Piper POV
Cuando me desperté, me dolía un poco la cabeza, así que me di una ducha rápida y me vestí. Salí a desayunar y me senté en mi mesa. Busque con la mirada a Percy. Estaba en su mesa. Solo. Y no daba señales de querer buscar a Annabeth. Luego vi a Annabeth ella estaba mirando a un chico de Ares y le sonreía. Le S-O-N-R-E-I-A, me puse furiosa y a la vez triste. Sin darme cuenta el desayuno ya había acabo y nos dirigíamos a practicar.
En el camino vi que Drew se le acercaba a Percy y lo saludaba, el le respondía el saludo pero luego él empezó a verse mal y se sentó en el piso. Me pregunté a mi misma que pasaba.Cuando llegamos a nuestra práctica de tiro con arco busque a Drew para preguntarle qué le había pasado a Percy hace un rato. Me acerqué hacia ella
-Oye, Drew.- todos me miraban raro pero no me importaba.
-Que necesitas Piper.- me dijo muy amablemente a lo que me sorprendí. Al parecer me sorprendí demasiado por qué me dijo:
-Si, estoy tratando de ser más amable, quiero empezar desde 0.- dijo sin verme a los ojos.
-Oh, Drew ¡Eso es genial!- dije/grite
-Gracias.- dijo algo sonrojada
-Bien, vine por que hoy te vi con Percy y lo vi algo... Mal.-
Ella estaba pensando y luego me dijo:
-Ah...- su expresión parecía algo decepcionada, luego pareció... ¿Alegrarse?-creo que se acuerda de Annabeth sabes.- dijo mientras lanzaba una flecha y daba en el blanco a lo que todos se quedaron con la boca abierta pero ella no le presto más importancia.
-Le pregunte que como estaba y casi me dice Annabeth. Casi.- dijo sin expresión alguna.- también casi se desmaya cuando mencione que tenía una cita con un chico de...-
-¡¡Tienes una cita!!- le interrumpí gritando
-Shh.- me callo
-Pero tienes una cita con alguien y estás con Percy pensé que quieras ser novia de Percy.- dije en un tono más bajo.
-Pues si, pero pensé que no me corresponde ni yo a él y creo que este chico puede ser un nuevo comienzo. Es de los pocos que me tratan bien.- dijo haciendo una mueca de tristeza.
-Hey! No te preocupes. Estoy segura de que en poco tiempo te trataran mejor. Todos.- dije mientras yo tiraba una flecha pero fallaba.- Y, ¿Quién es el afortunado?- pregunté empujándola con el hombro coquetamente
-Se llama Dominick y...-
-!¿El de la cabaña de Atenea?!- pregunté/grite
-¿Me dejaras acabar?-dijo algo molesta
-Si, lo siento.- dije sin borrar la sonrisa que tenía en mi rostro
-Pues el, Dominick. Me invitó ayer en la noche. Creo que por eso Percy se sintió tan mal, por qué mencione a Atenea.- dijo lanzando otra flecha que impacto en el blanco nuevamente.
Hoy no me había fijado en lo bien que se veía Drew. Hoy no había planchado su cabello lo que dejaba ver lo ondulado que estaba este. Tampoco se había puesto tanto maquillaje y tampoco tantas joyas. Hoy venia con ropa del campamento. Unos shorts para nada cortos y unos tenis. Se veía muy bonita así de natural.
-Entonces puede que la recuerde.-
-Exacto.- dijo sin quitar la vista del blanco lanzado otra flecha.
-¿Drew?- la llame
-¿Si?- me respondió
-¿Por qué no estás vestida y maquillada como lo haces siempre?-
-Por qué estoy harta de ser quien no soy, esa soy yo. No soy una falsa muñeca llena de maquillaje y joyas.- dijo volteando la mirada hacia mí
-Pues yo pienso que te ves sensacional y que tu cambio es genial.- dije
-Gracias.- dijo sonrojada -Solo que no sé si le guste a Dominick.- dijo
-Si de verdad le gustas, le parecerá genial tu cambio.- dije.- Y, ¿Vas a romper con Percy?-
-Creo que si, pero esperare hasta después de mi cita con Dominick.- dijo
-Me parece bien.-
-Bueno, adiós Piper, ya acabe de entrenar.- me dijo
-Adiós, Drew.- dije despidiéndome con la mano.
La vi alejándose hacia la cabaña. Pero algo me molestaba. Todos la miraban como si fuera un bicho raro o la miraban con deseo. Que repugnantes son algunos chicos. Pero entonces vi a Dominick que se le acercaba y le hablaba con una mirada tan tierna. El si era de fiar. El si era un lindo chico.
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Percabeth: te recuerdo?
FanfictionPercy y Annabeth han sufrido mucho para estar juntos, desde dioses hasta titanes y gigantes pero ahora pasará algo desgarrador que no habían enfrentado antes, la soledad y el olvido mutuo