1 Vez

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Narra Neymar:

Sofía sí se había molestado con mi salida... No la culpaba, en realidad yo también estaría molesto si ella me hiciera algo similar. Desperté temprano y me dediqué a hacerle un desayuno, esta vez si debía irme temprano a un entreno. Cuando volví a la habitación Sofía estaba dándose un baño, -Sofi, ¿puedo pasar? -Pregunté tocando la puerta del baño, ella no respondió. Dejé el desayuno en la mesa de noche y sigilosamente abrí la puerta del baño, pude observar a Sofía como Dios la había traído al mundo, ya la conocía en esa faceta... Era justo como me la imaginaba, no puedo negar que en mis sueños fantaseaba con su belleza. Su cabello le cubría la espalda, y el agua bajaba por sus curvas, era divina, me decidí a entrar y ella volteó a mirar a quien había entrado. Cerró la llave y salió de la ducha, luego se envolvió en una toalla.

-¿Qué pasa, te molesta que te vea así? -Le dije.

-No puedo estar en desventaja, quítate la ropa -Dijo Sofía seriamente.

-No juegues conmigo -Le respondí.
-No lo estoy haciendo, vamos, ¿o te da miedo? -Dijo ella desafiándome.

Yo me creí su juego y me quité todo.

-¿Así? -Le dije

-Así -Dijo Sofía mientras se quitaba la toalla.

Yo me acerqué a ella suavemente, acaricié su mejilla y la besé, ella agarró mi espalda, luego la tomé en mis brazos y la llevé devuelta a la habitación. Después pasó lo que tenía que pasar, lo que como humanos hacemos, lo que hacemos cuando las ganas nos devoran. Sin darnos cuenta ya eran las 12 de la tarde. Yo no alcanzaba a llegar al entreno, pero Sofía sí debía irse al trabajo. Ella tomó nuevamente una ducha, se puso su ropa, comimos juntos lo que yo le había preparado, se despidió de mi con un beso y salió corriendo. Uno de los chicos la llevaría esta vez al trabajo.

Aunque Luis Enrique quería matarme por no haber asistido al entreno, yo me disculpé e inventé que no me sentía bien, él me creyó y todo se solucionó.

Toda la tarde la dediqué a Davi.

Narra Sofía:

Mientras trabajaba Neymar siempre estaba en mi pensamiento, ya lo quería ver y comérmelo a besos, ¡Qué hombre para hacerme feliz!

Todos en el trabajo me preguntaban sobre Neymar, yo con gusto les contestaba, me gustaba presumirlo, al que no le agradaba tanto era a Adam, el se enfurecía cuando me oía hablar de Neymar y se iba. Adam decía que Neymar hacía lo que se le diera la gana con las mujeres y continuamente yo le llevaba la contraria.

Neymar me recogió en el trabajo, esta vez el jefe había puesto seguridad en el edificio para que los reporteros no se acercaran, todo salió muy bien no había rastro de reporteros cerca. Al llegar a casa Neymar me dijo ansioso que quería contarme algo.

-Ya cuentame, por favor -Le decía.

-Es que... Quiero darte una casa.

-¿De muñecas?

-No amor, de verdad, con techo y paredes.

-Pensé que te gustaba que estuviera aquí contigo.

-Si, pero en algún momento piensas volver a Colombia... No quiero que te vayas.

-¿Colombia? ¿Quien te contó?

-Dani, el lo supo de internet.

-¿Cuál Dani? -Pregunté confundida.

-Alves, mi amor.

-No, no quiero una casa.

-Pero ¿por qué?

-Te quiero a ti, estar contigo, todavía no volveré a Colombia.

-Es un regalo.

-No, ya te dije -Respondí molesta.

-Bueno, pero no te vayas a ir -Me dijo Ney mientras me tomaba de las manos.

-No podría hacerlo -Dije mirándolo a los ojos.

Claro que yo si volvería a Colombia, pero no por ahora, eso no estaba entre mis planes, el amor que le tenía a Neymar me lo impedía.

Más allá de un sueñoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora