El resto del camino lo llevaron sin mayores problemas.
Pues luego de aquella charla previa,ninguno parecía sentirse lo suficientemente cómodo para retomar la palabra.La pequeña Hizaru se había dormido sobre el regazo de su padre mientras él acariciaba con gentiles y suaves caricias su cabello.Ya iba siendo tarde y el cuerpo lo hacía notar.Zuko mismo cabeceaba de tanto en tanto,luchando por mantenerse despierto y no mostrarse descortés con su invitada.Muy por el contrario a ellos dos,la morena se encontraba completamente despierta.Sin poder aún conciliar el sueño,ni aún deseándolo.
-¿Te sucede algo?-preguntó el pelinegro captando con su tono de voz y preocupación latente en ella la atención de Katara.
Ésta negó con cierta lentitud y cuando sus miradas se encontraron sintió una serie de escalofríos decorrerla de pies a cabeza.
Esos ojos chocolate se veían tan sinceros,tan honestos que Katara no habría dudado ni un segundo en decirle cómo se sentía realmente,pero la situación-consideraba- no era favorable en ningún aspecto, por lo que resolvió que sería mejor callar.
Se mordió el labio y se dispuso a hablar rápidamente.
Pero aquel gesto inconsciente no pasaría en absoluto desapercibido para Zuko,que sintió como una chispa de deseo se instalaba golpeándolo con la fuerza y velocidad de un relámpago, en su cuerpo,pero segundos más tarde, descartando la idea debido a que no deseaba malinterpretar señales que dieran lugar a malos entendidos futuros.
-Estoy bien-fue la respuesta de katara-no tienes que...prepcuparte por mí-sonrió con amargura y el estómago se le retorció al contrario.Como si aquel gesto de ella le afectase a él mismo.
-Procura dormir un poco.Te necesitamos fuerte-sonrió.
-Soy fuerte-respondió y volvió a desviar la mirada al paisaje nocturno.
Los primeros rayos del sol golpearon sus ojos con suavidad.
¿En qué momento se había quedado dormida?
Ladeó un poco su cabeza y entornando sus ojos,miró hacia el frente,encontrándose con una muy despierta y alegre Hizaru y un muy malhumorado y aún algo dormido Zuko.
Ellos bajaron sus cabezas al unísono para saludarla y Katara les sonrió ampliamente en respuesta.
-Estamos por llegar-la voz ronca y masculina del pelinegro la sacó por completo de su ensimismamiento.
Katara asomó ligeramente su cabeza y observó con detalle cómo el sol bañaba las tierras de la nación del fuego.
-Es hermoso-dijo la morena con una amplia sonrisa y un tono de nostalgia en la voz.
Zuko simplemente se limitó a observar cómo el viento acariciaba su largo cabello ondulado despeinándolo tan sólo un poco.
El pelinegro tan sólo soltó una media sonrisa y la pequeña Hizaru lo observó de reojo, internamente divertida por aquello.
Cuando todos descendieron del carruaje,la maestro agua comenzó una serie de estiramientos y luego se esmeró en acomodar sus ropajes.
Inspiró profundamente y el aire llenó sus pulmones de renovadas energías.
-Había olvidado como lucía el palacio y casi nada ha cambiado-dijo Katara mientras observaba con una tierna sonrisa cómo Hizaru caminaba tímidamente hacia dentro del palacio.-sólo que ahora,eres padre-.
-Katara,necesito decirte algo-zuko carraspeó un poco,tragando saliva.
Ella tan sólo asintió con curiosidad, abriéndole paso a sus palabras.
-Necesito que seas lo más dura y estricta con mi hija-soltó el pelinegro con total seriedad.
Katara suspiró lentamente y asintió cómo respuesta.
-Pero,antes de eso,¿podría saber el motivo por el cuál me estás pidiendo aquello?-preguntó y zuko la miró con su rostro afligido.
-Necesito que Hizaru se fortalezca,no sólo con su poder,sino en carácter.Que aprenda los beneficios y consecuencias de ser una maestra Hinomizu.Si yo llegara a faltarle el día de mañana...
La morena permaneció en silencio por un instante,como si meditara todo aquello.
-No será necesario...
-¿Como dices?-quiso saber zuko con el rostro tenso.
-Por que tú nunca le faltarás ni nada te sucederá.Me aseguraré personalmente de eso-la mirada penetrante y sincera de katara le hacían saber al pelinegro cuán en serio hablaba.
El peso de aquellas palabras dichas tan espontáneamente, decididamente, le erizaron al contrario la piel.
Quiso decir algo,pero, por el contrario,creyó que no era el momento adecuado y decidió callar.
Zuko estiró la mano libre hasta acariciar la suave piel del brazo de katara,deslizándose,hasta sujetar su mano.Acto seguido,la estrechó como si de un saludo se tratara.
-Muchas gracias,Katara-
Y a continuacion pasó por al lado de ella,adelantándose y solicitándole que lo siguiera.
Zuko se torturó mentalmente,pues lo que verdaderamente deseaba hacer en ese momento,era enlazar su mano con la de ella.
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·~♡HeartBeats♡~·
FanfictionAmbos se sentían en la distancia y se pensaban en la lejanía.La distancia no fue impedimento para que sus corazones siguieran unidos por un invisible hilo rojo que podía estirarse y contraerse,pero jamás,romperse. Sellados por un amor dulce y fervor...