Devastación

48 4 0
                                    

-No resistirá mucho, dice mi padre que intenta bloquear la puerta con un mueble.

****

Después de varios golpes muy fuertes a la puerta esta sede empujando a mi padre lejos de ella y dejando ver a tres criaturas.

- son ogros, dice mi padre sorprendido aun en el suelo.

Sin más pensarlo se incorpora para tomar un bastón para usar como arma y se abalanza sobre dos de ellos que le hacen frente, por otro lado mi madre corre a la cocina a buscar un cuchillo para ayudar a mi padre en la pelea pero el tercer ogro es mas rápido y la toma de la pierna haciéndola caer bruscamente al suelo.

Mi madre empieza a forcejear con el ogro para que la libere sin éxito y empieza a buscar algo a su alrededor para ayudarse.

Mientras ella aún forcejea con la criatura y él aun pelea con las otras dos yo me oculto en la cocina muerta de pánico, sin poder mover un musculo y con gran impotencia por no poder ayudarles por el miedo que me invade en todo el cuerpo.

Luego, puedo escuchar a mi padre gritarme.

- MIRAL CORRE AL BOSQUE OCULTATE, me grita sin dejar de pelear en ningún momento.

Pero yo no hago caso ya que mi cuerpo no reacciona.

Cuando de la nada se escucha una voz tenebrosa en mi cabeza, que me dice lentamente como si me susurrará al oído.

- quieres salvarlos?, Dice.

- quieres salvarlos?, me repite la voz tenebrosa.

Eso me hace darme cuenta de la situación por completo y volteo rápidamente, para saber quien me hablaba pero estaba sola en mi escondite y pienso un momento en que fue eso, ¿quien me hablo al oído si no hay nadie a mi alrededor?.

Luego escucho a mi madre forcejeando y termino de darme cuenta de lo que pasa totalmente ya que el miedo no me dejaba pensar bien. 

miro a mi alrededor y veo una escoba tirada cerca de mí, lo que hago es tomarla y lanzarla, hacia donde se encuentra mi madre para que pueda soltarse de la criatura.

Pero sin salir de mi escondite en la cocina ya que aun tenia un poco de miedo y no quería que alguna de las criaturas viniera por mi.

Ella logra tomar la escoba y empieza a pegarle a la criatura, pero esta ni se inmuta por lo cual usa la escoba para alcanzar un librero y hacerlo caer sobre la criatura, lo que hace que esta caiga inconsciente y la suelte luego se incorpora y corre hacia donde me encuentro escondida, me toma de la rostro para que le ponga atención a lo que me dirá.

- Miral, cariño quiero que salgas por la ventana, corras al bosque y te ocultes y nos esperes, tu padre y yo nos encargaremos de estas criaturas y luego iremos por ti, me dice muy preocupada.

-quieres salvarlos?, se escucha otra vez la voz tenebrosa.

Pero esta vez estoy pensando en las indicaciones que me dice ella y sigo sin prestarle mucha atención estas vez.

Se escucha que la criatura que tenia el librero, encima empieza rugir a los demás como pidiendo ayuda, eso si me sorprende.

Decido levantarme salir por la ventana como mi madre me indico para que me salvara, pude salir fácilmente ya esta es grande y no esta lejos del suelo.

- madre ven conmigo, le digo parada fuera de la ventana.

- no hija quiero que corras y te ocultes no te dejes de ver por nadie entendido, luego te buscaremos, me dice mientras cierra la ventana para que no pueda entrar.

- yo me quedare a ayudar a tu padre, ya vete, me dice ya con lágrimas de tristeza y preocupación en el rostro mientras toma un cuchillo para ayudar a mi padre.

Solo me doy la vuelta y empiezo a correr hacia el bosque, al llegar al primer árbol volteo a ver a mi casa, pero las palabras de mi madre resuenan en mi cabeza diciéndome que corriera, pero a donde no tengo a donde ir, no se a donde ir luego vino a mi mente Kira lo que pasamos juntas y me pregunto, "¿porque pienso en esto justo ahora?" y luego recuerdo nuestro árbol así que decido ir allí, comencé a correr hacia ese árbol, el único lugar en el que podía ocultarme cerca de la aldea.

Mientras corría podía oír los gritos en la aldea, escuchaba a las personas gritando de terror, de dolor y otras pidiendo ayuda, y yo solo podía correr en dirección contraria, ni siquiera podía voltear a ver hacia la aldea por el miedo que invadía el cuerpo, solo podía correr.

Después de tanto correr ya podía divisar a lo lejos ese gran árbol, donde kira y yo solíamos escalar de pequeñas, para ver toda la aldea pero antes de llegar tropiezo con una raíz y luego pasa muy cerca de mi una gran manada de ciervos, se les podía ver el miedo en sus ojos al pasar cerca de mi, por suerte ninguno tropezó conmigo o estaría gravemente herida o tal vez muerta.

Cuando pasaron todos me incorpore y seguí corriendo, poco después llegue al gran árbol que ahora tenia marcas de garras en su tronco, sin pensarlo o prestarle mucha atención comencé a escalarlo, con cada paso hacia arriba me venían muchos recuerdos de los momentos que pase junto con Kira, al llegar a la cima del árbol el miedo decía qué no mirará hacia la aldea pero la preocupación por mis padres era un poco mas fuerte.

Estuve debatiendo en mi mente sobre si mirar o no. 

Decidí mirar a la aldea, al abrir mis ojos hacia ella mi miedo creció, solo veía a esas criaturas por todos lados, personas muertas y desmembradas o corriendo y gritando por ayuda para terminar igual.

No podía pensar claramente con todo el horror que veían mis ojos, solo me paralice de miedo y me quede viendo fijamente, hacia la aldea con preocupación por mis padre y por lo que pasaría.

El Libro de la rosa esmeraldaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora