Mi querido cielo,
pues te llevo tan dentro
que no hay día que no me
acuerde de ti,
y quererte yo quiero hasta el
final de mis días,
hasta los restos,
pues te siento con
coraza y corazón,
sístole y diástole, siempre,
no me gusta prometer pero
prometo que te quiero,
tú eres mi brújula,
el brillo de mis ojos,
mi hogar,
las fuerzas diarias,
mi apoyo constante,
mi alma gemela,
mi otro yo,
mis ganas de existir,
una total coincidencia,
pero, ¿sabes?
yo no creo en casualidades,
si te conocí fue por un motivo,
y menos mal que así fue,
y acabo todo esto diciéndote
un simple pero sincero
"te quiero".
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caos mental.
Randoma veces te hundes, caes en tu agujero de silencio, en tu abismo de cólera orgullosa, y apenas puedes volver, aún con jirones de lo que hallaste en la profundidad de tu existencia.