Porque la vida tan hija de puta. Y a veces tan bonita. Nunca lo llegaré a entender. Tan injusta. Tan cruel.
Porque me gritas. Porque no me esperas. Porque te cansas. Porque me olvidas. Porque no me miras. Porque miro cada uno de tus gestos. Porque no soporto esa actitud. Porque no has llamado todavía. Pero veces la vida es tan preciosa. Como un cielo estrellado. Como no madrugar. Como los veranos. Como una sonrisa. Como los mofletes y los hoyuelos. Como los billetes de ida. Sin vuelta. Como el cigarrillo de después. No sé. Como tú y yo.
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caos mental.
Randoma veces te hundes, caes en tu agujero de silencio, en tu abismo de cólera orgullosa, y apenas puedes volver, aún con jirones de lo que hallaste en la profundidad de tu existencia.