Protección

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-Leyali- una dulce voz me llamo a mis espaldas.

Su voz era imposible de no reconocer, era Leitza. Era una chica de voz dulce, pero con un corazón duro.

Me di la vuelta y Leitza me abrazo con fuerza. Yo le devolví el abrazo y le sonreí.

Si no la conociera bien, creería que le importo.

Leitza era rubia y su cabello le llegaba hasta la cintura. Sus ojos eran Azules y su piel tan blanca como la nieve.

El que la veía podría creer que nunca le haría daño a nadie. Ella no era el tipo de chica que apuñalaba a las personas por la espalda, ella era el tipo de chica que te apuñalaba de frente y te hacía creer que en realidad te estaba ayudando.

-Leitza te ves realmente hermosa- le dije con sinceridad.

A ella siempre la trate bien ya que nunca ha intentado hacerme daño.

-Dices siempre lo mismo Leya- Leitza era la única de la realeza que hablabas con todos de manera informal y que le ponía apodos a todos.

-Hola Fer- Leitza le sonrió a Fernando.

-Hola princesa Leitza- Fernando hace una reverencia.

-Hey Fer, donde dejaste a Phineas?- Leitza lo dijo de forma juguetona y Fernando solo giro los ojos.

Yo solo me reí al entender la broma. Hace unos años atrás, me gustaba ver a Phineas y Ferb.

-No me digas que lo perdiste como a Perry- siguió hablando Leitza y Fernando solo ignoro su comentario.

Yo no paraba de reír. Abrace a Fernando y este ni siquiera se inmutó.

-Perdón Fernando, es que tenía mucho sin verte y mucho sin hacerte bullying- Leitza se unió al abrazo.

-Ya suéltenme, me arrugaran el traje- dijo Fernando.

-Muchos deseando mi cariño y tú lo desprecias- Leitza fingió estar ofendida.

-Todos los que desean tu cariño terminan desmembrados en una esquina de tu habitación- Fernando acarició el cabello de Laitza.

-Es que no hay nada mejor que morir a manos de la persona que quieres- lo dijo como si de verdad fuera algo bueno.

-Y por eso los matas- dije sin despegar mis ojos de ella.

-Leyali si me entiende, ¿Verdad?-

Repentinamente dos mayordomos interrumpiéndonos, se colocaron al lado de Fernando, uno a cada lado y lo agarraron del brazo.

-Suéltenlo- dije enojada

-La reina Adara quiere a este vampiro en la ruleta- dijeron los mayordomos a unisón.

-Que- dije con incredulidad.

No podía creer lo que quería hacer Adara. De todos los vampiros del lugar, el quería a mi Fernando.

Vi un pequeño destello de terror en la cara de Fernando, él no tenía miedo de que lo mataran, tenía miedo de la idiotez que podría cometer solo por mantenerlo con vida. Él tenía toda la razón de preocuparse.

-Suéltenlo- escupí enojada- créanme que es mejor morir por mano de Adara que por la mía, por desobedecerme-

Inmediatamente los mayordomos soltaron a Fernando y dirigieron su mirada a Adara como si esperaban que ella les dijera que hacer. Adara apareció rápidamente a mi lado.

-Sirvientes acérquense- Adara no mostraba ningún tipo de emoción en el rostro-

Los dos mayordomos se colocaron frente de Adara, se les veía realmente nervioso.

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⏰ Última actualización: Jan 23, 2017 ⏰

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