Capítulo 12: Desconfianza.

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Mi nombre resuena en mi cabeza. Parece más bien un eco. Un eco lejano que procede de algún lugar de este bosque que me rodea. Altos árboles no dejan la luz pasar y todo está en penumbra. La niebla fría se acumula impidiéndome ver mi próximo paso.

Las voces siguen. Ahora son más que un eco. Es más un murmullo cercano. Me está siguiendo. Cada vez está más cerca. Corro y mi vestido se engancha en las raíces de los árboles. Recojo mi vestido negro en mis manos haciéndolo más corto. Se rasga un poco y un pedazo de la fina tela negra queda colgando como un orgulloso premio de la raíz prisionera.

Mi nombre cobra fuerza y rebota en los troncos de los árboles. Corro más deprisa y el bosque se vuelve más siniestro. Siento algunas ramas rasgar mi piel desnuda y fría en mis hombros. ¿Quién me eligió este vestido?

No me detengo. La adrenalina en mi sistema evita que duela. Las ramas arrancan mi pelo y rasgan y destrozan mi piel y vestido. Veo un claro. Necesito llegar a él.

Me detengo en el claro. Mis pulmones no pueden más. Todo el oxígeno es poco. Mi nombre suena nítido, claro, cristalino y siento que el suelo tiembla violentamente. No. No es el suelo el que tiembla. Soy yo.

-¡¡Irene!!

Doy un salto de la cama abriendo los ojos de golpe. Veo siete cabezas en mi habitación. Agito mi cabeza para aclarar mi visión y me rasco los ojos.

Mis ojos no me engañan. Es verdad. Están ahí. Todos. Los siete. Riker, Rocky, Ross, Rydel, Ratliff, Ryland y Liberty. Y averiguad. Oh si. Yo estoy en pijama...

Doy un grito y me vuelvo a la cama.

-¿Qué demonios hacéis aquí?

-¡Esa boca niña!- Escucho escaleras abajo. Mi querida madre señoras y señores...

Ellos se ríen y yo sigo con mi mal humor tras el trauma mañanero.

-Llegas tarde señorita...- dice Ross serio.

¿Tarde? Oh no.................... Busco el móvil y enseguida me doy cuenta de que está apagado. La alarma no ha sonado. Es tarde. ¡Dios! ¡Horror!

-Mierda no ha sonado...- digo enfadada conmigo misma.

-Nos hemos dado cuenta-. Rocky dice.

-¿Me podéis esperar abajo? Tengo que vestirme.

Rydel sonríe. Me agarra de la mano y me lleva al baño donde veo mi ropa lista. Le doy las gracias y una vez que ella sale me arreglo tan rápidamente como puedo. Después de arreglarme el pelo más o menos en una coleta de aspecto desdeñado y rockero salgo ya lista para ir al instituto. Bajamos las escaleras y mamá preparó el desayuno para un ejército al menos.

-Buenos días. He llamado al director y le he explicado que habéis tenido un problema con el coche y no llegaréis hasta segunda hora. Podéis desayunar tranquilos-. Dice ella tan sonriente.

Madres...

Todos desayunamos y yo sigo con mi torpeza y mi humor mañanero de costumbre. Todos hablan y yo sólo escucho. Hablan sobre la noche, sobre el baile, las clases y sobre el lío que había esta mañana para levantar a todos a tiempo.

Todos. Incluida yo. Debe de ser una broma, todos se ríen pero yo no me entero. Sigo en mi mundo borroso con los pocos recuerdos que me quedan de mi sueño. Todos desayunamos y cuando terminamos mamá nos dice que nos esperan en la puerta. Extrañados todos nos dirigimos a la puerta principal. Allí, esperándonos se encuentra un minibus. Me giro hacia mi madre para pedir explicaciones.

-Cosa de tu padre. No mía.

Genial. Mi superpoderosa madre con telequinesis me hace destacar, algo que no quiero. Con un suspiro de resignación agarro mi mochila y subo al minibus.

Sombras de una realidad. Ross Lynch y tu.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora