El huevo

2.2K 155 6
                                    

Me desperte en mi cama con pesadez, no quería hacer nada o mejor dicho no tenía nada que hacer. Mi madre me castigo por haber durado dos días fuera de la casa sin haberle avisado. Resulta que después de haber quedado inconsciente por la pelea había quedado inconsciente dos días. No fue hasta después de ver el cuadro en el castillo que Fernando se digno a decirme el tiempo que dure inconsciente.

Cuando llegue a mi casa mi madre me abrazo con los ojos llenos de lagrima y con grandes ojera que deduje que fueron por esperar en despierta por mi llegada. Automáticamente acabo su llanto me relato con disgusto todo lo que paso sufriendo porque pensaba que algo malo me había pasa, cosa que era verdad y que ella no se imagina.

Cuando me pregunto porque no había vuelto a casa, no supe que decirle. No podía decirle, hey madre lo que pasa era que había peliado con tres hombres lobos y tras sus mordidas quede inconsciente, si le decía eso, era verdad que me acabaría metiendo en el manicomio.

No supe que decirle y ella intuyo que no quería decirle así sin mas me castigo por todo un mes sin televisión, celular y lo peor de todo sin libros, lo ultimo sí que me dolió. Todo esto por culpa del estúpido de Fernando.

-Te odio Fernando- grite con fuerza ya que estaba sola en casa o eso creia

-Pero yo te amo Zafiro- Fernando entro por la ventana.

-De que hablas si apenas me conoces-

-Pero te pareces a Leyali y con eso es suficiente- el se sentó en mi cama.

-¿Por qué están tan empeñados en volverla a encontrar?- estaba un poco curiosa.

-Por que la amo- Fernando se acostó a mi lado con las manos detrás de la cabeza.

-De que hablas si me dijiste que eras gay-

No entiendo a este tipo.

-Además de el amor de pareja existe el amor de padres y el amor entre hermanos- me miro a los ojos.

-Que ella era para ti-

-Ella era como una madre, cuando tenía 10 años me salvo la vida y cuido de mi aun que yo era un humano en ese entonces- Fernando sonrió viendo el techo.

-Eso quiere decir que ella era una buena persona- dije en un susurro

-Para nada, ella solo era buena con sus hermanos, sus padres, con Ernesto y conmigo, para los demás era un monstro sin corazón-

Me sorprendió como definió a su amada Leyali.

Fernando se paró de la cama y me miro con una sonrisa. Este hombre me intrigaba ya que a pesar de todo lo malo que me a hecho pasar una parte de mi decía que debía confiar en él.

-Lista para la segunda prueba- el saco un pequeño huevo del bolsillo- este huevo- me lo entrego- tendrás que hacerlo crecer y luego eclosionar-

-Como se supone que hare eso?- no estaba entendiendo

-Tienes que bañar el huevo en sangre que sea pura-

-¿Cómo consigo eso?-

-Te diré después de desayunar, hare waffles para desayunar- 

-Hazlo igual que la otra vez- grite- pero espera, no que los vampiros no comen-

-Otra mentira para mantener a los humanos con la guardia baja- Fernando salió del cuarto.

Mire fijamente el huevo, como se suponía que haría eso.

-Huevito dime que serás mas fácil que la pelea con los hombres lobos- dije como si hablara con un bebe

Unos diez minutos despues  un rico olor a waffles recién hechos llego a mí, seguido de ver a Fernando con dos platos con waffles, miel y fresas. Fernando me entrego un plato y se sentó frente a mí.

-¿Porque estabas hablando con el huevo?-

-Lo escuchaste- mi cara se puso roja de la vergüenza.

-No se si no te has dado cuenta pero los vampiros tenemos un muy buen sentido de la audición- pude sentir su burla en cada una de sus palabras.

-Es que estoy nerviosa por esta prueba- le di un mordisco a mis waffles.

-Tengo fe en que lo logra- Fernando me giño el ojo.

Si no fuera porque ya me había dicho que era gay, pensaría que me estaba coqueteando.

-¿Qué pasa si no lo logro?-

-Recuerda que Hilary te dijo que te mataría si no fueras ella-

-Como puedes decir eso tan tranquilamente- el recuerdo de la rubia que parecía amigable me llego a la mente.

Terminamos de comer y Fernando se llevo los platos a la cocina. Yo me metí a la ducha, eso me relaja.

Cuando salí de la ducha ya cambiada, Fernando se encontraba mirando por la ventana.

-Ya vámonos-

-No puedo, estoy castigada- me tire sobre la cama.

-Qué prefieres- el me miro- desobedecer a tu madre o que Hilary te mate-

-Vámonos- dije a regañadientes.

Salimos de mi casa y nos montamos en su lamborghini veneno. Fernando condujo por una hora hasta que llegamos a una pequeña casa de madera. Nos desmontamos del auto y entramos en la casa.

-El huevo que te di se alimenta de sangre pura, y en esta casa se encuentra la única persona de la que se puede alimentar- me miro a los ojos - tienes que matarla y si no le das sangre al huevo antes del anochecer, este huevito se convertirá en un mostro que te matara-

-¿Porque en todas las pruebas ahí que matar?-

-Tranquila que ya has matado antes-

-Pero esa vez fue en auto defensa-

-Buena suerte- Fernando me dio un cuchillo y salió de la casa

No quería tener que matar a nadie más así que lo que haría era si solo necesitaba sangre el huevo, yo le haría una pequeña herida a la persona y le daría un poquito de su sangre al huevo, así no tendría que matarle.










Bienvenida a la oscuridad Donde viven las historias. Descúbrelo ahora