Yo,
de café mañanero y después de comer,
de dormir poco y pensar mucho,
de ojeras grandes y bien oscuras,
de abrazos antes que besos,
de dar mucho y recibir poco,
de callar más que hablar y
guárdamelo todo y soltarlo de golpe.
Yo,
de negro antes que blanco,
de perder el juicio y
además la noción del tiempo,
de invierno, no de verano,
de pros y contras,
de rosas rojas con
el rocío de la mañana,
de estar fatal y forzar el estar bien,
de cuerpo presente y mente ausente.
Yo,
tan solitaria y triste como siempre.
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caos mental.
Randoma veces te hundes, caes en tu agujero de silencio, en tu abismo de cólera orgullosa, y apenas puedes volver, aún con jirones de lo que hallaste en la profundidad de tu existencia.