Nadie se hace frío por casualidad. Sino que atrás lleva sufrimiento. En este caso, Hyun Sook, traumas de su infancia cerraron su corazón, pero con la llegada de Jung Kook todo se vuelve aún más confuso respecto al pasado. Él sin saber toda la histor...
—¡Hyun! ¿estás lista? —oí gritar a Nam desde la planta baja.
Después de toda una semana sin que nadie del grupo se viera por fin llegó el día de juntarse, y lo agradezco porque aunque no me guste admitirlo, los extrañaba también y es que ¿cómo no hacerlo si ya es parte de tu rutina? Cuando ellos no están se siente como si algún elemento faltase. Sin contar que Nam no sabe que hacer con su vida si no ve a Hoseok o Jin.
Bajé las escaleras luego de tener lista mi pequeña mochila, en la cual tenía las pastillas, una botella de agua, las llaves —siempre que salgo con Nam nos quedamos afuera porque nunca recuerda llevarlas—, y ademases.
—Vamos por Tae —avisé cuando llegué a su lado.
—Vamos —gruñó por lo bajo.
Salimos de casa, Nam cerró la puerta a nuestras espaldas y luego me miró dramáticamente.
—¿Qué pasa? —inquirí.
—Las llaves... ¡Las dejé adentro!
—Lo suponía, yo traje las mías —informé enseñándoselas.
Él sonrió antes de apretar mis mejillas, manía que comenzó hace unas dos semanas.
Tae estaba listo, también llevaba una mochila. Fuimos a tomar el autobús para ir al parque de atracciones que quedaba cercano al centro comercial, nunca me han llamado la atención este tipo de lugares y bueno, ciertamente tampoco es como si pudiera subirme a un "juego" que me descargue adrenalina por el asunto de mi corazón.
—¿Iremos al centro? —preguntó Tae.
—Al parque que queda por ahí —respondió Nam.
Mi amigo enseguida me dirigió una mirada entre seria y preocupada, negué con la cabeza para que no dijera nada, después de todo no me subiría a ninguna atracción, o quizá a alguna que sea para niños...
Llegamos finalmente y solo estaba Jimin con su móvil, habían algunas chicas alrededor, pero no les hizo caso, de hecho se veía incómodo y bastante.
—Creo que lo están acosando —murmuré.
—De acuerdo —mi hermano en cosa de segundos se dirigió a él con una postura algo cuestionable.
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—¡Cariño! Lo siento, me demoré en arreglarme para ti —exclamó Nam haciéndole aegyo... Uno muy escalofriante.
Jimin abrió mucho los ojos sorprendido, lo alejó un poco ya que Nam estaba con sus brazos alrededor de su cuello.
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