Desperté atada a un palo, me sentía agotada, mire mi cuerpo y me atravesaban cuatro estacas en línea recta empezando por mi pecho y terminando uno en mi ombligo. Mi cuerpo estaba cubierto de sangre.
-¿Qué está pasando?- grite y mire todo mi alrededor y vi a Fernando amarrado en una esquina inconsciente- Fernando-
-No empieces a hacer grito- una mujer morena con el cabello ondulado hasta los hombros me apuñalo con un cuchillo, pero lo saco rápidamente
Grite por el dolor y mire hacia abajo, ahí fue que me di cuenta de que ella estaba llenando cubos con mi sangre, eso me asusto más.
-¿Por qué haces esto?- dije con voz temblorosa.
-Nos cansamos de ser vuestras sirvientas- la morena me apuñalo, pero esta vez retorció el cuchillo dentro de mí, yo solo grite por el dolor- no te imaginas lo poderosas que seremos con tu sangre-
-Quien habría imaginado que uno de los eslabones más fuertes de la realeza vampírica seria al que le quitaríamos su poder- Lucia apareció entre las sombras.
-¿Qué harán con mi sangre?-
-Te diré lo mismo que le dijiste a mi hermano antes de matarlo- Lucia levanto mi barbilla con su dedeo índice de su mano derecha, para que la mirara a los ojos-vas a morir, no hay necesidad de que lo sepas- Lucia me corto el cuello con un cuchillo que no había visto que tenía.
El dolor tras la cortada fue horrible, sentía como mi sangre se deslizaba por mi cuerpo y después de unos segundos la herida sanó. La morena siguió apuñalándome varias veces ya que mis heridas no duraban más de un minuto en recuperarse.
Pasaron dos horas de tortura y puede ver cuánto se divertían las dos mujeres con mi tortura.
La puerta del cuarto se cayó. Apareció un chico de cabello rubio y ojos color gris. Era realmente apuesto y mostro una sonrisa que solo reflejaba maldad.
-Que lastima Lucia, tu realmente me agradabas- el chico rápidamente apareció enfrente de mí, se hizo una cortada en el brazo y me la acerco, lo mordí sin pensarlo- necesitas fuerza hermanita-
Su sangre sabia diferente a la de Fernando, era aún más dulce y me sentía más fuerte de lo normal.
Las brujas intentaron escapar pero el chico rubio hizo un movimiento con las manos y nos encerró a todos en una jaula le hielo.
-Ya es suficiente- el chico alejo su brazo de mí y me desato del palo- ahora te pondré una prueba, la tendrás que matar por atentar en contra del rey-
-No quiero matar a nadie- respondí firme.
-Como te atreves a querer desobedecer a tu hermano mayo- su voz no sanaba molesta pero me golpeó fuertemente en el rostro.
Caí al piso y me levente como pude. Corrí hasta donde se encontraba Fernando.
-Fernando- repetí varias veces su nombre mientras lo desataba hasta que despertó.
-Zafiro- dije con los ojos entre abiertos.
-Fernando ayúdame, las brujas y ese tipo...- fui interrumpida por Fernando.
-Dairel- dijo Fernando en un susurro y se levantó rápidamente.
Fernando se acercó al chico rubio y se arrodillo frente a él.
-Perdóneme- Fernando se quedó con la mirada agachada.
-No te preocupes Fernando, levántate-
Fernando le obedeció.
-Lo conoces- dije incrédula.
-Él es el príncipe Dairel-
-Ese tipo me ha golpeado y tú te arrodillas ante el- le grite
-¿Que hiciste para que te golpeara?- Fernando se acercó a mí.
-Me pido que matara las brujas pero me negué-
-Lucia, Carla si logran matar a la chica que se parece a mi hermana, me olvidare de su atentado en contra del rey- Dairel chasqueo los dedos y los baldes que tenían mis sangre empezaron a quemarse.
-Lo que ordene señor- las buras dijeron al uní son y empezaron a atacarme.
Las brujas empezaron a decir palabras extrañas y del suelo salieron enormes monstros hechos de piedra, que empezaron a atacarme. Yo solo trataba de evitarlos, pero me era muy difícil.
-¿Por qué ha venido por nosotros Dairel?- Fernando hablaba tranquilamente con Dairel mientras yo era atacada, eso me enfureció.
-Llevaban dos días desaparecido y mañana es la ceremonia, así que vine por ustedes-
! Dos días ¡
Me quede paralizada de pensar que esas brujas tenían dos días sacándome sangre y yo no me había dado cuenta.
Uno de los mostros aprovecho y me dio un fuerte golpe que hizo que chocara con la pared de hielo.
-Y aún tenemos que medirle el vestido que usara-
Vestido, Fernando pensando en que vestido tengo que usar y mientras soy atacada por unos mostro de piedra.
No sé ni cómo paso, pero de repente me encontré frente a Fernando e intentado golpearlo, talvez debido al enojo que estaba sintiendo, pero él fue rápido y esquivo mi golpe.
-Se supone que mates a las brujas, no a mí- Fernando me agarro la parte de atrás de mi camisa y me empujo en dirección a las brujas.
-Parece que si tiene carácter- se burló Dairel.
Cuando estaba a punto de agarra a la Lucia apareció una pared de raíces que protegió a ambas brujas. Me enoje aún más y sentía como mi sangre se calentaba y empecé a golpear la pared de hecha de raíces, una y otra vez. Quería que todo esto acabara, quería volver con mi familia, quería que mi vida volviera hacer aburrida como antes.
Detrás de mi salió una gruesa raíz del suelo y me sujeto de la cintura, pero seguí golpeando la pared aun cuando vi sangre salir de mis nudillos. Salieron enormes espinas de la raíz que me sujetaba de la cintura, pero el dolor solo hizo que me enojara más y siguiera golpeando. La ira que sentía en ese momento hacia que ignorara el dolor.
Logre romper la barrera y la atravesé atacando rápidamente a Lucia. La mordí en el cuello y empecé a beber su sangre, no era tan dulce pero sentía que me daba fuerzas.
Sentí como algo atravesaba mi espalda. Moví mi codo rápidamente hacia atrás y golpee a la otra bruja que me había apuñalado. Me levante y agarre su cuello pegándola rápidamente a la pared. Empecé a ahorcarla, escuchar como no podía respirar me daba más fuerzas para seguir ahorcándola.
-Por favor para- era lo único que decía la bruja morena con mucha dificultad.
Al ver su cara llena de miedo fue que reaccione ante lo que en verdad estaba haciendo, mi ira desapareció y solté a la mujer, no quería matar a nadie. Retrocedí y mire mis manos llenas de sangre, estaba aterrada de lo que había hecho, mire hacia tras de mí y vi a la otra bruja tendida sobre el suelo, casi muerta. Mientras que Dairel y Fernando me miraban con orgullo.
-Ya termina con esto, no podemos perder más tiempo- Dairel no apartaba sus ojos de mí.
Negué con la cabeza, con miedo a lo que me haría Dairel por no obedecerle y el solo se rio de mi actitud.
-Fernando acaba con esto- Dairel salió de la habitación.
Sin decir nada Fernando rompió el palo donde había estado amarrada, lo partió en dos y los clavo en los corazones de ambas brujas.
Yo no me podía mover estaba paralizada, Fernando se dio cuenta de esto y me agarro, cargándome entre sus brazos y me llevo hasta la salida.
Cuando salimos Dairel tenía en la mano un fruto caído.
-No les parece hermoso su color dorado- Dairel dejo de mirar el fruto y fijo su mirada en mi- Ya es hora de que vuelva a casa mi hermanita.
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Bienvenida a la oscuridad
VampireZafiro una chica que solo quiere poder leer sus libros sin que nadie la moleste pero tendrá que enfrentar a su destino, el cual esta escrito con sangre. En un abrir y cerrar de ojos Zafiro se vera involucrada en un mundo donde solo los mas fuertes s...