Percabeth: te recuerdo?

La carta

Annabeth POV
No podía creer lo que Percy me decía, desde que me contó lo que pasó en el Olimpo quede en shock, aún no podía pensar claramente y cuando me dijo que no podría vivir sin mí... No supe que responder.

Íbamos caminando hacia la playa para hablar de esto:
-¿En qué piensas, listilla?- preguntó Percy
-Oh, en nada en particular, solo sé que...- oh rayos no quería llorar, no ahora, no frente a él.
-Hey, Annie cálmate- el tomo mi barbilla entre su pulgar y su dedo índice haciendo así que lo mirara a los ojos.
-No nos pasara nada, te amo demasiado, no llores, estoy aquí contigo.- Annabeth lo miró a los ojos, sus ojos destellaban miedo, miedo de verdad pero también tenía esperanza en ellos, él sabía que estaba perdiendo la esperanza.

No era justo, simplemente no lo era, habían pasado por demasiado, habían hecho suficiente por los dioses y a su tonta madre se le ocurre tratar de hacer esto. Si ella hace que lo olvide, nunca la perdonare. Nunca.

-Es que, Percy, no es justo. Por qué tienen que hacernos esto a nosotros, nos amamos Percy, hicimos hasta lo imposible para mantener a los dioses, para salvarlos y nos pagan con... Con venganza de parte de mi madre.- dije furiosa
-Se que no es justo, Annie,- como amaba que me dijera así- pero tenemos que mantenernos juntos, hay que mantener la esperanza y si tú la llegas a perder, listilla, yo la mantendré por los dos.-
Eso ultimo casi me hace llorar como una niña pequeña, pero él tenía razón, tenemos que mantener la esperanza, por que como dicen, la esperanza es lo último que se pierde.
-¿Crees que sea buena idea lo de las cartas?- le pregunte
-Claro que si, listilla. Es una de tus mejores ideas.-
-Entonces, regresemos a nuestras cabañas para hacerla.- dije con un tono de emoción.
-De acuerdo, vamos.-

Regresamos a nuestras cabañas, el a la de Poseidón y yo a la de Atenea. Me senté en un escritorio y comencé a escribir la carta, la hice en un hermoso papel color verde mar, como los ojos de Percy, como amo sus ojos. Son hipnotizantes y lo mejor de todo. Son míos él es mío y lo amo.

Escribí en la carta todo lo que pasamos juntos. Desde que fuimos por el rayo de Zeus hasta el Inframundo hasta la guerra contra los gigantes. Lo que él hizo por mí y lo agradecida que estoy por ello. Que cuando él cayó al Tártaro conmigo, fue por el por qué seguí con vida. Hasta escribí que yo no lo merezco, cuanto la amo y que lo hago desde que teníamos 12 años hasta ahora que tenemos 19. Todo, absolutamente todo lo que salía de mi corazón.

Escribí 3 hojas y lo puse en un sobre gris, del color de mis ojos. Y fui a su cabaña. Él estaba dormido, con unas 3 hojas llenas de letras en su mano. La carta. Como soy una buena novia decidí despertarlo de la mejor manera posible. Le grite en el oído:
-¡Sesos de alga!- grité

El cayo al piso y comencé a reír como si no hubiera un mañana. Al parecer el por instinto me tacleo y quedo encima de mi. Mi sonrisa desapareció por una mueca de consternación.

-¡Listilla! Cuál es tu problema, pude haberte matado.- dijo él levantándose y ofreciéndome una mano para levantarme. La tome y me levanto con fuerza, tanta que quedamos con nuestras narices rozando y nuestros alientos mezclándose.

Y lo bese, lo bese tan intensamente como pude. Sabía que iba contra las reglas que un chico y una chica estuvieran en la misma cabaña solos, pero no me importó. Esta podría ser mi última oportunidad de estar con Percy y no la iba a desperdiciar.

-Percy, te amo, te amo muchísimo- dije contra sus labios
-También te amo muchísimo, Listilla- dijo y nos seguimos besando apasionadamente.