Capítulo 1: ~ Reencuentros~

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El agua danzó a su alrededor,tomando la forma de unas ondas serpenteantes.

Sus pies descalzos jugaron sumergiendose un poco,dejando luego que pequeñas y delicadas gotas se deslizaran suavemente por sus piernas y pies causandole un leve cosquilleo.
Su largo vestido azul y celeste,con delicados detalles de flores estampadas y tajos a ambos lados dejando ver sus delgados pero firmes y torneados muslos.
El vestido no poseía mangas por lo que dejaba sus brazos y hombros desnudos.

Su piel morena resultaba exquisita.

Como el clima era cálido,el cabello iba recogido en una trenza a un lado,con algunas mechones cayendo en ondas a los costados,confiriéndole un aspecto apetecible .Sus rasgos se habian suavizado pero sus pómulos eran un detalle muy atractivo en aquel rostro de profundos e inquisitivos ojos azules,que observaban al mundo de una forma radiante desde una posición privilegiada.
Estaba en el muelle sentada,descansando,sumida en sus pensamientos.

Cuatro largos años habían pasado.

Desde que el avatar aang había instaurado la paz con la nación del fuego,todo era tranquilo.Pero aún había muchas cosas por hacer.

Ella había decidido seguir su camino como maestra agua,ayudando a quienes lo necesitaban en regiones remotas.
Ésa había sido su determinación,pero aang no había podido comprenderlo.

Lo intentaron durante dos años, pero las responsabilidades comenzaron a pesar con fuerza cada vez más en los hombros del Avatar.

Y en los propios.

Por lo que finalmente,cada uno decidió tomar distintos y separados caminos.

Katara suspiró pesadamente desviando la mirada,moviendo sus manos,haciendo que el agua continuara danzando.

Hasta que se desvaneció cuando el recuerdo de aquel joven la asaltó de pronto y sin aviso.

Lo cierto es que había pensado en él en más de una ocasión.
Pero trataba de rehuir de su recuerdo con todas sus fuerzas.
Por las noches,su recuerdo era tan nítido y vívido ,que debía apretar sus ojos con tal fuerza que luego le escosian.

Echó su cabeza hacia atrás.

-¿Qué estará haciendo él en estos momentos?-se preguntó hacia sus adentros.

El sol comenzaba a pegar fuerte por lo que,irguiendose lentamente,hasta levantarse,se acomodó el largo vestido y la trenza.

Su figura se había tornado femenina.Tan diferente del infantil cuerpo de antes.Ahora era esbelta,pero con curvas.
Alta y grácil.

Era completamente preciosa.

Su estancia en el reino tierra,en Omashu,se había extendido debido a que ahora, enseñaba a algunos jovenes de las tribus agua,distribuidas en aquel reino.

《Maestra Katara.》-Le gustaba como sonaba eso y no podía evitar emitir una sonrisa de gozo cuando la llamaban de esa forma.

Caminó procurando despejar su cabeza antes de las clases.

Lo que no sabía era que todo,incluyendo su tranquila vida, cambiaría de forma inesperada al arribar al establecimiento,pues al pasar el umbral,dentro de una amplia sala la esperaba sentado de espaldas un joven de un profundo cabello negro azabache.

Katara no pudo evitar observar lo anchos que eran sus hombros y lo varonil que resultaba su figura desde detrás.

En cierto modo,le recordaba a...negó con su cabeza hacia ambos lados como queriendo hacer desaparecer ese recuerdo.

Iba ataviado con las prendas de la nación del fuego,sólo que éstas eran más amplias, delicadas y con mayores detalles.

-¿Puedo ayudarlo?-preguntó inquieta de no saber a quien vería o a lo que se estaría enfrentando.

Tragó saliva con lentitud.

-De hecho...tu eres la única que puede-respondió con asombrosa sencillez y sinceridad.

Cuando la puerta cedió completamente y él volteó a observarla, una ancha y cálida sonrisa surcó sus labios.

No podía ser cierto.Katara no daba crédito a lo que sus ojos veían.

Contuvo el aliento,temblorosa.

Admiró incrédula durante algunos segundos a aquel joven alto, de porte elegante y maduro que se presentaba frente a ella.

-No...no puede ser...¿zuko?-dijo con un hilo de voz.

-Hola katara...tanto tiempo-dijo abandonando el lugar que ocupaba hacia tan sólo unos instantes atrás para acercarse a paso lento hacia ella.

Pero cuando sus miradas se encontraron,unas miradas llenas de necesidad que resplandecieron con la llama del deseo,supo que era real.

Más real de lo que nunca creyó que podría ser.

·~♡HeartBeats♡~·Donde viven las historias. Descúbrelo ahora