capítulo 7| sensaciones y entrenamiento.

97 9 0
                                    

Desperté exaltada a causa del tono de mi teléfono pues la noche anterior había olvidado conectarlo al cargador y de paso bajar el volumen para evitar que me despertarán como ahora sucede. A regañadientes y un poco acelerada contesto sin mirar la pantalla.

-¿que?- Digo en voz baja mientras lucho contra las ganas infernales que arremeten contra mis ojos por cerrarlos y hacer que vuelva a dormir.

__Necesito que nos veamos__ La voz al otro me toma por sorpresa, con ese tono ronco, profundo y demandante que solo él puede tener. Pero la palabra "necesito que nos veamos" provocó un ligero atisbo de emociones extrañas que me obliga a alejar el teléfono de mi oído y divisar el nombre que había en la pantalla y era el de Kenny, le había guardado como el caletas, ya después se lo modificaría.

-¿para qué?- Me senté no obstante sobre la cama, con las piernas cruzadas mientras me hacía dudas mentales sobre para qué quería verme mientras un largo bostezo ataca mi cuerpo.

-necesitas entrenar- Y por supuesto quería verme para eso, ¿para qué más me llamaría?

-¿donde nos vemos?- Pregunté ya poniéndome de pié intentando alejar un poco el sueño que aún tenía y así bajar los pies de la cama buscando algo cómodo para vestir.

-te busco en la tarde-

¿Tarde?, Mi entrecejo se frunce cuando éste cualga de la nada dejando ahora la incógnita de que hora podía ser y de si iba a venir él o mandaría a alguien más como la ultima vez. Levanto el teléfono frente a mi rostro para observar la hora y así ubicarme un poco dándome cuenta que son las cinco de la mañana.

Abrí la boca lista para maldecir por los mil Dioses por haber sido despertada en medio de la madrugada solo para que Kenny me informe que en la tarde nos veremos, pero ya había colgado. ¿en serio no pudo llamarme en la mañana o después de clases?

-Lo voy a matar- Me eché nuevamente a la cama para tratar de conciliar el sueño una vez más.

__

-¿Saldras?- Mi madre aparecio detras de la puerta que da a mi habitación, cuestionando lo dicho anteriomente antes de acercarse y sentarse justo detrás mío al borde de la cama.

-Si- sonreí al contestar levantando la mirada a ella de forma momentánea.

-ah- asiente con la cabeza mostrándose insatisfecha con la respuesta que le di. -¿y a donde?- cuestiona y de pronto siento mi corazón latir con fuerza, mi cuerpo se desequilibro por unos segundos y sentí como el aire se me atascó en el pecho. Estaba peinando mi cabello y hasta el cepillo pareció sentir la tensión de mi cuerpo por que se me cayó de las manos, chocando contra el escritorio y luego el suelo. Bajé rápido a recogerlo. -últimamente estas saliendo mucho- al no recibir respuesta Añade aquella frase mientras sus manos se entrelazan una con la otra y se inclinaba adelante, sin quitarme la vista de encima.

-No exageres mamá, solo he salido tres días- intento sonar razonable mientras subía dejando el cepillo sobre el escritorio para luego amarrar mi el cabello en una coleta.

-pero llegas tarde y nisiquiera avisas a donde iras- entonces su mirada se torna seria, tal cual me mira Sebastian cuando quiere regañarme, tal cual me mira Michael cuando me cuestiona. Empiezo a creer que no soy la dueña de mi vida, por que ahí tengo a tres personas distintas buscando ser la voz de la razón o influir en mis decisiones.

Pero bien, ella tiene razón, los días que he salido a verme con Kenny no he avisado tampoco he dado excusas de mi paradero, solo saben que estoy con Michael cuando a él se le antoja decir que estoy con él. Y si no tenía el valor para decirle a mi mejor amigo lo que estaba haciendo, con ella era peor.
Por que sabía que ella podía ejercer su poder sobre ni y yo no iba a poder contradecir, al mismo tiempo, sabía que no dar una excusa válida, las preguntas iban a continuar. Y ya tenía que irme, Kenny podría llegar en cualquier momento y no quería que lo vieran.

Another perspectiveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora