Cold Girl『Jungkook』pause

Capítulo 25.

Con mi manga me limpié la boca ya que siendo sincera, odio la sangre y su sabor.

Me giré abruptamente en dirección a donde acababa de salir; el baño, pero choqué contra alguien que lógicamente era Jung Kook.

—¡Lo siento! ¿estás bien? —me agarro de los hombros mirándome alarmado ya que aún tenía mi manga en mi nariz —. ¿estás sangrando..?

Ahora me llevó al baño y quitó mi mano de mi nariz.

—Hyun, lo siento ¿te golpeé muy fuerte? —me miró preocupado.

Él cree que me salió sangre de la nariz por el choque que tuvimos, ya que mi cara impactó en su brazo.

—No... no, es... por el agua que tragué.. —mentí extrañamente.

Si Jung Kook llegaba a saber que me sangró la nariz de la nada, de seguro le dice a Nam y de ahí parte la cadena y no quiero que nadie sepa aunque nunca antes me había sangrado la nariz, ¿será un síntoma de la insuficiencia cardíaca?

—¿El agua? —preguntó interrumpiendo mi análisis mental.

—Sí, raro ¿verdad? —reí nerviosamente —Voy a limpiarme —dije abriendo el grifo. Por lo menos ya se me quitaron las puntadas.

Mientras me echaba agua encima sentí a Jung Kook mirándome, pero no cualquier mirada si no una inquisitiva. Obviamente no se había tragado mi mentira.

—¡Jung Kook! —escuchamos la voz de Nam.

Rápidamente me alteré ya que no paraba de sangrarme la nariz y si Jung Kook no me creyó menos Nam...

Por mi mente cruzó la única solución; cerrar la puerta echando a Jung Kook. Iba a voltearme para decirle que saliera cuando él tomó mi brazo, me alejó de la puerta y la cerró con seguro.

—¿Jung Kook? —Nam ya estaba en la habitación.

Miré al chico a mi lado algo sorprendida, él seguía como si nada con una toalla en su mano dirigiéndose a mi zona afectada.

—¿Hyun? —ahora Nam estaba al otro lado de la puerta.

Miré a Jung Kook con gesto de silencio y él me susurró que hablara.

—Qué. —respondí sin buena modulación.

—¿Estás cambiándote?

—S-sí

—Bien. ¿Y Jung Kook?

—No lo sé... creo que bajó.

—Ya. ¿estás bien?

—Sí...

—¿Hira te empujó?

—Nam —dije cansada —. ¿podemos hablar cuando salga?

Escuché su risa.

—Claro, lo siento. Te espero abajo.

Escuchamos sus pasos y luego la puerta. Suspiré.

—¿No era más fácil que salieras? -le pregunté a Jung Kook.

—No se me ocurrió. —dijo encogiéndose de hombros. —¿viste la fotografía?

Algo hizo click. No lo podía admitir ya que empezaría la conversación incómoda aunque ahora, aterradora. Era claro que era yo la de la foto, pero no lo recuerdo. Es como si no supiera quién soy.

—Me voy a cambiar. —anuncié para que saliera.

Él suspiró, bajó la mirada y salió.

Ya no me sangraba la nariz, pero en sí me sentía confusa y culpable.