Me encantas, consuelo y desahogo

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Drew POV:

~En la mañana, en la enfermería~

-Drew... Drew despierta.- me removí y abrí los ojos lentamente y me encontré con el rostro de Dominick. Sonreí por instinto y él me devolvió la sonrisa.

-Buenos días, Bella Durmiente.- dijo el suavemente.

-Buenos días, mi Príncipe con Armadura.- dije y los dos soltamos una pequeña risa.

Me incorporé en la silla y talle mis ojos, me di cuenta que aún tenía mi ropa de ayer y mi peinado estaba arruinado. Entonces, recordé lo que pasó.

Percy. Pelea. Dominck. Enfermería. Oh no.

Al recordar lo sucedido ayer, mis ojos se llenaron de lágrimas. Le había roto el corazón a Percy.

-Hey... Drew ¿Estás bien?- preguntó Dominick suavemente.

-Si... Si.- dije limpiándome las lágrimas.-¿Tú estás bien? Te dieron una golpiza.

-Si, lo estoy. Me duele la cabeza y la cara pero estoy bien.- dijo

Sonreí y me acerqué a él, nuestros labios a escasos centímetros de distancia  y los juntamos, era un pequeño beso que quería ser intensificado hasta que escuchamos una voz detrás de nosotros.

-Bien, Dominick....- dijo Will entrando el cual paro en seco al ver nuestra escena.

Will aclaró su garganta y dijo:

-Bien, Dominick. Puedes irte para el desayuno de hoy, solo fueron unos golpes los cuales ya curamos, se curaran del todo en unos días y estarás como nuevo.-

-Gracias Will.- dije levantándome de mi asiento y tomando mi pequeño suéter el cual estaba en el respaldo de la silla.

-No hay de qué, siempre es un placer ayudar, tórtolos.- dijo enfatizando la palabra ~tórtolos~

Dominick y yo nos sonrojamos y nos despedimos de Will, caminamos a las cabañas y él me acompañó hasta la mía. Antes de entrar, tome sus manos y dije:

-Gracias por todo lo que hiciste por mí y disculpa que nuestra cita haya acabado de una mala forma.-dije avergonzada.

-¿Bromeas? Fue la mejor cita de mi vida. Si, me golpearon, pero a cambio te tengo a ti.- dijo para después darme un rápido beso en los labios.- eres algo que anhelaba y que ahora puedo tener. Eres muy especial para mí.-

Lo más seguro era que estuviera como un tomate pero no me importaba. Dominick había robados mi corazón y lo había convertido totalmente.

Me decidí a mirar todos sus detalles  Lo mire a los ojos, esos ojos entre el azul y el gris los cuales en habían cautivado. Su cabello el cual era de un color miel con destellos rubios. Su perfecta nariz, llena de adorables pecas las cuales me volvían loca, delgada pero son quitarle su masculinidad, sus labios,¡Oh dioses! Eran perfectos. Su labio superior era delgado y el inferior era más gruesos, tenían un tono rosado y me volvían loca.

No pude más y le dije:

-Dioses, me encantas.- dije para después besarlo.

Percabeth: te recuerdo?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora