Narra Candy.
Sabía que a mi padre no le iba a gustar nada el modelito pero fue mama quien me lo compró.
Entré de nuevo en casa y fui a buscar a los chicos. Estaban en el salón hablando y cuando entré yo las bocas cayeron de nuevo.
Rydel miró a los chicos uno por uno e iban despertando. Ross era el que parecía menos embobado y Riker el que más.
-Chicos, ¿habéis cenado?-pregunté lo más natural posible dadas las circunstancias.
-No, pero no queremos ser molestia. -respondió Rydel.
-No lo sois. Para nada. - dije sonando dulce. De ahí mi nombre artístico. (Candy= caramelo)
-¿Tu ya has cenado? -me preguntó Rydel.
-Si, pero volveré a cenar con ustedes, no los voy a dejar solos. ¿Que quieren de cenar?-les pregunté.
-A ti- susurró Riker. Actué como si no lo hubiera oído. Joder con la timidez del chico. . .
Los chicos bromeaban con Riker y sus palabras mientras abría la nevera. Busqué detenidamente en la nevera comida para seis.
Encontré algo de carne picada y de me ocurrió una idea. Mi madre me enseñó una receta de hamburguesas caseras.
Empecé a sacar los ingredientes y los chicos se me quedaron mirando.
-Chicos, ¿queréis una hamburguesa?-pregunté.
-Vaya, ¿una chica como tu comiendo hamburguesas?- preguntó Ross con una sonrisa de suficiencia.
-Si, y a menudo además, - dije para borrarle la sonrisa y funcionó. - Chicos coged las maletas y acompañadme. - Dije para acompañarlos a sus habitaciones.
Cada uno cogió su maleta y subí yo primero por las escaleras para guiarlos. Me sentí incomoda subiendo primero cuando tenía a cuatro chicos pegados detrás de mi de mas o menos mi misma edad y yo en ropa interior. Con un camisón súper corto y tacones a la cabeza del grupo escaleras arriba.
Candy debía verse siempre sexy pero esto era cruzar la línea, ir demasiado lejos.
Una vez arriba me giré para observar a un sonriente Riker detrás de mi en cabeza de la fila. Por el color rojizo de sus mejillas y su labio podría poner la mano en el fuego a que había estado observando mi trasero en las escaleras y mordiéndose el labio sin quemarme.
Por detrás venía un divertido Rocky, una Rydel asombrada por la decoración bromeando con Ratliff, y seguidos por un Ross pensativo.
Fui asignando las habitaciones libres a cada uno. Señalé la primera.
-Esta será para ti Riker. - Señalé una que era la mas lejana a la mía. Mas vale prevenir que curar.
Riker cogió su maleta y entró en la habitación.
-Riker en una hora la cena estará lista. - cerré la puerta y seguí por el pasillo.
-Bien, esta y la de enfrente son para Rocky y Ellington. -Dije señalando otras dos.
Rocky y Ellington se fueron al contrario de lo que yo tenia pensado pero estaba bien.
-Bien estas dos habitaciones de aquí son para vosotros chicos. - Dije girándome y afrontando a Ross y Rydel.
-¿Cual es tu cuarto?- Rydel me preguntó.
-Ese de ahí. - Dije señalando mi habitación.
-Entonces yo quiero la que esté mas cerca tuya, estoy cansada de estar siempre con los chicos. - dijo Rydel.
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Sombras de una realidad. Ross Lynch y tu.
FanfictionIrene (tu) es una chica que vive dos realidades cada día. Alguien aparecerá para. . . ¿Derribar sus mundos? ¿Fusionarlos? ¿Destruirlos?