La Pérdida

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Me sentía muy feliz de encontrar a una amiga, que tuviera las mismas afinidades que yo, así que nos quedamos hablando el resto de la noche.

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Ya han pasado tres años desde que nos mudamos a raidal y nos ha ido muy bien, mi padre logró conseguir trabajo de escritor para el parlamento real, mi madre sigue dedicada al hogar y yo voy a la escuela, tengo varios amigos, pero mi mejor amiga es Kira, siempre estamos juntas y nos gusta pasear por el bosque.

Escalar árboles, saltar los ríos y explorar el bosque recorriéndole a toda velocidad,  incluso encontramos un árbol muy grande y al escalarlo hasta lo más alto, se puede ver toda la aldea  y nuestras casas.

Aunque no todo es color de rosa, el padre de Kira está enfermo con una enfermedad llamada la peste negra y su madre falleció hace un año atrás por la misma causa.

Ahora el grupo de ancianos incluida Nireal se encargan del cuidado de kira, y de su padre enfermo.

Sé que kira la pasa muy mal, yo en su lugar estaría muy deprimida pero en lugar de eso está siempre animada,  con una sonrisa, eso es lo que más me gusta de ella.

Unos meses más tarde mientras todos dormían su padre agonizaba, los ancianos no lograron hacer nada por él y esa noche murió, solo pudieron quedarse al cuidado de su hija.

Un día mi padre llega un poco preocupado del trabajo, por un comentario que hizo otro de los escritores del parlamento, el cual dijo que las guerras se habían extendido bastantes, pero la verdad también hizo un comentario que me dejó tranquila.

- El rey mandará a la guardia real llamados los lobos dorados, a proteger a nuestra aldea, dijo mientras se relajaba.

Lo cual no pude evitar hacer yo lo mismo y me acosté junto a él en el sofá y luego pronto quedé dormida.

A la mañana siguiente puedo notar a mi madre un poco preocupada, ya que mi padre se fue muy temprano y luego se escucha en la aldea las trompeta de los mensajeros de la realeza a lo que todos los aldeanos acuden a su llamado.

Al salir puedo ver como todos se acercan a el lugar donde se encuentran el mensajero, el capitán de los lobos dorados, un guardia de los lobos dorados y a mi padre junto a ellos.

Cuando todos están reunidos, el capitán de los lobos dorados saca un pergamino de su bolso y se dirige a la aldea.

- gente del pueblo de raidal, dice el capitán, yo soy Gregor el capitán de los lobos dorados y ahora en el nombre de nuestro rey, se declara que esta aldea quedará bajo la protección de la guardia real.

A lo cual toda la gente del pueblo comenzó a celebrar.

-Silencio, se escucha por todo lo alto la voz del capitán, esta orden del rey se cumplirá siempre y cuando cumplan con un requisito, el cual es que entreguen a todos los huérfanos para que se entrenen en el cuerpo de los lobos dorado como jenízaros eso es todo.

Al escuchar eso mi corazón empieza a acelerarse, volteo a ver a mi padre el cual me mira con gran tristeza y puedo notar que me dice algo en voz baja me dice "lo siento".

Al darme cuenta de la situación no puedo evitar entrar en llanto y luego vino a mi mente mi mejor amiga Kira, la cual me sostiene fuertemente del brazo y me dice.

- no estés triste amiga, me dice con una sonrisa en su rostro y con lágrimas que escapan por su mejilla.

A lo cual solo pude reaccionar abrazándola, por un momento hasta que el capitán Gregor empieza a hablar nueva mente.

- se me a informado que entre los huérfanos de esta aldea hay una niña podría esta acercarse, dice el capitán.

Luego Kira me abraza fuertemente y me dice al oído "siempre seremos amigas" para luego soltarme y dirigirse hacia el capitán.

- ¿te llamas Kira Praus?, le dice el capitán.

- si señor soy yo, le responde kira.

- Muy bien se me ha informado que eres la única niña huérfana de la aldea y que perdiste a tus padres por causa de la peste negra, por ser una niña tu estarás a mi cuidado y a mis servicios en el palacio.

Le dice el capitán, a lo que ella no le responde nada solo asienta con la cabeza y el capitán le ayuda a subirse a su caballo.

Justo después de esto la guardia de los lobos dorados aparece con una carreta muy grande para llevarse a los niños huérfanos y otros se dispersan al rededor de la ciudad para protegerla como centinelas.

Luego puedo ver como el capitán da la vuelta a su caballo y se marcha junto con Kira y a mi padre se le puede ver muy triste.

 después de esto todos los aldeanos se empiezan a dispersar y solo quedo yo para despedirme de mi mejor amiga.

- OYE! SIGUE EXPLORANDO EL BOSQUE PRONTO VOLVERÉ POR TI Y CUMPLIRÉ MI PROMESA, dice Kira alejándose mientras se despedía agitando su brazo mientras las lágrimas caen por su rostro.

ESTÁ BIEN, TE ESPERARÉ CUÍDATE MUCHO, le grité despidiendo me de igual manera.
Mientras la perdía de vista entre los árboles del bosque solo podía pensar en todos los momentos que pasamos justas.

Al llegar a casa solo entre a mi alcoba, deje caer mi cuerpo sobre mi cama y allí me quede pensando en todo lo sucedido y no pude evitar el llanto por la despedida de mi mejor amiga, me quedó profundamente dormida ya después de la media noche.

El Libro de la rosa esmeraldaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora