—Ahora que sabes la verdad, en realidad no quiero justificarme, sólo quería que lo supieras. —Dijo mi padre mirando el camino.
Le sonreí de manera sincera, verdadera.
—Papá, gracias por contarme todo, aunque es triste todo lo que pasó... Ahora me siento liberada en muchos sentidos.
—Me alegra mucho saberlo, Sook.
—¿Nam lo sabe? —Ésa duda se produjo en mi apenas mi padre me contó todo.
—No exactamente. Él también se enteró hace dos años que tenía una hermana, pero nunca preguntó nada y te aceptó y quiso inmediatamente.
Sé que eso es algo bueno, Nam lo es. Pero saber eso me hizo sentir mal... Ya no seré tan fría con él después de todo, Nam me quiere y aceptó como soy.
—Lo has criado bien. —Comenté.
Mi padre rió. Mientras yo le fruncía levemente el ceño, ésa es mi expresión facial para la duda y eso es porque no puedo alzar una ceja..
—Sonaste igual que un adulto.
Bufé.
—Por cierto, ¿quieres que te lleve a la escuela aún? Porque si quieres, puedes quedarte en casa hoy.
Mis ojos brillaron.
—Que maravillosa opción. —Dije levantando mi puño en alto.
—Llamaré apenas lleguemos.
Me siento como ya dije antes, liberada, es como si me hubieran quitado un candado de mi fortaleza que más que protegerme, me ha encerrado.
Llegamos a casa y papá me compró comida y dulces para la tarde ya que él aún tenía que irse a trabajar, me dijo que intentaría llegar temprano.
Ahora si que mi humor estaba de lo mejor. Sola en casa, mucha comida para mi sola, y soy libre —okay, soy exagerada—.
Subí a mi pieza a cambiarme porque tenía puesto el uniforme, ya que hoy era el día de uniforme.
Bajé a comer algo y justo sonó el timbre. Que importa, no abriré. No me gusta abrir la puerta cuando estoy sola. Seguí mi camino a la cocina y saqué los dulces.
Fui a la sala y encendí la televisión e hice un zapping, nada bueno... Me gustaría tener videojuegos, maldito Suga, esto es tu culpa.
Me estaba quedando dormida cuando vuelve a sonar el timbre, enojada me levanté y fui a abrir.
—¿Qué? —Dije apenas abrí. Había un chico que me daba la espalda, al parecer iba a darse por vencido cuando abrí.
—Siento molestarte, pero es que me acabo de mudar y... —El chico hablaba hasta que me miró fijamente. —¡No puedo creerlo! —Gritó divertido y me abrazó.
Rápidamente lo separé de mi.
—Lo siento, pero yo no doy bienvenidas así. —Respondí y cerré la puerta en su cara. Pero él empezó a golpear la puerta desesperadamente.
—¡Hyun suuk! —Escuché que él decía
Espera...
Abrí de golpe la puerta y examiné al chico. Cabello naranjo, un poco más alto que yo y ésa sonrisa con ojos diminutos, además de como me llamó.
—¿Tae Hyung?
—¡El mismo!
Ahora fui yo quien lo abrazó.
—Por dios, ¿cómo has estado? ¿por qué estás aquí? ¿qué ha pasado? ¿y tú cabello? ¡Por dios! —Le pregunté emocionada.
—He estado bien, como siempre. Estoy aquí porque ahora viviré con mi hermano que vive aquí y me tintuté el cabello, eso. ¿Y tú? No supe más de ti después de lo de tu madre y cuando fui a preguntarle me dijo que estabas en Seoul con tu padre.
—Te extrañe tanto.
—No más que yo. —Dijo y me volvió a abrazar.
Lo hice pasar y nos pusimos al día, Tae Hyung es mi mejor amigo, cuando las cosas se pusieron mal con mamá, él apareció, era el hijo de uno de los ligues de mamá.
—No sabía que tenías hermano. —Le comenté.
—Bueno, eso era porque él trabajaba mucho para poder costearse la universidad aquí. Y como ahora tiene dinero me hizo venir aquí lejos de papá.
Tae también tenía problemas como los míos en Daegu, su madre murió y su padre se dedicó a alcoholizarse todos los días y Tae salió perjudicado, pero él nunca dejó de sonreír. Tae Hyung es mi mejor amigo y también la primera persona en la que confíe y admiré.
—Me alegro que por fin hayas podido salir de ése entorno.
Él se encogió de hombros.
—¿Y cómo es tu familia? —Preguntó interesado.
—Es fuerte. —Sonreí. —Tengo un hermano mayor y mi padre, ambos me apoyan, pero yo no he sido muy buena con ellos. —Confesé
—¿Por qué?
—Bueno, sólo quise ser fría porque me sentía sola... —Fui sincera.
—Ya no estás sola, Hyun Suuk.
—Lo sé. Ay Tae, de verdad me hacías falta.
—Y tú a mi. —Dijo y besó mi frente.
Lo abracé más fuerte aún, él fue como mi hermano, incluso hicimos un pacto.
|FlashBack.|
—¡Hyun Suuk! —Venía Tae Hyung corriendo hacia mi.
—¿Qué? —Lo miré y él me extendió una bolsa con dulces.
—La señora del almacén me los regaló. —Dijo sonriendo.
Estábamos comiendo los dulces cuando de pronto me sentí feliz por tener a Tae.
—Que lástima que no somos hermanos... —Le dije triste.
—Pero podemos serlo. Desde hoy me declaro tu hermano.
—Pero no es lo mismo, no nos une un lazo de sangre...
Él se lo pensó un momento y se levantó del pasto donde estábamos sentados y salió corriendo.
Sólo lo miré ceñuda, ¿qué hacía?
Tae volvió a mi con una pica de un cactus. Pinchó su dedo y de éste empezó a salir sangre.
—Pero, ¿qué haces, Tae? —Dije regañándolo como si fuera su madre.
—Dame tu mano. —Ordenó.
Dudosa no lo hice.
—No.
—Hyun Suuk no seas desconfiada. —Dijo riendo mientras tomaba suavemente mi mano y pinchó mi dedo.
—Auush... —Me quejé y el juntó nuestros dedos heridos.
—¿Ves? Nuestra sangre se combinó, ahora nos une un lazo de sangre. —Advirtió acariciando mi cabeza.
Sonreí, es cierto.
|Fin del FlashBack.|
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Les mando un enorme corazón a todas❤❤❤❤❤❤❤❤❤❤❤❤❤❤❤❤, para las dieciséis chicas que comentaron, ustedes me alegran el día((;
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Cold Girl『Jungkook』pause
FanficNadie se hace frío por casualidad. Sino que atrás lleva sufrimiento. En este caso, Hyun Sook, traumas de su infancia cerraron su corazón, pero con la llegada de Jung Kook todo se vuelve aún más confuso respecto al pasado. Él sin saber toda la histor...