A decir verdad yo no quería mudarme porque aquí era feliz aunque no tenia muchos amigos, pero mis padres ya lo habían decidido y a mi me convencieron diciéndome que esto seria como una aventura a un lugar nuevo para nosotros donde estaríamos mejor y viviríamos más tranquilos sin el azote de las guerras.
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El viaje desde caridial a raidal a sido muy largo tardamos una semana en llegar y vimos mucho lugares y pueblos.
Era una aldea más grande de lo que pensaba apenas al llegar mire hacia el cielo y la vista de los árboles y de como la luz del sol caía sobre la aldea era muy hermoso, también a lo lejos fuera de la aldea pude ver a unos alces y ciervos corriendo por el bosque.
Al llegar una anciana nos hablo desde lo lejos.
- HOLA, grito la señora a lo lejos mientras se acercaba, ustedes deben de ser los que se mudaran a la aldea ya los esperábamos.
- Hola señora, respondió mi padre.
- Me llamo Nireal soy la anciana de la aldea, decía mientras se presentaba con una sonrisa agradable.
- Mucho gusto me llamo Garden, decía él al presentarnos mientras nos señalaba, ella es mi esposa kalía y mi pequeña hija Miral.
- Bienvenidos sean a este su nuevo hogar, la aldea de raidal.
-muchas gracias señora Nireal, sigue respondiendo con su característica amabilidad.
- muy bien vengan conmigo por favor yo los llevaré a su casa, que está en la parte oeste de la aldea por aquí, dijo la señora la cual comenzó a caminar guiándonos.
En un momento varias personas rodearon la carreta, que se acercaban para saludarnos y darnos la bienvenida.
Y así comenzamos a seguir a la anciana y a las personas junto a nuestra carreta que nos seguían a nuestra nueva casa.
Apenas al llegar a la casa y bajarlos de la carreta veo a unos niños jugando a lo lejos y a una niña como de mi edad acercándose.
- Hola me llamo Kira, dice la niña al presentarse.
- Em...hola..me-me llamo Miral mucho gusto. Le respondo algo tímida, con pena y con la mirada perdida en el suelo.
A lo que ella me sonríe, luego escucho que me llama mi madre.
- Miral ven a ayudar con las cosas, dice mi madre.
- Voy madre, le respondo.
- Nos vemos kira, le digo inclinando un poco mi cabeza.
- Nos vemos luego.
Al tener una de las cajas y a punto de entran a la casa volteé a mirar a kira quien me saluda desde lejos.
Al entrar a la casa veo que es más grande de lo que parece y veo a mis padre hablando sobre donde poner un cofre pequeño y al verme me mandan por mas cajas.
- Ve por las cajas pequeñas de atrás de la carreta, dice mi padre.
- Pero con cuidado, me dice mi madre.
- Si ya voy, les respondo.
Que raro se puso mi padre cuando entré, por un momento las actitudes de ellos cambiaron a la del otro, bueno tal vez no sea nada.
Al volver con otra caja mi padre me ayuda con la esta y me dice.
- ven hija déjame ayudarte, me dice amablemente como siempre es él, ¿porqué no vas a ver tu alcoba y acomodas tus cosas y tus libros?.
- Ok papá, le respondo.
Tomo otra caja y me voy a mi alcoba, al entrar puedo ver que solo tiene una cama, una ventana y unas repisas en la pared, un buen lugar para poner mis libros.
Ya para la noche después de cargar muchas cosas a la casa y arreglar las teníamos todo listo y arreglado para la noche.
Y con un suspiro de cansancio y alivio expresamos los tres nuestra alegría de haber podido terminar de arreglar todo, cuando dejamos caer nuestros cuerpos en el sofá de la sala.
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El Libro de la rosa esmeralda
FantasíaLa pequeña Miral por obras y tragedias del destino encontrará un libro con oscuros secretos encriptados que la ayudaran a conquistar los 7 reinos.