias.
Quizás poner distancia entre ambos sería lo mejor. (Cosa que por supuesto no haré)
Tras salir de la ducha con la toalla colgada de mi cabello al cual secaba, pensaba en ponerme el pijama e irme a la cama ya que no tenía ganas de salir, se supone que la fiesta a la qué fui invitada sería hoy pero mis ánimos me habían abandonado, estaba en ese punto de negación donde solo quería estar metida en la cama para descansar. Sin embargo, mientras me miraba al espejo empecé a preguntarme por qué razón debía quedarme en la cama a pensar en Kenny y estar triste cuando el chico claramente puede coger u pasarla bien sin tenerme presente.
Es decir, si él podía ¿por qué yo no?
Estaba tan sumida en mis pensamientos que no había notado la presencia de otro cuerpo en mi habitación, hasta que giré los ojos y di un ligero respingo exaltando mi corazón por completo ya que se trataba de Michael el cual había abierto la puerta y todavía se encontraba parado al frente hablando con mi mamá.
Para estas yo me había colocado unos shorts ajustados que llegaban a la altura de mi ombligo y se apretaba ahí marcando mi cintura, y un top corto de espalda abierta, dejé mi cabello suelto y por esa noche decidí disimular un poco mi rostro dándome unos toques de maquillaje para nada ostenoso, algo sutil que resalte mi belleza.
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Se supone que la fiesta es en la casa de Kenny y por supuesto que él va a estar ahí, así que debo verme lo mejor que pueda para que el maldito sepa de lo que se pierde por idiota, necesitaba darle deseos de no querer estar con otra incluso si eso significa parecer una perra ésta noche.
Michael finalmente entró en la habitación lanzándo una mirada analítica al atuendo que llevaba puesto, era simple pero mostraba piel, era algo sexy pero sin rozar en lo vulvar. El chico pone una mano en su pecho y la otra al frente como si le acabará de dar un falso ataque cardíaco.
-estoy teniendo un Hetero panic ahora mismo-
Suelto una risa por la locura que decía el chico mientras terminaba de colocarme perfume y vigilar que mi cabello se vea bien,
-¿por qué tan sexy?- segundos después solo agitó las manos diciéndome que no responda. -olvídalo, ya sé por qué.-
Y no se equivoca, por supuesto que si me esmero en verme bien es por que quiero poner los ojos de Kenny en mi. Sacudí ligeramente la cabeza dejando los pensamientos al aire, caminé en dirección a Michael frente a la puerta.
-Estoy lista-
-andando- Michael extiende su antebrazo el cual tomo para finalmente ambos bajar, despedirnos de mis padres y salir de la casa. He de admitir que estaba nerviosa, después de esa incomoda platica en el Campus no volví a hablarle a Kenny, Louis y Micke se han estado turnando para venir por mí ya que supuse que él mismo se los pidió, así que verlo en un ambiente distinto podría ser interesante o estresante.
