Jet Black Heart « l.h.»

20 - Antes de irme...

El día anterior al del viaje pensé que no saldría. Quería tomarme todas las horas posibles para relajarme y guardar fuerzas para los próximos días. La noche del miércoles había sido agitada y al día siguiente no pude descansar, había pasado la tarde con Grace en su casa. Grace estaba tan preocupada como yo por Ashton. Comenté que me había hablado por mensaje una sola vez y luego volvió a dejarme en visto, como llevaba haciendo semanas.

Mis planes de quedar sin salir de casa en todo el día se vieron arruinados a causa de tres chicos. Luke lanzó sin compasión una pelota desde su habitación y rebotó con fuerza en la pared de la mía. Yo estaba durmiendo las siesta, eran cerca de las seis de la tarde cuando el brusco sonido de la pelota me despertó. Me incorporé alterada y vi la pelotita rodar por el suelo.

-¿Qué mierda?

Me levanté y la cogí, ahí fue cuando vi en la ventana del cuarto de Luke a él, a Calum y a Michael. 

-¿Estáis locos? Estaba durmiendo, pensé que había entrado el loco de la moto-sierra esa en la habitación. - Gruñí y les lancé la pelota de vuelta con fuerza, dando en la frente a Calum.

-¡Auch! - Se quejó. - ¡Yo no lancé la pelota!

-Lo siento. - En realidad no. Rodé los ojos y me acerqué a la ventana. - ¿Qué queréis? Estaba descansando para mañana. 

-Nota mental: no despertar a Dani o estará de mala hostia. - Susurró Michael a Calum y los tres se rieron.

-Te he oído, idiota.

-Quería preguntarte si querías venir con nosotros. - Explicó Luke. - No pretendía dar tan fuerte, pero te llamábamos y no respondías.

-Ya dije que estaba durmiendo. ¿Qué vais a hacer?

-Comer pizza. - Dijo Michael. - Si no vienes no pasa nada, habrá más pizza para todos. Más para mí.

-Michael, por favor. - Le dio un codazo Calum. - Es una señorita, no puedes des-invitarla por un trozo de pizza más.

-A la mierda las chicas, yo quiero pizza. 

Michael se fue de la ventana, seguramente a comer.

-Por eso no tiene novia. - Se rió Luke. - Vamos, ven. Veremos una película.

Bufé y cogí mi móvil. Vestida con un cutre pantalón corto de chándal gris y una camiseta de tirantes blanca fui hacia la puerta. Un día de estos uno de los dos nos íbamos a matar por saltar de ventana en ventana, así que iría como la gente civilizada. 

Avisé a mi padre  (mi madre al parecer había marchado hace un rato de casa) de que iba a casa de Luke, (le aclaré que era el vecino, aunque le hablara cien veces de él mi padre siempre se olvidaba) y que estaría con él y más amigos. Le di un par de besos en las mejillas y salí corriendo. Cuando llegué a la entrada de la casa de Luke llamé al timbre y enseguida alguien abrió la puerta. Alguien que no era él.

-¡Danielle! ¡Cuánto tiempo sin verte!

-Oh, hola Liz. - Dije algo cortada, no había pensado en la posibilidad de encontrarme con ella.

-¿Vienes por tu madre? - Preguntó sonriente. Fruncí el ceño confundida y Liz se explicó. - Vino aquí hace un rato, la invité a tomar un poco de café.

-Vaya, no lo sabía.

-Si no es por ella, ¿por qué has venido? ¿Quieres pasar? - Liz se hizo a un lado dejándome paso. ¿Luke habría hablado con su madre sobre mi? 

Seguro que sí, ha salido conmigo muchas veces. El día del accidente con el coche ella había hablado con mi madre para avisarle.

-¡Dani! - Gritó Luke bajando unas escaleras y apareciendo detrás de Liz. Gracias a Dios. - Mamá, yo la invité. Vamos, Dani. Los chicos esperan arriba.