Jet Black Heart « l.h.»

14 - Brooke.

Observé la foto durante varios minutos mientras la sostenía con delicadeza. Sentía que esa foto era como un pequeño tesoro, un trocito de mis recuerdos más valiosos impresos en una cartulina. Mi madre la había encontrado hoy al revisar las cajas del desván.

Brooke sonreía alegremente, con una sonrisa tan viva y sincera que me daban ganas de volver a llorar. Yo estaba encima suyo, a caballito, literalmente cayendo y me reía. Me acuerdo que esa foto la había sacado mi madre cuando era el cumpleaños de Brooke  número quince y yo tenía trece años.

Acaricié la foto y la pegué en la pared frente a mi cama. 

Me tumbé, cubrí mi cuerpo con las sábanas y cerré los ojos; sintiendo, por primera vez en varios meses, aún vivos los recuerdos de ella. La extrañaba mucho.

Oí un gran golpe en la habitación y me levanté alarmada. Eran las doce de la noche y mis padres no estaban en casa, habían ido a una cena con los compañeros de trabajo de mi padre. Vi como una sombra en el suelo gemía dolida y echa un ovillo, después identifiqué el rostro de Luke al levantarse y ponerse en pie.

-¿Luke? - Me destapé y fui hacia él. Me reí por la gran caída que debía de haber tenido al entrar por la ventana.   - ¿Qué haces aquí? -

-Vi a tus padres salir antes y pensé, ¿por qué no? - Dijo casual, como quien comenta el tiempo, mientras caminaba por mi habitación. Se paraba a ver algún peluche que conservaba, mi escritorio con el ordenador, algún libro por la estantería que le llamara la atención. ¿Quién era este chico y qué había hecho con el Luke con miedo a todo? - ¿Me echaste de menos?

Sonreí.

-¿Qué tal tu día? - Pregunté acercándome a él cuando se detuvo en un punto y me miró. Él se encogió de hombros.

-Bien, bueno, normal. 

-¿"Bien, bueno, normal"?

-Estuve toda la tarde sin el móvil, lo había perdido en casa. Al final lo encontré caído entre los cojines del sofá. Estuve media tarde escuchando cómo mi madre me echaba el sermón de "eres un descuidado, el móvil cuesta mucho dinero", luego un buen rato estuve buscándolo y cuando lo encontré no tenía batería. Por cierto, acabo de ver tus mensajes, lo siento por no haber podido responder. 

-No pasa nada.

-¿Qué tal tu día? ¿Saliste al final con Grace y Ashton?- Preguntó acercándose a mi y colocándome un mechón de mi pelo tras la oreja. En serio estaba preguntándome si ese era Luke.

-Bueno, estuvo bien... - Ignoré el pequeño bajón que tenía hacía unos minutos. - Sí salí con ellos. Hoy Ashton estuvo algo extraño.

-¿Por qué? ¿Está enfadado? 

-No lo sé y Grace tampoco. Le envié varios mensajes pero no responde. - Me encogí de hombros.

-Seguro que se le pasará. - Pasó una mano por mi mejilla y se acercó a mi, hasta dejar un beso en la otra.

-¿Y qué te ocurre a ti? Estás muy cariñoso. Es decir, me gusta, no pienses mal. - Reí. - Pero hace menos de veinticuatro horas no eras así. Eras más... Tímido. Ya sabes, eres Luke, Luke en el diccionario viene con una aclaración detrás. Luke. Sinónimo: Tímido.

Luke se encogió de hombros y se alejó, volviendo a prestar atención a pequeñas cosas de mi habitación. 

-No sé, me siento a gusto contigo. Así es como soy con la gente con la que me siento a gusto. Así que me alegro que te guste. - Sonrió.

Me alegró mucho saber que Luke se sentía a gusto conmigo y ya no era tan tímido como al principio.

-También eres bastante cotilla, ¿sabes? - Comenté al verlo leer una de las notitas que tenía colgadas en la pared, con fórmulas de química. Las había dejado ahí para estudiar hacía unos meses para un examen. Siempre se me olvidaba quitarlas.